Cómo sigue el caso de la pareja que tuvo un hijo con un embrión equivocado
Una pareja empezó con un tratamiento de fertilización in vitro y luego del parto se dieron cuenta de que su hijo no tenía relación genética con ellos.
Una pareja se encontró con la sorpresa de que tuvieron un hijo que no era suyo. Luego de un tratamiento de fertilización in vitro, notaron que el grupo sanguíneo del niño no coincidía con ninguno de los "progenitores" y el error de la clínica fue que implantaron el embrión equivocado en la paciente.
Al notar que no coincidía con el grupo sanguíneo de ninguno de los padres, se realizaron un análisis de sangre y de ADN que confirmó la sospecha de ambos: el óvulo fecundado no era de ellos. En el tratamiento que realizaron, tanto el padre como la madre habían aportado sus células cigoto pero a la mujer se le habría transferido el embrión de otra pareja que realizaba el mismo tratamiento.
Luego de abrirse una investigación penal sobre la clínica, por la presunción de los delitos de supresión de identidad, estafa y lesiones, la Justicia entendió que existe un error por parte de quienes llevaron adelante el tratamiento, pero sin dolo. Esto quiere decir que no existió intención ni voluntad de cometer el delito, por lo cual no se pudieron configurar los delitos investigados y se cerró la causa. Igualmente, la fiscalía dio intervención al fuero de familia, fuera de lo penal previamente solicitado.
“El hecho está probado pero con las evidencias reunidas no se pude demostrar que hubo dolo. Respecto a las lesiones, la denuncia planteaba un eventual daño a la salud del bebé que no pudimos acreditar”, señalaron desde el Poder Judicial.
Según fue publicado por el diario La Nación, fueron notificadas las personas que les correspondía recibir el embrión en cuestión y están bajo estudio, mientras que la "madre" dio a luz al niño. En cuanto al embrión que debería haber sido para la pareja en cuestión, la clínica les informó que no era apto para ser implantado.