Día Mundial del Agua: ¿la solución a la crisis hídrica se esconde bajo nuestros pies?

Cada 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua para recordad la importancia del recurso hídrico y generar conciencia en el cuidado del mismo.
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Este año, Naciones Unidas propone "hacer visible lo invisible" al hablar de la importancia de las aguas subterráneas y dar a conocer al mundo entero el valor y potencial que tienen de brindar a las sociedades enormes beneficios y oportunidades sociales, económicos y ambientales.
El informe, describe los desafíos y oportunidades asociados con el desarrollo, la gestión y la gobernanza de las aguas subterráneas en todo el mundo. El objetivo es establecer una comprensión clara del papel que desempeñan las mismas en la vida diaria, de sus interacciones con las personas y de las oportunidades para optimizar su uso a fin de garantizar la sostenibilidad a largo plazo de este recurso frágil pero disponible en gran medida.
Las aguas subterráneas, que representan aproximadamente el 99% de toda el agua dulce líquida de la Tierra, proporciona la mitad del volumen de agua extraída para uso doméstico por la población mundial, incluida el agua potable para la gran mayoría de la población rural que no recibe el agua a través de sistemas de suministro públicos o privados, y alrededor del 25% de toda el agua extraída para riego, según publicó la ONU.
"Sin embargo, este recurso natural a menudo es poco conocido y, en consecuencia, infravalorado, mal gestionado e incluso abusado", expresa el informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2022. El mismo fue presentado en la ceremonia de apertura del 9º Foro Mundial del Agua en Dakar, Senegal.

"El agua subterránea es fundamental para la lucha contra la pobreza, para la seguridad alimentaria y del agua, para la creación de empleos decentes, para el desarrollo socioeconómico y para la resiliencia de las sociedades y las economías al cambio climático", destaca el informe.
En esta línea, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura sentencia: "Con un aumento proyectado del 50 % en la demanda de alimentos, piensos y biocombustibles para 2050, en relación con los niveles de 2012, el agotamiento de las aguas subterráneas, si no disminuye, amenaza con socavar la seguridad alimentaria, los suministros básicos de agua y la resiliencia ante la crisis climática a nivel mundial".