Odontólogos abandonan obras sociales y prepagas: impacto en los pacientes

El acceso a las prestaciones médicas en Argentina se ve condicionado por la realidad socioeconómica que atraviesa el paciente que se encuentra en condiciones de vulnerabilidad frente a un sistema de salud que se burocratiza a medida que las patologías que padecen son más complejas. En el caso de las prácticas odontológicas el problema se acrecienta debido a que dichas prestaciones generalmente no son incluidas en el Programa Médico Obligatorio (PMO) de obras sociales y empresas de medicina prepaga sumado al alto costo de los insumos que son, en su mayoría, importados.

Desde hace unos meses los afiliados a obras sociales y empresas de medicina prepaga vienen percibiendo cambios en las cartillas de prestadores que, en algunos casos, deriva en el pago de consultas particulares o cargos adicionales a los médicos de cabecera. En el caso de los odontólogos el éxodo es cada vez mayor y la problemática se acrecienta.

A nivel nacional se estima que hay alrededor de 60 mil odontólogos mientras que en Mendoza son 1.857 profesionales. Los honorarios que perciben varían según la especialidad y están regulados por la Confederación Odontológica de la República Argentina (CORA), en ese sentido, una consulta básica arranca desde los $3.000.

"El tema insumos es muy complejo en función de mantener los márgenes de ganancia y los honorarios que las obras sociales pagan", contó.

"En las provincias donde no hay facultades de Odontología y la cantidad de profesionales es más limitada se observa un mayor éxodo al sector privado", dijo Gabriel Saracco, Presidente de la Federación Odontológica de Mendoza y secretario de Asuntos Profesionales de la Confederación Odontológica de la República Argentina.

Según los profesionales consultados, la columna vertebral de la problemática radica en las dificultades que registra la Cámara Argentina de Industria Dental para importar insumos que, por un lado tienen altos costos y por otro lado están en falta. "El tema insumos es muy complejo en función de mantener los márgenes de ganancia y los honorarios que las obras sociales pagan", contó uno de los odontólogos que decidió salir de las cartillas de las empresas de medicina prepaga.

Muchos profesionales que decidieron mantener la prestación de sus servicios en las obras sociales están cobrando un plus extra ya que los porcentajes de incremento que perciben por ser parte de las cartillas médicas no acompañan porcentualmente los incrementos que perciben en los insumos, capacitaciones y mejoras de infraestructura que realizan en sus consultorios.

Las demoras en los pagos sumado a que los aranceles no cubren los insumos que se están utilizando derivó en que muchos odontólogos opten por prestar servicios en la parte privada dejando de lado las obras sociales y empresas de medicina prepaga. "Estamos viviendo una situación particular ante la falta de insumos que registra nuestro país. En 30 años de profesión es la primera vez que observo algo así donde muchos profesionales se vuelcan a la actividad privada", manifestó Saracco.

"En la provincia de Mendoza tenemos atención en todos los departamentos con algunos sectores específicos donde la atención se ha visto resentida como por ejemplo el Valle de Uco donde los profesionales no atienden todos los días de la semana", agregó.

En relación a las consultas que registran mensualmente, los odontólogos destacaron que no hay una disminución en la cantidad de pacientes ya que, a pesar de no tener una cobertura a través de una obra social o prepaga, las personas siguen priorizando una salud bucal óptima. "Muchos pacientes dejan de gastar en algunas cosas para invertir en salud bucal ya que la atención odontológica es primordial para la calidad de vida de cualquier persona", destacó uno de los profesionales consultados. 

Uno de los puntos más críticos a la hora de acceder a una cobertura para una prestación odontológica es la escasa inclusión de dichas prácticas en el Programa Médico Obligatorio (PMO) que en gran parte incorpora servicios relacionados a la estética pero no bucales como prótesis e implantes.