La actividad económica que se ha convertido en la estrella de Ciudad
Desde 2019, los locales gastronómicos se han incrementado en la capital de la provincia.
Desde 2019, la Ciudad de Mendoza ha experimentado una transformación, perfilándose cada vez más como un centro gastronómico emergente. Así lo indica un informe realizado por la Secretaría de Desarrollo Económico donde se muestra el crecimiento del polo gastronómico en la urbe más grande de Cuyo. Este cambio se ha impulsado principalmente por la apertura de numerosos nuevos negocios gastronómicos acompañados por medidas del gobierno local.
El informe explica que, entre diciembre de 2019 y 2023, la ciudad experimentó un notable cambio: se abrieron 1.230 nuevos comercios, lo que significó un aumento del 30%. De estos 1.230 comercios casi el 60%, están relacionados con la gastronomía y la venta de alimentos al por menor.
Particularmente impresionante es el auge dentro del sector gastronómico específico. Comparando cifras actuales con las de 2019, los establecimientos dedicados a la oferta culinaria, como restaurantes, pizzerías, cafeterías y heladerías, han experimentado un aumento del 44%. En 2019, se registraron 655 locales mientras que en la actualidad, la Ciudad de Mendoza alberga 944 locales gastronómicos que invitan a residentes y turistas a disfrutar de una experiencia culinaria variada.
Según cálculos estimados que realiza la Secretaría de Desarrollo Económico, el arribo de nuevos locales gastronómicos representa la creación de nuevos puestos de trabajo: "Si calculamos que un comercio en promedio puede incorporar 3 personas hablamos de más de 3.500 puestos de trabajo generados".
El informe indica que esta expansión se ha concentrado predominantemente en los ejes comerciales de la ciudad, incluyendo áreas como Arístides Villanueva, J.B. Justo, Sarmiento y Belgrano y el microcentro mendocino. Estos sectores, conocidos por su actividad comercial previa a la pandemia, ahora emergen como los núcleos de una renovada oferta gastronómica.
Estos 944 comercios están distribuidos según su rubro:
- Restaurant/parrillada: 277
- Sanguchería/pizzería: 153
- Cafés/confitería: 270
- Heladerías: 57
- Rotisería:134
- Vinería: 53
En el informe de la Secretaría de Desarrollo Económico se comenta que la administración local implementó varias estrategias para amortiguar el golpe económico que la pandemia generó. Entre estas medidas se destacaron beneficios fiscales, planes de pago sin intereses para tasas comerciales, y la inyección de fondos en programas destinados a sostener y reactivar el comercio y las pymes locales.
Además, la Ciudad de Mendoza adoptó un rol activo en la promoción de su riqueza gastronómica mediante el apoyo a eventos y promociones culturales como las fiestas populares realizadas en las distintas plazas del centro.
El nuevo perfil de la Ciudad de Mendoza ha ejercido un atractivo innegable sobre numerosos turistas que visitan la ciudad. Esta transformación es notoria para quienes trabajan en la industria de la gastronomía, quienes han experimentado un aumento significativo en la afluencia de visitantes.
Nahuel, un mozo de 25 años que trabaja en uno de los restaurantes de la ciudad, compartió sus observaciones sobre este fenómeno y destacó que muchos de los turistas provienen de países como Brasil o Chile y que su presencia en la ciudad contribuyó positivamente a su economía personal. Nahuel comentó: "No tienen problema en gastar porque acá es mucho más barato. Una vez atendí a una familia de chilenos y me dijeron que no cobrara el 10% de la propina, sino el 15%. Ese día me llevé como $10.000 en propinas".
Por su parte Matías (27) comentó que "a los extranjeros se le vende más la carta y ofreces más cosas que no se suelen ofrecer porque sabes que te pueden dejar una propina mejor. El argentino te deja propina pero hasta ahí nomas. En general cuando viene un extranjero le pones un poco más de ficha o empeño".
Más locales, pero poca viabilidad
Alejandro Vigil, dueño de varios locales en la provincia comentó que si bien hay más comercios gastronómicos en la Ciudad, "es inviable hoy pensar en recuperar algo de lo que se invierte", comentó.
Y agregó que la presión impositiva llega al 73%, lo que impulsa a la "informalidad que es lo que tenemos que evitar dentro de la gastronomía. Si nosotros lográramos tener rentabilidades acordes y bajar la presión sobre la actividad, se podría trabajar mucho mejor y tener un mejor personal porque podes pagar un mejor sueldo. En el caso de nuestro grupo lo que hacemos es compensar con los locales de turismo los locales donde va el local, entonces vamos compensando y vamos haciendo la ecuación. Ahora el que tiene un local solo en Arístides, hoy es realmente difícil mantenerlo funcionando".