La importancia de la hidratación durante una ola de calor

La ola de calor implica una serie de riesgos de salud de los cuales la deshidratación es uno de los más usuales. Cuando el cuerpo no tiene suficiente agua u otros fluidos, se deshidrata, no puede llevar a cabo sus funciones normales. La médica de familia Cecilia Carranza (MN 144324/ MP 453421) explica que en el verano es más fácil deshidratarse porque las altas temperaturas del ambiente llevan al aumento de la temperatura corporal, lo que genera mayor pérdida de líquido mediante la transpiración. 

A su vez, señala que es un mito que la deshidratación se da solamente en situaciones extremas. Por lo general, se ven cuadros de deshidratación leve o moderada que se producen de forma paulatina al dejar de beber líquidos inconscientemente.

Qué causa la deshidratación y qué síntomas presenta

El primer síntoma de la deshidratación es la sed. Luego pueden aparecer otros como el dolor de cabeza, la irritabilidad, sensación de debilidad por baja presión, mareos, fatiga, tener la boca seca o la piel seca,  y en ocasiones náuseas y vómitos. Existen varías causas de deshidratación, pero en el verano la más importante suele ser el simple olvido de tomar líquidos. 

La doctora sostiene que la sed es un reflejo que funciona como una alarma: uno la puede posponer, pero en un determinado momento deja de sonar. Si no se presta atención a la sed, eventualmente se dejará de sentirla y se seguirá perdiendo líquido que no es repuesto. Otras causas que se observan durante el verano son las infecciones provenientes, en su mayoría, del consumo de alimentos que perdieron la cadena de frío. Estas generan vómitos o diarrea y eso aumenta la pérdida de líquidos.

Qué grupos etarios corren mayor riesgo a deshidratarse

Los niños y los adultos mayores son los que tienen mayor riesgo de experimentar deshidratación. Carranza explica que los niños no tienen los medios para asegurar su hidratación. Los más pequeños necesitan que les administren los líquidos y los más grandes, que les recuerden e insistan que deben tomarlos. Por su parte, los adultos mayores pierden de forma paulatina el reflejo de la sed. Por lo qué durante el verano, hay que recordarle también a los mayores de 65 años que deben hidratarse.

En cuanto a los síntomas de los grupos etarios, los bebés suelen presentarse más irritables, lloran sin lágrimas o tienen la lengua más pastosa o seca. En casos más graves presentan los ojos más hundidos. Los adultos mayores suelen estar más cansados de lo habitual, duermen más, tienen seca y/o caliente la piel, la boca más pastosa y los ojos más hundidos.

Qué consecuencias tiene la deshidratación y cómo se trata  

Como ya se sabe, el cuerpo humano está compuesto de entre un 60 y un 70% de agua. Ese porcentaje de agua debe ser renovado de forma constante para que todo fluya adecuadamente. Cuando falta agua, las funciones corporales se realizan de forma más lenta. 

La doctora Carranza explica que el cuerpo debe pensarse como un lugar que se comunica a través de ríos: si hay que enviar una barca con nutrientes hacia algún lado, es todo más rápido cuánto más agua haya. Si se seca el río o se pone espeso, los nutrientes tardan en llegar. Lo mismo al eliminar los desperdicios: cuando falta agua, se acumulan. Las células son como grandes piletones en dónde se intercambian nutrientes y deshechos en forma hiper organizada. Cuando esos piletones se vacían, se complica su labor.

La deshidratación inicialmente se trata ingiriendo líquidos, que suena fácil, pero la doctora indica que no siempre es tan sencillo. Cuando viene acompañada de vómitos o náuseas, a veces es necesario recurrir a la medicación. Y en caso de no ser posible la hidratación de forma oral, se suele administrar a través de las venas en los centros de salud. 

Tips para mantenerse hidratados

Se recomienda hidratarse de forma constante a lo largo del día, llevando una botella a todos lados como recordatorio. Carranza señala que a pesar de que la hidratación recomendada siempre es el agua, se pueden encontrar otras fuentes como los licuados de frutas (con leche o con agua), los helados de agua, la gelatina, el café (frío o caliente), la gelatina, etc. Todo ayuda. 

A su vez, añade que las frutas y verduras son grandes aliadas porque tienen bastante agua, en mayor o menor medida. A pesar de que una sandía tiene más contenido de agua que una banana, incluso esta última contiene algún grado de humedad, así que también ayuda. 

Es un mito que el mate y el café producen la deshidratación. Si bien tienen un efecto diurético, depende de la concentración que tengan de mateina o cafeína. Solamente son perjudiciales en cantidades muy altas. En cuanto al mate y el tereré, mientras no se cambie más de cuatro veces al día la yerba, no tienen propiedades diuréticas significativas.

Sin embargo, no todos los líquidos sirven. El alcohol, por ejemplo, deshidrata en cualquiera de sus formas y cantidades. También, las bebidas con mucha azúcar no sirven para la hidratación. El azúcar puede generar más sed debido a que es un imán de agua, es muy afín por el agua (hidrosoluble). Si se consume una cantidad muy grande de azúcar (las gaseosas azucaradas, por ejemplo), una gran parte se absorbe, pero la otra sigue de largo para ser desechada junto con el agua que la acompaña.

Es importante tomar consciencia sobre los posibles efectos de salud que trae la ola de calor y cuidarse de estos. La deshidratación es una condición grave que muchas veces aparece sin que uno se de cuenta, por lo que es indispensable aplicar las precauciones necesarias para disfrutar del verano sin complicaciones.