Presenta:

Un superalimento andino se arraiga en Mendoza y podría ser pilar en la alimentación del futuro

Originaria de los Andes, la quinua constituyó uno de los pilares nutricionales de los incas, quienes la consideraban “la madre de todos los granos”. Con la llegada de los europeos, debido al carácter sagrado que la quinua tenía las culturas andinas, su consumo fue prohibido y casi erradicado.
1196039.jpg

En el siglo XX, científicos norteamericanos acreditaron los grandes valores nutricionales de la quinua, llamando la atención de instituciones como la NASA, que la convirtió en un alimento fundamental para sus astronautas. 

Más recientemente, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés) ha destacado a la quinua como el único alimento de origen vegetal que contiene todos los aminoácidos y vitaminas esenciales, al tiempo que aporta una alta dosis de proteínas. Este organismo define a la quinua como un “alimento estratégico para la seguridad alimentaria del mundo debido a sus diversas propiedades nutricionales y adaptación al cambio climático”. 

Pero ¿cuáles son las características que convierten a la quinua en un superalimento? Entre sus principales propiedades se encuentra el extraordinario aporte de proteínas, que es superior al de cualquier cereal, con unos valores de entre un 13 y un 22 por ciento, dependiendo de su variedad. Esto hace que la quinua sea ideal para personas que llevan a cabo una alta actividad física.

Además, esta semilla cuenta con hasta un 15% de fibra insoluble por lo que es uno de los mejores aliados contra el estreñimiento. Rica en ácidos grasos omega 3 y omega 6, la quinua es también rica en vitaminas A, B, C y E, y cuenta con un alto contenido en hierro, potasio, zinc, fósforo, magnesio, manganeso y calcio,  necesarios todos para mantener huesos sanos y fuertes. También presenta hierra, indispensable para prevenir problemas de anemia.

Es baja en grasas, y aunque en su composición nutricional nos encontremos con cerca de 300 calorías por cada 100 gramos en crudo, no hay que olvidar que absorbe mucha agua, por lo que la ración media de una persona no supera los 50-60 gramos. Su consumo también se recomienda entre mujeres embarazadas gracias a la presencia de vitamina B9 que contribuye al buen desarrollo del feto. Asimismo, puede ser consumida sin problemas por personas celíacas al no contener gluten y tiene un bajo valor glucémico, lo cual la hace apta para quienes tienen problemas de diabetes.

Otra de las virtudes de este superalimento es que es de lo más versátil en su consumo. Perfecta para protagonizar ensaladas, se puede usar como sustituto del arroz, como guarnición de cualquier plato de carne o de pescado, como ingrediente estrella de un muesli casero, en guisos, en hamburguesas o salteada con verduras.

Ensalada de quinua

Desarrollo de la quinua en Argentina y Mendoza

El reconocimiento mundial de la quinua como un superalimento, así como su versatilidad y adaptabilidad a diversos climas y suelos, han contribuido a un boom de demanda global en la última década. La Argentina no es una excepción: en 2019 nuestro país importaba quinua por un valor de 1,1 millones de dólares, lo cual representa la mitad de lo que se consumía. 

Por todos estos motivos, desde 2013 el Inta San Juan viene trabajando para dar impulso al cultivo, diversificar la producción local y aportar a la seguridad y soberanía alimentaria de la región. Gracias a este esfuerzo se lograron avances en las técnicas de manejo y mejoramiento de la semilla, obteniendo variedades estables con altas potencialidades productivas, como explica Gonzalo Roqueiro, profesional al frente de este desarrollo. 

En este contexto un grupo de emprendedores mendocinos impulsan el cultivo del superalimento en el Valle de Uspallata. A partir de un esquema asociativo, que integra pequeños productores locales con el asesoramiento del Inta, el grupo se propone brindar a los consumidores argentinos un producto alimenticio genuino y económicamente accesible, que además es producido localmente por lo que genera una menor huella de carbono. 

Producción de quinua en Uspallata, imagen tomada poco antes de la cosecha

De este modo, la producción de quinua se presenta como un elemento que agrega valor, diversidad y conocimientos productivos a la comunidad rural de Uspallata, donde la producción de otros cultivos ancestrales por parte de productores locales, como es el caso de los papines andinos, ya ha generado interés por parte de medios de comunicación nacionales, chefs y turistas, aportando a la promoción del territorio y al crecimiento económico local.