Prepagas: bioquímicos aseguran que se encuentran en una situación terminal
Luego de aplicar el “bono compensador del costo” de $3.000 junto al copago del “honorario médico ético mínimo” del mismo monto, el sector sigue negociando con prepagas para acortar los tiempos de pago.
El trabajo del bioquímico es sumamente importante para el sistema sanitario. Estudios internacionales aseguran que el 70% de las decisiones médicas se basan en un resultado del laboratorio. Y un buen resultado en estos estudios evita complicaciones en una enfermedad, permiten revertir un cuadro, evitar internaciones y hasta sortear tratamientos innecesarios.
Así lo señalan desde las distintas federaciones que agrupan a estos profesionales, quienes ven profundizada su situación de crisis desde el mes de agosto, después del anuncio del Banco Central de la devaluación del 22%, en donde se dieron los incrementos más que importantes en los consumos de laboratorios y de salud en general.
Carlos Navarro, presidente de la Federación de Bioquímicos de Córdoba, explicó en torno a la situación que, tras las PASO, “se incrementaron los costos en la lista de precios de nuestros proveedores en un promedio de un 30%, con algunos rubros que realmente escapan cualquier parámetro de comparación”.
Al respecto, ejemplificó: “En el caso de los descartables, hubo algunos rubros como las agujas que tuvieron más de un 700% de aumento. Una caja de agujas costaba hace unos meses 2.500 pesos y hoy está cerca de los 15.000. Esto significa que cada una tiene el valor de 150 pesos. A eso, hay que sumarle el costo de la jeringa y todos los elementos para hacer la extracción de material. Nada más que para la extracción ya se invierte arriba de 500 pesos cuando hay prácticas, como el diagnóstico y seguimiento de diabetes, que las prepagas abonan a un costo de entre 400 y 500 pesos al precio actual, pero hasta tres meses después”, indicó Navarro.
El bono que aplicó CUBRA
Cabe recordar que los bioquímicos de todo el país comenzaron a cobrar un “copago” o “bono”, a los afiliados a las prepagas, como una forma de generar recursos que les permitiera “afrontar los gastos que las prestaciones implican y que las empresas no reconocen como debieran”.
Así lo dio a conocer la titular de la Confederación Unificada Bioquímica de la República Argentina (CUBRA), María Cecilia López, quien admitió que el problema “viene de arrastre durante de todo el año, ya que nunca se trasladaron incrementos acordes al proceso inflacionario y en este último tiempo, con la escalada descontrolada de precios fijados por los proveedores de insumos y reactivos, debido a los problemas de importación, ha provocado que esa brecha de incrementos que nos separa sea insostenible”.
En ese sentido, la titular de la CUBRA recordó que los bioquímicos no cortaron los servicios en octubre, ya que “las entidades financiadoras abrieron mesas de negociación y de diálogo para solucionar la coyuntura” y reiteró que “el problema se mantiene con las prepagas que no nos pagan lo que nos corresponde”.
López aclaró que esta irregular situación afecta a bioquímicos de todo el país, aunque con matices según la región que se trate, lo que implica diferentes medidas para compensar la brecha existente entre la justa remuneración y los aranceles percibidos actualmente. Sin embargo, hay coincidencia en todo el país en cobrar una cifra no inferior a los 3.000 pesos.
Navarro, desde Córdoba, expresó que aún está en marcha la negociación con los financiadores, no solo las prepagas, sino también a las sociedades gremiales, para la actualización de aranceles. “Se pidió una recomposición del 30% y también modificar las condiciones de pago que normalmente en los contratos están fijadas en los 30, 60 o 90 días”.
Ocurre que, si un bioquímico realiza un análisis laboratorio el 15 de un mes, debe presentar su facturación del 1 al 10 del mes siguiente. Recién a partir de ahí empiezan a correr los días para el cobro, en un mínimo de 30 días en el mejor de los casos. “Con la inflación sostenida, cuando se cobra ese laboratorio, el dinero no alcanza para pagar los mismos insumos. Obviamente, es insostenible este sistema. El bioquímico está perdiendo dinero al afrontar el costo del insumo para descartables, los reactivos, el mantenimiento de aparatología, y todo esto a precio dólar”, aseguró.
Componente transitorio de emergencia
Es por esta razón que se comenzó a cobrar un adicional que se llamó “componente transitorio de emergencia” que en ese momento se fijó en 3.000 pesos en agosto, pero con los cambios de condiciones de importación en octubre, los proveedores comenzaron a cobrarles los insumos importados a “dólar futuro”.
Es así que se prevén incrementos de octubre a diciembre del 193%. “En definitiva, si veníamos mal, en octubre se empeoró la situación. Eso nos llevó a volver a reclamar ante todos los representantes de la seguridad social. Algunos dan respuesta porque entienden la situación y se dan cuenta de que no es un pedido ni caprichoso ni corporativo. Tal como está, la situación es terminal. Hemos hecho un pedido nuevamente de recomposición, pero ya no planteado en valores porcentuales, sino en un piso de valor de la unidad bioquímica que forma parte de los convenios. También solicitamos una revisión de los convenios para que se prevea la posibilidad de elevar ese piso, ya sea a partir de un copago realizado por los afiliados o por un acortamiento real del plazo de pagos”, recordó Navarro.
“En este momento estamos a la espera de una respuesta a esa solicitud. En el caso de que alguna prepaga u obra social no pueda acceder a estos requerimientos, nos vamos a ver en la obligación directamente de renuncia al contrato porque si no se fijan nuevas pautas es imposible continuar”, aseguró.