Verano 2023

Salir a la ruta en verano: falta mantenimiento y todavía hay mucho que aprender

Las condiciones de muchas de las rutas y autovías del país dejan mucho que desear y no favorecen la seguridad vehicular. También el factor humano cobra un rol importante a la hora de conducir con responsabilidad.

MDZ Sociedad
MDZ Sociedad sábado, 21 de enero de 2023 · 07:03 hs
Salir a la ruta en verano: falta mantenimiento y todavía hay mucho que aprender
Foto: shutterstock

Cada año, el intenso movimiento de personas que se genera durante las vacaciones vuelve a interpelar no sólo el estado general en el que se encuentran las rutas del país sino también la responsabilidad de cada conductor a la hora de salir en viaje hacia nuestro destino de verano favorito.

Aunque a simple vista no las veamos, muchas de las rutas argentinas presentan diversas deficiencias que van en detrimento de la seguridad de circulación.

Las tareas de mantenimiento rutinario, por ejemplo, son una de las necesidades básicas que el sistema de caminos debería tener al día.

“En nuestro país existe una gran deuda pendiente. Los bacheos están mal realizados, la señalización horizontal es deficiente y en banquinas no pavimentadas la falta de corte de pastos y malezas favorece la acumulación de basura. A eso se suma la falta de mantenimiento de la iluminación en autopistas y en accesos peligrosos, y falta de luz también en accesos y retornos de autovías, como por ejemplo en tramos de la Ruta 14”, graficó Luis Arbeleche, especialista en diseño vial.

Los bacheos mal realizados, una constante en rutas y autovías.

A este desolador panorama se suman otros tres factores de importancia como son el rol del usuario activo (el conductor) y del usuario pasivo y el estado general del vehículo.

“El usuario activo tiene conductas motivadas por desconocimientos y/o irresponsabilidad. Las por desconocimiento son atribuibles a las falencias en los exámenes teórico/práctico para la obtención de la Licencia de Conducir. Las por irresponsabilidad son inherentes a la idiosincrasia de los argentinos, que se manifiesta no solamente en la manera de conducir sino en el comportamiento diario (evasión de impuestos, violación de disposiciones de todo tipo, el ‘no te metás’, la falta de escrúpulos). En definitiva, la falta de respeto al prójimo y la falta de solidaridad que denominamos ‘viveza criolla’”, sostuvo Arbeleche, quien además trabajó durante muchos años en el diseño de importantes rutas y autopistas del país, Sudamérica, Centroamérica y del Caribe.

“Como casos emblemáticos que demuestran este comportamiento -agregó- podemos mencionar, entre otros, la baja tasa de uso del cinturón de seguridad (en el Gran Buenos Aires y las rutas turísticas ronda el 48%) y el uso del celular durante el manejo”.

También contribuyen a la inseguridad vial el consumo de mate y/o líquidos durante el manejo y el adelantamiento indebido en rutas de un carril por sentido. Por caso, el accidente de principios de mes en una ruta de Punta del Este, en el que murieron dos personas y otras resultaron gravemente heridas fue protagonizado por un conductor argentino que no sólo se comprobó luego que tenía alcohol en sangre, sino que causó el trágico choque al adelantarse de manera indebida en la ruta.

Distancias entre vehículos

Otro de los errores más comunes tiene que ver con la falta de respeto de la distancia obligatoria de 30 metros que debe existir entre vehículos que circulan en igual sentido a una velocidad promedio de 100 kilómetros por hora.

“En cuanto al usuario pasivo, es muy importante señalar la baja tasa que existe en el uso del cinturón de seguridad en acompañantes (35%) y la necesidad de obligar a menores de 10 años a ocupar los asientos traseros del habitáculo utilizando el correspondiente cinturón de seguridad o sillitas según su peso y/o altura, ya que actualmente solamente el 30% de los menores cumple la disposición”, precisó.

En tanto, el especialista también señaló la importancia de un Estado activo en cuanto al control del cumplimiento de la Verificación Técnica Vehicular: “Es sumamente preocupante el escaso control de las autoridades sobre la VTV. No se entiende, por ejemplo, por qué en los puestos de peaje no se realizan controles de la oblea a pesar de que existen vehículos en circulación con evidentes deterioros”, señaló.

El control del cumplimiento de  VTV es indispensable.

Finalmente, un factor a tener en cuenta a la hora de analizar el estado de las rutas argentinas y la incidencia en los accidentes automovilísticos es el vinculado con la fabricación de muchos de los autos que circulan en nuestro país.

“Las rutas de las redes Nacional, provinciales y municipales, cualquiera sea su categoría (autopista, autovía, ruta o camino vecinal) están diseñadas -y consecuentemente construidas- con parámetros planialtimétricos que, en el mejor de los casos, permiten circular con seguridad a no más de 150 kilómetros por hora. Sin embargo, los vehículos salen de planta en su gran mayoría, preparados para alcanzar velocidades del orden de los 200 kilómetros por hora. Frente a eso, no hay mucho más que decir”, cerró el experto.

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