Hincha de Newell's y familiero: cómo era el policía asesinado en Rosario

Leoncio Bermúdez tenía 42 años. Fue asesinado de un balazo en la cabeza mientras trabajaba en la puerta del Hospital Provincial de Rosario cuidando de un detenido internado allí que cumplía una condena de 22 años de prisión por varios crímenes recientes. Mientras la Justicia investiga qué sucedió y cómo se dieron los hechos que le arrebataron la vida, su familia y amigos lo lloran y reclaman que el hecho no quede impune.
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Para Leoncio los suyos eran lo más importante. En su mano tenía tatuada la frase "Familia, donde la vida comienza y el amor nunca termina". Además, el hombre era hincha de Newell's Old Boys y llevaba una pulsera del club en su muñeca. En su cuenta de Facebook compartía su pasión por el fútbol y este equipo. "Mi viejo me dijo hace muchos años vas a sufrir más que disfrutar con esta camiseta y por eso te vas a enamorar de ella. Cuánta razón tenía", había posteado. También "Cuando ganás te quiero, cuando perdés te amo". Su amor por esa camiseta fue heredado por sus hijos, una nena y un varón, con quienes alentaba y miraba los partidos.
Bermúdez se entrenaba en Jiu Jitsu, el arte marcial japonés que abarca una variedad amplia de sistemas de combate modernos basados en la defensa "sin armas" de uno o más agresores tanto armados como desarmados.? Y en algunos videos que están colgados en sus redes sociales se puede ver cómo le enseñaba esto, que consiste básicamente en defenderse usando la fuerza del otro, con su hija.
En 2017, cuando falleció su abuelo, Leoncio escribió un conmovedor mensaje sobre la vida y la muerte. "Acá nadie muere, porque los mejores recuerdos los llevamos cada uno adentro. El que se fue, se nos adelantó porque para allá vamos todos. Nos vemos del Otro lado Abuelo".
María Julieta G, una usuaria de Facebook que era de su círculo, lo recordó en un posteo como "una persona educada, servicial, atenta, con una familia hermosa". Además, lo describió como "un vecino amable, un gran amigo de sus amigos, un padre que siempre se lo veía con sus hijos dándole amor. Amigo, compañero, que amaba a su familia que hoy está destrozada, que llora y sufre su muerte como todos los que lo conocimos".
Así asesinaron al policía en Rosario