Robo de personas

Son mellizos y a los 34 años supieron que fueron robados al nacer

Beatriz y Bernardo nacieron en 1971 en la ex clínica Landi. Hace casi 20 años, ambos iniciaron el recorrido para poder saber sus reales orígenes. Una red de complicidades, secretos y mentiras se sostuvieron para esconder esa realidad por parte de parientes. Un camión, la "dote" para comprarlos.

Zulema Usach
Zulema Usach viernes, 13 de mayo de 2022 · 08:00 hs
Son mellizos y a los 34 años supieron que fueron robados al nacer
Beatriz Vera y su hermano Bernardo buscan a su familia de origen. Fueron robados y vendidos al nacer en el '71 Foto: Gentileza

Fue en medio de una fiesta familiar. Beatriz Vera nunca se olvidará de ese instante en que su vida cambió para siempre: "¿No sabías que vos y tu hermano no son los verdaderos hijos de tu mamá y tu papá?", le dijo un pariente que, pasado de tragos, no tuvo reparos en soltar la verdad que a los largo de 36 años se había mantenido bajo un estricto secreto compartido en la familia y con la complicidad, incluso, de amigos, conocidos y vecinos. Una red de silencios y ocultamientos prolijamente mantenida en los años de crianza de los pequeños. Un caso más del robo de niños y niñas que ya se venía repitiendo en la historia nacional y provincial desde años antes de la última dictadura militar.

Beatriz y Bernardo tienen ya 51 años y desde hace 19, intentan reconstruir su historia. Buscan dar con sus padres o bien con hermanos, hermanas o tíos que pudieran haber formado parte de sus raíces biológicas. Cuenta Beatriz que hasta hoy, no olvida las sensaciones que le generó caer en la cuenta de que en su infancia, adolescencia y adultez había sido víctima de un engaño sin reparos. Estaba embarazada de cinco meses. De hecho, al compartir su relato es como si ese instante puntual se congelara en el tiempo.

Dice que fue allí, cuando cayó en la cuenta de que las versiones de su pariente coincidían con varios interrogantes sin responder por parte de su mamá y su papá de crianza. "Al principio pensé que podía ser una broma o algo así, pero en el momento se me vinieron muchas cosas en la cabeza que durante años había sospechado y que no me dejaron dormir", recuerda la mujer. Ni bien despertó, ese mismo día, Beatriz se fue corriendo a la casa de una tía -hermana de su padre de crianza- para preguntarle si aquello que había oído en boca de su pariente la noche anterior era cierto.

"Ella me dijo que sí; que era verdad que no éramos hijos biológicos de nuestros padres. Me confesó solo eso; me dio la confirmación pero no quiso darme detalle alguno", recuerda la mujer y aclara que a a través de los años en los que ha hecho todo lo posible para saber qué fue lo que sucedió en su nacimiento y el de su hermano, su mamá quien aún vive y tiene 75 años, jamás quiso aportar ningún dato al respecto. "Mi madre de crianza, cada vez que le hemos preguntado, nos dice que ella no sabe nada; que solo nos recibió de bebés y que nos crió. Pero que fue mi padre, quien murió cuatro años antes de que yo supiera la verdad, quien se encargó de todo", dice con una profunda tristeza Beatriz, quien vive en General Alvear, está casada con Miguel (53) y tiene cuatro hijos: Yamila (24), Ignacio (21), Ángela (18) y Paula (15).

Piezas que no encajaban

La docente y mamá, destaca que a lo largo de su vida, antes de enterarse de que fue robada y apropiada en 1971, siempre sintió que habían piezas que no encajaban del todo al repasar su infancia y adolescencia. Aspectos, como las características físicas entre los padres de crianza y los mellizos era justificados por el entorno: "nos decían, por ejemplo, que éramos los dos rubios y de ojos claros por una tía abuela que tenía esas características", rememora Beatriz al contar el red de secretos y complicidades que hasta la actualidad se sostiene entre sus parientes que ya tienen edades más avanzadas. "Cuando les preguntaba, siempre me decían que no sabían nada. Era como si todos, de repente hubiesen perdido la memoria", relata Beatriz. De los meses de embarazo de su mamá, tampoco hay foto alguna.

Beatriz y Bernardo, cuando hicieron la comunión

En la partida de nacimiento de Beatriz y su hermano mellizo, figura que nacieron un 12 de abril de 1971 en la ex clínica Landi, ubicada en las cercanías de la Terminal de Ómnibus y desde donde luego se supo que se practicaron en el lugar numerosos robos de bebés que hasta la actualidad son investigados y cuyas víctimas, al igual que Beatriz y Bernardo están buscando hasta hoy a sus verdaderos padres. Aclara Beatriz que su fecha de nacimiento real es el 11 de febrero de 1971. "Como éramos personas robadas en un contexto de impunidad absoluta, nos anotaron con su apellido directamente. Por eso, para las leyes en teoría nosotros somos hijos legítimos de nuestros padres. Pero la realidad es que ellos nos compraron", aclara la mujer y destaca que en estos casos, el derecho a acceder a la posibilidad de rastrear los orígenes sanguíneos de la persona queda totalmente cercenada a diferencia de los casos de adopción. 

Un camión vendido para comprar los bebés

"Mi padre siempre nos decía que la fecha en la que cumplíamos años era distinta a la que en realidad nacimos porque antes se tardaba más en hacer los trámites de inscripción en el Registro Civil", detalla la mendocina en referencia a la gran cantidad de justificaciones que se tejieron para ocultar la verdad por parte de su familia de crianza. Ella sabe, que en realidad sus padres (es decir, los que conoció como tales) incurrieron en el grave delito de apropiación de personas. "A nosotros nos compraron. A mi padre le costamos una alta suma de dinero y de hecho, el vendió un camión para comprarnos", dice Bety. En realidad, ella una vez escuchó decir al hombre que cuando ella y su hermano nacieron, él tuvo que vender un camión que era propiedad de la familia. "Nos dijo que había necesitado mucha plata porque mi hermano había nacido enfermo; pero eso siempre fue mentira", aclara.

Beatriz y su hermano cuando eran bebés en brazos de su madre de crianza (izquierda) y una tía

Desde hace varios años, Beatriz unió su causa a la de cientos de personas que en Mendoza están buscando su identidad de origen (o que intentan dar con un hijo o hija que fue apropiado por terceros), a través del Colectivo Mendoza por la Verdad. Relata que entre las miles de puertas que comenzó a golpear en su búsqueda por la verdad, intentó contar con la ayuda de las Madres de Plaza de Mayo. "Pero me explicaron que mi caso no entra entre sus búsquedas porque fue antes del '76", aclara. Hoy, Bety decidió hacer visible su historia. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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