Arte y cultura

El fantasma de Van Gogh

El pintor vuelve a ser noticia por el descubrimiento de un nuevo autorretrato al dorso de otra obra.

Carlos María Pinasco
Carlos María Pinasco domingo, 24 de julio de 2022 · 07:04 hs
El fantasma de Van Gogh

Loco, genial, rechazado e incomprendido en su tiempo, Vincent Van Gogh (1853-1890) vuelve nuevamente a la tapa de los diarios. El reciente descubrimiento de un nuevo autorretrato de Vincent van Gogh al dorso de otra obra lo pone nuevamente en el tapete.

Por ahora solo tenemos la fantasmagórica imagen que los rayos X develaron debajo del cartón del dorso de un lienzo del museo de Edimburgo. Un Van Gogh con chambergo, de cara más redonda que lo habitual, que los expertos habrán de datar seguramente en el último lustro de su tortuosa vida.

Radiografía del hallazgo.

Es el autorretrato número 36. El anterior fue incorporado al catálogo en enero del 2020 después de que los expertos holandeses lo bendijeran tras décadas de polémicas. Pertenece al museo de Oslo y lo muestra devastado tras la crisis que terminó en la mutilación de la oreja.

Autorretrato de Oslo.

Caben en primer lugar algunas reflexiones sobre este extraordinario hallazgo: la primera buena noticia es que Van Gogh pintó su autorretrato en la otra cara del lienzo de la “Cabeza de paisana”. En la historia del arte muchas veces se encuentran obras abajo de otras. Este no es el caso.

“Cabeza de paisana”.

El cuadro claramente es un estudio para uno de los personajes de “Los comedores de patatas” de 1885, el primer gran cuadro del holandés. Es un Van Gogh que todavía no ha ido a París ni se ha enamorado de la luz de la Provenza y pinta a la manera de los clásicos holandeses.

Vincent Van Gogh, "Los comedores de patatas" (1885). Colección del Museo Van Gogh, Ámsterdam.

Una segunda reflexión surge de inmediato: Si ambos retratos (el de la paisana y el del artista) estuvieran pintados sobre un cartón o una tabla (como a menudo sucede) sería posible de abrir el sostén dejando una parte más delgada para cada obra e independizarlas. Hay muchos ejemplos de estos en la historia del arte. En la nuestra, el caso de los falsos Figari de Vogelius es una variación digna de ser contada en alguna otra oportunidad.

Volviendo al autorretrato ahora descubierto, se informa que está tapado por un cartón al que se encuentra encolado. Es plausible entonces pensar que el lienzo nunca estuvo montado en un bastidor. El artista pintó tempranamente a la paisana, guardó la obra y tiempo después, escaso de recursos, recurrió al dorso. Muchos años después ante la necesidad de rigidizar la tela para enmarcarla alguien priorizó a la obra temprana y pegó un cartón sobre el dorso con el autorretrato que ahora renace.

Sin duda la tarea de remover el cartón será exitosa y el nuevo autorretrato aparecerá en buen estado. Así lo augura otra obra de Van Gogh: el retrato del Dr. Félix Rey el joven médico rural que lo asistió en Arlés después que se cortó la oreja: estuvo casi 10 años en un gallinero tapando un agujero de la puerta. Hoy luce impecable en el museo Pushkin de Moscú.

Retrato del Dr. Félix Rey

Así también, no pasará mucho tiempo para que en el Museo de Edimburgo podamos ver “La cabeza de paisana” colgada en un panel bifronte, dar unos pasos y ver del otro lado a Vicent con chambergo, el autorretrato número 36 del loco genial que ya no será la fantasmagórica imagen que por ahora tenemos.

*Carlos María Pinasco es consultor de arte.

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