Del caos al silencio extremo: así es el Censo en uno de los barrios más transitados de Buenos Aires
La Ciudad de Buenos Aires amaneció en silencio. Cómo si fuera domingo. O peor aun porque no hay kioscos ni panaderías ni supermercados: los comercios deben permanecer cerrados. Incluso se aquietó el barrio de Chacarita que entre trenes y avenidas es uno de los más concurridos de la ciudad.
El hormiguero diario en torno a la terminal de trenes del Ferrocarril Urquiza, en Chacarita, amaneció este miércoles 18 de mayo con un paisaje desolador. La imagen remite a la cuarentena más estricta de 2020, con las calles vacías y casi todos los locales cerrados mientras el silencio se vuelve actor sustancial de la escena.
Los colectivos, que siempre rellenan la foto de Federico Lacroze y Corrientes, hoy parecen ausentes por su servicio reducido y los trenes salen vacíos. El Censo 2022 parece haber logrado algo imposible: aquietar el ritmo de la ciudad. Calmar a la ciudad que nunca duerme.
Sobre la esquina se erige el Imperio de la Pizza, un clásico de la zona. A pesar de la prohibición de abrir, está abierta. Hay, incluso, algunas personas desayunando pero son pocas: hay mas empleados que asistentes.
Un kiosco 24 horas es el único abierto en toda la zona que ronda la estación, mientras los diarieros trabajan con normalidad como nadie en la zona. "Somos esenciales", aclaran los que tienen más trayectoria y ya vivieron otros censos. Comenta Pedro, histórico canillita del barrio: "La mercadería llega y hay que abrir pero, más que repartir temprano, no creo que venda".
Darío, dueño de una papelera, no estaba para nada contento con la situación de estar limitado para abrir: "Yo tengo clientes y tengo que abrir por si necesitan algo pero no entiendo como estas cosas no se hacen un domingo. No tienen porqué condicionar mi trabajo con sus decisiones".
La zona de Chacarita, poco a poco se va levantando a medida que avanza el Censo 2022. Algunos salen a pasear con el perro, otros a hacer ejercicio pero está muy lejos de la escena habitual del barrio, ni siquiera comparable con un domingo o un día electoral, cuando el ir y venir de tantos es algo común, mientras que un día como el de hoy, cruzarse a otra persona parece ser algo muy ocasional.