Emprendimientos sustentables

La "milagrosa" planta autóctona que es usada en cosmética natural

La jarilla es un arbusto autóctono cuya extracción del Piedemonte está prohibida debido a su rol clave dentro del ecosistema natural. Sin embargo, por sus cualidades antiinflamatorias, descongestivas y cicatrizantes, es utilizada bajo control, para fabricar ungüentos, bálsamos, jabones y shampoo.

Zulema Usach
Zulema Usach domingo, 24 de julio de 2022 · 07:05 hs
La "milagrosa" planta autóctona que es usada en cosmética natural
La jarilla es un arbusto autóctono cuya extracción de la naturaleza está prohibida.

Se trata de una especie característica de la flora nativa que, por cumplir un papel clave en el ecosistema mendocino, su utilización, quema o extracción para diferentes fines está prohibida en Mendoza, de acuerdo a las normas legales vigentes tendientes a preservar su conservación y cuidado. Tanto por el aroma, como por la belleza con la que baña los paisajes del Piedemonte, la jarilla es considerada como la flor de Mendoza por excelencia. Pero además, sus propiedades y beneficios fueron el "as bajo la manga" de largas generaciones de comunidades originarias que supieron dilucidar los secretos de esta noble planta que hoy es considerada una joya con la que se busca potenciar las cualidades de productos de cosmética e higiene, que combinan naturaleza y sustentabilidad.

En Mendoza, al menos cuatro normativas contemplan la preservación y cuidado de este arbusto de tallo leñoso, hojas resinosas y grandes flores amarillas que dan vida a las zonas de montaña, cerros y campos. De hecho, al estar incluida dentro de las especies de flora silvestre, la jarilla es una especie de la flora local protegida y por lo tanto, su recolección está prohibida. En ese sentido, las leyes N° 6.245N° 5961, de preservación del Medio Ambiente de Mendoza (ambas de principios de los '90) se suman a la legislación referida tanto a la protección de las Áreas Naturales Provinciales como a la que da cuenta de la importancia del ordenamiento de los Bosques Nativos. "La principal función de la jarilla es la de preservar el suelo de cualquier erosión porque fija la tierra. Por eso se defiende que no haya más deforestaciones en los montes naturales", advirtió Lorenzo Lorenzo Ferretjans, ingeniero agrónomo e investigador que trabaja en pos de la protección del medio ambiente.

Uso con restricciones y cuidados

Lo cierto es que casi con la misma intensidad que su cuidado y protección rige en la provincia, sus propiedades antiinflamatorias, calmantes y descongestivas son cada vez más requeridas para ser integradas y combinadas con otros productos naturales usados para fabricar, por ejemplo, shampoo, cremas, ungüentos y bálsamos. Según explican quienes han llevado adelante la tarea de investigar sus diferentes usos para aplicarlos a los artículos de cosmética orgánica natural, la jarilla es comprada en dietéticas que cuentan con la necesaria autorización o bien, procede de sitios donde es cultivada específicamente para este fin. Su uso en estos casos, aclararon, se realiza en pequeñas proporciones y de forma rigurosamente controlada. "Sabemos que es una planta que no se puede extraer de manera directa de la naturaleza, por lo cual la conseguimos de compradoras específicas y que están autorizadas a comercializarla", comentó Tatiana Stiglich (33), que desde 2019 ha llevado adelante el emprendimiento denominado Aseo Sustentable.

En su caso, la jarilla es utilizada para la fabricación de un shampoo que ayuda a prevenir y controlar la caída del cabello y una pomada con efectos cicatrizantes. En este caso, la jarilla, en combinación con la lavanda y la manzanilla dan lugar a una pomada que ayuda a aliviar diferentes dolencias, detalló la joven que no dudó en capacitarse para iniciar su propio emprendimiento sustentable, donde la consigna de base es no utilizar productos químicos para la fabricación de artículos de cosmética. "Nuestro interés radica justamente en cuidar la naturaleza", detalló la mendocina que ha indagado por años en el mundo de la fitocosmética y poco a poco logró establecer su propia marca en el mercado, para ofrecer productos 100% naturales.

La flor de la jarilla es amarilla y es considerada la Flor por excelencia de Mendoza. 

Lejos de ser un tema del que no se habla o un producto prohibido, la jarilla es una especie cuyas cualidades benéficas han sido puestas bajo la lupa de numerosas personas que investigan la planta y que poco a poco han querido visibilizarla. Inclusive, en las ferias de productos naturales como así también en la web, es posible encontrar numerosos proyectos que basados en el concepto de sustentabilidad y cuidado el medio ambiente, buscan incluir a la jarilla entre los "ingredientes" fundamentales. Maryline Goigoux (46), es la fundadora de Ida Weis cosmética, un emprendimiento que comenzó años atrás de la mano de un camino de descubrimiento y apertura hacia lo natural.

Productos naturales en armonía con los ecosistemas

Justamente, Maryline destacó que en sus inicios, el proyecto surgió más bien de la necesidad de comenzar a fabricar productos de origen natural que no contuvieran químicos ni aditivos. "Todo comenzó cuando mis hijas pequeñas presentaron dermatitis atópica y aquí no conseguía productos acordes a sus necesidades", recuerda Maryline de aquellos años en que tuvo que viajar a Francia, su país natal, para conseguir un producto que aliviara las molestias que sus pequeñas presentaban en la piel.

Los jabones se realizan a mano, luego de un cuidadoso proceso de selección de materia prima. 

"Fue entonces cuando decidí formarme para comenzar a fabricar yo misma los jabones naturales de manera artesanal", recuerda la francesa que eligió a Mendoza como su lugar en el mundo hace más de una década y media. 

Maryline fabrica jabones con componentes naturales, entre los cuales la jarilla es uno de ellos. 

En su caso, la jarilla es conseguida en un campo de Rivadavia, donde la planta es cultivada especialmente. Cuando viaja al este desde Luján de Cuyo, donde vive, extrae algunas pocas cantidades de la planta para luego incluirla en el shampoo que fabrica. Un bálsamo, que ella misma prepara una vez que macera las hojas de la jarilla sirve como analgésico y antiinflamatorio, según destaca. "La jarilla también tiene la propiedad de ser un antimicótico natural", destaca la técnica en oftalmología, que en Francia se dedicaba a la química y en Mendoza realizó cursos dictados por la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCUyo, donde aprendió a "seleccionar la jarilla sin dañar la planta ni afectar su crecimiento". En ese sentido, Maryline, destacó que "en algunos viveros venden plantas autóctonas para ser cultivadas". 

 

 

 

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