El emotivo gesto de una maestra mendocina con sus alumnos que trascendió las fronteras

Natalia Cayul es docente hace más de 15 años y, lejos de acomodarse en sus saberes, siempre está aprendiendo. Quizás esa actitud de búsqueda, sumada al deseo de convertir el acto de la promesa a la bandera en un día especial para sus alumnos, lo que la motivó a lanzarse a una nueva aventura. 

"¿Cómo vas a hacer?", le  preguntaron los directivos de la escuela escuela 1-550 Fragata Sarmiento, de Godoy Cruz, cuando les contó qué iba a preparar con sus alumnos de 4to grado B para el acto de la promesa a la bandera. Y ella respondió con naturalidad que iba a aprender, estudiar y practicar con los chicos. 

El objetivo era cantar con sus niños el Himno Nacional en lengua de señas durante el acto del Día de la Bandera que, por sus características, es el más especial para los alumnos de cuarto grado en todo el país ya que es cuando se lleva a cabo la promesa a la bandera. 

¿Fácil? ¿Difícil? Natalia siempre tuvo intriga por el lengua de señas, así es que no se lo cuestionó sino que asumió el desafío. "Algo sabía porque en la época del profesorado había hecho algunos cursos", confiesa, y agrega que en realidad la principal diferencia es que entonces había comenzado por aprender las letras y algunas palabras, mientras que para interpretar el Himno Nacional lo que se hace es expresar frases. 

"Busqué videos en YouTube y empecé a aprender. A los chicos desde el primer momento los sorprendió que podían comunicarse sin usar palabras", cuenta haciendo referencia al proceso que insumió menos horas de clases de lo que ella misma imaginaba. Sumó a la propuesta un desafío extra: les pidió a sus alumnos que no les contaran nada a sus padres así lograban sorprenderlos. 

Y ellos se sumaron al desafío. Así fue como durante el acto del jueves más de uno se emocionó al "escuchar" el Himno Nacional cantado en lengua de señas. 

Si bien actualmente no hay en la escuela Fragata Sarmiento niños integrados que tengan problemas auditivos, Natalia dice que es una situación para la que le gustaría estar preparada. "Aprender lengua de señas es para mí una materia pendiente", comenta y recuerda que cuando daba sus primeros pasos como docente tuvo un par de alumnos hipoacúsicos y, aunque ellos la escuchaban con sus audífonos, siempre se sintió en falta por no saber hablarles en lengua de señas. 

Este reto que asumió con sus alumnos -no sólo interpretaron en lengua de señas el Himno Nacional sino también el Saludo a la bandera- podría ser un hito ya que aún antes del acto, algunos de los chicos manifestaron su deseo de seguir aprendiendo lengua de señas.

Natalia supone que después del acto, que resultó conmovedor para los alumnos y las familias, habrá nuevas inquietudes. Y cree que podría canalizar ese deseo de aprender todos juntos el lengua de señas. "Creo que es importante. No sólo por si llega al aula alguien con discapacidad auditiva, sino también para la vida. Quizás un día puedo ayudar a alguien por saber lengua de señas", comenta con ilusión.