La preocupación de psicólogos por la salud mental de Milei
La psicoanalista y politóloga Nora Merlín explica cómo llega Argentina a las elecciones, analiza el perfil "neofascista" de Javier MIlei y destaca el giro que hizo Sergio Massa rumbo al balotaje
Fiel a su trayectoria, Nora Merlín recurre a Sigmund Freud para describir el ánimo de los argentinos ante las elecciones presidenciales. Toma también una referencia del padre del psicoanálisis para referirse Sergio Massa y Javier Milei, los dos candidatos que compiten por la presidencia en el balotaje del 19 de noviembre.
"Es un conflicto entre Eros y Thanatos", advierte tomando los términos de la mitología griega que Freud usó para nombrar a los instintos básicos del ser humano: mientras el primero tiende a la vida, el segundo arrastra a la muerte. No se atreve a vaticinar un resultado, pero deja clara su postura: "Espero y pido que sea por la vida. Es un conflicto entre un gobierno de unidad nacional que busca terminar con la grieta y la muerte, el fascismo, el abismo. Realmente espero que sea por la vida. Por más fallada que sea nuestra democracia, siempre hay que intentar mejorarla dentro de los límites y las reglas de la política".
Según Merlín, para entender las elecciones y el ánimo de la sociedad argentina ante el balotaje del próximo 19 de noviembre entre Massa y Milei, es necesario mirar hacia atrás y ver qué ocurrió en los últimos años en el país. "Hay que decir de dónde venimos. No hay que olvidarse del sufrimiento social: después de cuatro años de un gobierno neoliberal -que endeudó al país y aumentó las desigualdades- vino la pandemia con todo lo que tuvimos que atravesar y mucho sufrimiento y angustia entre la enfermedad, la muerte, el cambio de rutinas y el reordenamiento social absoluto por la virtualización de la vida", explica la politóloga.
"Venimos de mucho sufrimiento social, aislamiento, individualismo, ruptura de los lazos sociales", enumera y acota: "En ese contexto comienzan -o se intensifican- también los discursos de odio". Merlín señala a los medios de comunicación y a las redes sociales como cajas de resonancia de esos discursos. "En ese contexto aparece una respuesta emocional de un grupo libertario que comienza a agitar la idea de la libertad", sentencia y ejemplifica: "Decían que el coronavirus era un invento, que las vacunas eran una estafa, y muchas cosas más. Entonces, una parte de la sociedad se aferró a eso como escape".
"Esta es la raíz de donde surge uno de los candidatos", afirma refiriéndose a Javier Milei, que tuvo mayoría de votos en las PASO, pero quedó en el segundo lugar en las elecciones generales. "Fue muy agitado el odio. Creo que comenzó como algo emocional: un voto de bronca, de enojo", señala y agrega: "Creo que es un enojo legítimo, muy comprensible".
En el cruce del psicoanálisis y la política, Merlín detecta que "Milei se convirtió en el 'líder de esa bronca'. Su símbolo es la motosierra. Empezó a proponer medidas que son delirantes". Ahí se detiene para diferenciar entre "la bronca de la sociedad", a la que define como legítima, y "la solución" que, en palabras de Merlín, "es delirante porque si está mal la salud pública o la economía, no se puede erosionar el Ministerio de Salud o el Banco Central, como propone Milei. No hay que destruir todo, sino mejorarlo y resolver problemas".
"Este candidato surge sobre todo por una reacción emocional más que racional", detalla la politóloga. Y hace un análisis de este "voto bronca": "Siempre digo que es un voto catártico", comienza diciendo y sigue: "La catarsis es como una descarga inmediata, por sugestión. Una resolución que no resuelve nada, sino que solamente es una sugestión. Sirve por cinco minutos, pero después se vuelve peor".
Para analizar la situación ante el balotaje del 19 de noviembre, es necesario mirar a los dos candidatos a fin de tener una mirada más completa. Milei compite por la presidencia con "un candidato como Massa, que es ministro de Economía con un porcentaje altísimo de inflación, con un 50% de la sociedad que no llega a fin de mes y que se convirtió en uno de los candidatos más votados en la última elección".
"Creo que la política se fue debilitando en los cuatro años de macrismo y los dos o tres de pandemia y el pésimo gobierno de Alberto Fernández, que se puede dividir en: la pandemia bien y lo demás no tan bien. No creo que haya fallado la política, sino la escucha y la sensibilidad social de este gobierno", reflexiona la experta y añade: "Entonces se generó un caldo de cultivo para que crezca la ultraderecha y el fascismo".
Merlín hace un punto y aparte y declara que hubo una "mutación emocional y política" para explicar el reposicionamiento de Massa como candidato a la presidencia. "La gente que más sufre votó al candidato Massa. Eso marca que hubo una reacción positiva de la política que no estuvo a la altura durante muchos años por diversas razones -también por el encierro social- y hubo una desvitalización del tejido social y de la política".
"No se puede entender de otra manera el voto a Massa", sentencia la psicoanalista y agrega que "el voto emocional y el voto agresivo fueron mutando al 'voto miedo'. Mucha gente que tuvo una reacción intempestiva ahora está bajando un cambio y pidiendo más racionalidad".
Sergio Massa y Javier Milei: dos perfiles
Aunque está convencida de que un diagnóstico debería ser interdisciplinario y requiere un análisis en profundidad, Nora Merlín destaca cualidades que permiten diferenciar los perfiles de ambos candidatos. "Creo que hay que terminar de aceptar que la personalidad interviene en la política. Nos resistíamos a poner a dialogar la psicología o el psicoanálisis con la política, pero de hecho dialogan", explicita antes de caracterizar a los candidatos que compiten por la presidencia.
Y agrega que "tenemos que utilizar las herramientas o los avances que nos aporta el desarrollo teórico y usarlos para reinventar nuevas herramientas para la democracia". En este sentido, señala como un avance la propuesta de un diputado alineado con Sergio Massa de solicitar un examen psicotécnico al presidente de la Nación. "No se va a poder implementar en noviembre ni creo que estaría bien hacerlo", aclara y justifica: "La personalidad puede estar en contra del sistema democrático. Si tenés un personaje como el candidato Milei que no respeta las reglas, que tiene una conducta de odio y de impulsividad, que no puede pasar tranquilo, una entrevista en televisión, que tiene falta de templanza, evidentemente no puede conducir un país con casi 50 millones de personas. Puede hacer otros trabajos".
"A mis colegas -psicólogos y psicoanalistas- nos preocupa a todos y a todas la salud mental del candidato Milei. Lo que pasa es que todavía no nos pronunciamos institucionalmente. Igual, hay total acuerdo en que no es un personaje que esté equilibrado emocionalmente. No conozco a ningún psicólogo que diga lo contrario".
Enseguida, Merlín se detiene sobre el otro candidato, Sergio Massa. "Veo que hizo una reconversión interesante. Sobre todo en el sentido de la afectividad. Me parece que entendió la cuestión del voto emocional. Y tuvo que 'deconstruir' un poco su discurso racional y escuchar la emocionalidad e insatisfacción. En ese sentido, él muestra cierta plasticidad de personalidad y sensibilidad social para escuchar a los sectores que la están pasando mal", declara.
"Él pide perdón", enfatiza la politóloga, destacando el giro que dio el ministro de Economía entre la campaña previa a las PASO y la que está llevando a cabo en vistas al balotaje. "Salió a disputar la sensibilidad aportando otra solución. Escucha el enojo y la insatisfacción, pero en lugar de ofrecer odio y motosierra, pide bajar un cambio y terminar con la grieta, propone esperanza y eso a mí me parece una solución muy interesante para tramitar la insatisfacción", asegura Merlín.
Señala otra característica que diferencia a ambos candidatos. Mientras Milei proviene del sector privado, "Massa es un candidato que aprendió toda la vida, esto de ser presidente y se siente cómodo. Viene a proponer orden".
En la descripción de los perfiles de Javier Milei y Sergio Massa se comprende por qué Merlín habla de un conficto entre Eros y Thanatos para referirse ál balotaje del próximo 19 de diciembre en el cuál los argentinos votarán al próximo presidente y, con esa elección, definirán el rumbo de la política para los próximos años.