La alternativa laboral que crece y ayuda a "evitar" el costo de alquiler
En la provincia los espacios de coworking ya son una realidad. Atraen no sólo a profesionales sino también a estudiantes e interesados en compartir talleres.
En Mendoza, una nueva tendencia está emergiendo en el mundo laboral, transformando no sólo los espacios de trabajo sino también la forma en que los profesionales interactúan y colaboran. Las subas constantes de los alquileres y la imposibilidad de afrontar esos costos fijos por parte de los profesionales jóvenes, sirvió para que los espacios de coworking sean una opción rentable.
La llegada de los espacios de coworking a la provincia simboliza un cambio en la dinámica laboral tradicional y refleja una evolución en la cultura empresarial. Estos espacios, caracterizados por su diseño innovador y su enfoque en la comunidad y la colaboración, están atrayendo a una diversidad de profesionales, desde emprendedores hasta freelancers y equipos de empresas establecidas.
La pandemia alteró todo y también la forma en la que las personas trabajan con el auge del home office, marcando una transición significativa en las prácticas laborales. Ahora, con el fin de la pandemia, la idea de no acudir a un lugar de trabajo fijo se ha acentuado aún más con la llegada del coworking. Esta práctica se transformó en una opción para aquellos que no pueden afrontar los costos fijos del alquiler de una oficina que va desde los $200 mil pesos hasta los $450 mil según la ubicación y servicios.
A lo largo y ancho del país, hay múltiples espacios de coworking, cada uno con su propia identidad y ubicación estratégica. Los precios oscilan entre los $2.500 y $5.000 por turnos que, en su mayoría, son de 4 horas. El valor incluye el uso del espacio, servicio de internet y desayuno. Rodrigo Sosa es dueño de un coworking ubicado en Mendoza y habló sobre los beneficios de esta forma de trabajar que se instaló en la provincia.
"Este coworking está planeado para nómades digitales, por eso nos encontramos en la Arístides, no solo para un extranjero sino también para una cultura nómada digital que la gente venga, se siente y trabaje en el momento, después si quiere ir a otro coworking o a su casa, que sea más que nada un lugar de paso más que algo permanente", comentó.
"Estamos trabajando con el sector corporativo, que en ese sector la demanda es altísima, sobre todo las empresas del rubro tecnológico", explicó Sosa.
Aunque el término "coworking" sugiere un enfoque en el trabajo colaborativo, estos espacios ofrecen mucho más, según explica Sheila Ibañez, una joven que frecuenta estos lugares con un propósito distinto: "Lo he desarrollado en ambientes de eventos, charlas y talleres más que nada, en cuestión laboral poco. Han sido más reuniones con otros enfoques. El 'cowor' es un espacio que hoy por hoy se encuentra en auge, ya que nos brinda esa flexibilidad, oportunidades de conectar, crear relaciones y tener esa generación de ideas en conjunto que se abre a un debate (en su buen concepto) donde todos aprendemos de todos".
"Tiene sus desventajas, porque somos seres humanos con errores, que si no las sabemos trabajar en equipo o no estamos dispuestos a colaborar se dificulta la comunicación o creatividad", agregó.
Juan Cruz Bersini es un joven que trabaja en el centro mendocino y que frecuenta los coworking que hay repartidos: "Yo salgo de trabajar a las 15 y tengo que conectarme a cursar a las 16, no me da el tiempo. Entonces lo que hago es cursar desde acá y la verdad que me sirve muchísimo porque no es muy caro y el internet que tienen es bastante bueno".
Sosa explicó que en el coworking que dirige también vienen estudiantes a realizar sus trabajos o también a estudiar, pero que la mayoría de asistentes provienen del rubro tecnológico. Además, aseguró que estos espacios ofrecen a las empresas la posibilidad de dejar atrás los gastos y la administración de edificios. "Está superado el concepto de que la empresa alquile el edificio o sea propietario de un edificio, creo que eso se superó en la pandemia. La primera ventaja está en los costos y la segunda en responsabilidades y obligaciones, porque básicamente acá, alquilan y tienen todo cubierto, la empresa traslada la gestión de una oficina a una tercera persona, eso es muchísimo para la empresa", comentó a MDZ.
Una forma de acabar con la "soledad"
Un estudio publicado en la revista "Harvard Business Review" demostró que los lugares de coworking son especialmente prometedores para resolver la soledad de los empleados.
"Los empleados crear sus propios puestos de trabajo, es decir, personalizar las personas con las que se relacionaban durante la jornada laboral. Esta y otras formas de creación de puestos de trabajo se han asociado a resultados positivos, como una mayor satisfacción, rendimiento y retención de los empleados", comentaron en el estudio.
Los espacios de coworking bien diseñados ofrecen múltiples beneficios, destacándose entre ellos la posibilidad de evitar interacciones innecesarias con los compañeros, un aspecto valorado por el 52% de los participantes en la encuesta. Además, explican que estos lugares proporcionan una diversidad de profesionales con los que relacionarse, reuniendo a individuos de distintas ocupaciones y empresas en un mismo entorno.
Para leer el estudio completo hacé click acá.