Cruzada solidaria

Báez Sosa: las historias detrás de quienes recibieron las donaciones de los padres de Fernando

Mientras llegan los alegatos, Silvino y Graciela repartieron lo recaudado en la misa interreligiosa que hicieron en memoria de los tres años del crimen de su hijo Fernando Báez Sosa.

Milagros Moreni
Milagros Moreni viernes, 20 de enero de 2023 · 22:15 hs
Báez Sosa: las historias detrás de quienes recibieron las donaciones de los padres de Fernando

“Convertir el profundo dolor por la ausencia de Fernando en solidaridad y ayuda para los demás como él querría”, fue el deseo de Silvino Báez y Graciela Sosa, padres del joven estudiante de derecho asesinado en Villa Gesell hace tres años. Por eso, mientras esperan la condena a los acusados del crimen, organizaron una colecta solidaria y repartieron lo recaudado a distintas instituciones de la ciudad de Dolores, donde se lleva a cabo el juicio.

Desde el miércoles, cuando terminaron de declarar los testigos y homenajearon en el anfiteatro del Parque Libres del Sur a Fernando Báez Sosa, en el tercer aniversario de su homicidio, Silvino y Graciela recorrieron comedores, merenderos, hogares de menores y de ancianos para acercar su ayuda y compartir un momento con la comunidad.

Todas las personas que los recibieron coincidieron en lo mismo: los alimentos que ellos donaron son útiles y bien recibidos, pero más gratificante y significativo sintieron el contacto, la charla y la presencia del matrimonio en cada uno de los barrios a los que llegaron.

Uno de esos lugares fue el merendero El Maracaná, que nació el 27 de marzo de 2011, a cargo de Andrea Alday, una dolorense. Al lugar asiste a 130 familias por bolsones de comida, meriendas, apoyo escolar y actividades recreativas y persigue un objetivo: que los chicos no estén en la calle, que interactúen entre pares en un espacio de contención y que puedan cubrir sus necesidades.

Este viernes fue un día diferente para Andrea. Pasó la mañana quebrada en llanto por la emoción de haber recibido a Silvino y Graciela. En diálogo con MDZ una de sus asistentes dijo: “Estamos muy agradecidos con los padres de Fernando que, a pesar de todo lo que están pasando, han podido inmortalizar a Fernando en gestos tan solidarios como el que han tenido con nosotros”.

Para la gente de El Maracaná, “Fernando va a vivir eternamente en el corazón de sus papás y en el de todos a través de la ayuda a los demás, del acordarse del prójimo porque estos gestos solidarios caracterizaban a Fernando, así que vamos a estar eternamente agradecidos con sus papás que, pese al dolor, pudieron hacer del sufrimiento un gran gesto”.

Caacupe es otro merendero que recibió la asistencia y la visita de los Báez Sosa. Detrás de él está Cristina Montenegro, una vecina de Dolores que el 10 de mayo de 2020, en plena pandemia, decidió lanzarse a la acción solidaria a partir de ver que crecía en su barrio un asentamiento de personas de nacionalidad paraguaya con necesidades básicas insatisfechas.

Cristina, además, tenía una razón personal para querer ayudar al otro. Su nieta sufrió una difícil enfermedad y a partir de una charla con el cura de la ciudad pensó en desarrollar una actividad que tuviera un impacto positivo en la vida de los demás. “Vi a esas familias pasando necesidades. Ellos viven en casillas, entonces empezamos a ayudarlos”, dijo a MDZ.

Entre el grupo que contiene Cristina hay aproximadamente cien menores. Ellos se alimentan, reciben ropa, útiles escolares y contención. La visita de Graciela y Silvino fue particularmente emotiva porque “se encontraron con sus paisanos”, según Montenegro.

“Cuando los recibimos se me ocurrió mandarle un mensaje a la comunidad paraguaya que viene al merendero para que estuvieran acompañados”, explicó.

Esos no fueron los únicos lugares que recorrieron los padres de Fernando. El Hogar de niñas San José recibió alimentos y sus autoridades lo agradecieron “de todo corazón”. En un comunicado público expresaron: “Valoramos esta noble acción de transformar dolor en solidaridad. Los abrazamos fuerte y deseamos que la Justicia llegue para aliviar tanto dolor”.

La Casa del Niño del Club Argentino de Servicio “2 de Abril” también fue parte del gesto solidario al igual que el Hogar de Ancianas San Vicente de Paul, la Fundación Peñoñori y el Hogar de Ancianos de la Ciudad.

Todo esto generó alegría y emoción en expansión y así se vio reflejado en la cuenta de Instagram de Graciela que con una foto sentada en una silla sobre la caja de una camioneta mostró el antes y el después de haber repartido todo y escribió un texto contundente: “Misión cumplida.

Archivado en