Vive en Argentina y denuncia que su hermano ucraniano fue secuestrado por las tropas rusas

Un elemento por el que será muy recordada la invasión de Rusia sobre Ucrania es por la particular cobertura que supone haber visto todo en tiempo real como ningún otro conflicto bélico en la historia. Procurando que la justicia sea implacable sobre lo crímenes que esconde este capítulo que Vladimir Putin decidió escribir, esperemos que tanto material pueda participar como evidencia los vejámenes contra civiles en Ucrania. El relato de una familia ucraniana que vive hace dos décadas en Argentina y que hoy lamenta la desaparición de su único hijo residente en Kiev, conmueve y retrata los alcances del conflicto.

Una traductora pública del idioma ruso al español, Anna Khobta, compartió las desesperantes horas que vive su familia desde que el 5 de marzo su hermano Oleksandr residente en Vishgorod (afueras de Kiev) fuera secuestrado por soldados rusos a la vista de su mujer y su hijo. 

Se trata de una familia ucraniana de cinco personas. Los padres y Anna migraron a Argentina hace 22 años. Una hermana mayor vive en Reino Unido y Oleksandr se quedó en Ucrania junto a su familia. "Mi hermano el 24 de febrero nos escribe vía WhatsApp a las 2 am (horario argentino) -detalla Anna- que los había invadido Rusia y que se tenían que esconder. Había empezado la guerra. Le preguntamos que harían y la respuesta fue que se tendrían que ocultar y que un vecino les presta el sótano para refugiarse ahí".

El hermano de Anna, Oleksandr, vive en las afueras en un pueblo que se llama Vishgorod en el que la única alternativa era irse a un refugio porque fue uno de los primeros pueblos en ser tomados por los tanques rusos. "Eran siete personas, él, su mujer, el hijo de la mujer y la familia de ella".

Con el pasar de los días empezaron a perder comunicación. "Lo que él podía contarnos es que fueron perdiendo primero la luz, después el agua y finalmente la conexión. Finalmente el 4 de marzo es la última vez que tenemos un contacto respecto a él".

Ya sin información, la familia Khobta en Buenos Aires sólo recibe información llega a través de un mensaje de un celular desconocido que les dice que "las siete personas de tu familia están vivas es lo que tu hermano te quiere transmitir".

El 10 de marzo fue el cumpleaños de Oleksandr a quien su familia le dice "Sasha" y a través de una publicación en las redes sociales, su hermana desde Argentina le grabó un mensaje de saludo para los 40 años de su hermano que continúa desaparecido.

"Lamentablemente ese saludo nunca llega. Dos días después (12 de marzo) me contacta a través de Facebook mi cuñada y me dice que ella había podido huir con el nene y que a mi hermano el pasado 5 de marzo lo golpean los soldados rusos y se lo llevan detenido siendo civil. Él (Sasha) sale del sótano a buscar señal para comunicarse con su familia o con un amigo, le sacan el teléfono, lo revisan y le golpean le ponen una bolsa en la cabeza frente a su mujer y su hijo y se lo llevan".

Luego de explicar lo que sucedió con su hermano, Anna aclara que esto está sucediendo todos los días en su país. "Cuando mi cuñada fue a realizar la denuncia, la policía le dijo que estaban recibiendo cientos de denuncias de civiles detenidos o desaparecidos de los que no había rastro desde el 24 de febrero hasta el 10 de marzo que es la fecha en que en ese sector hubo un corredor humanitario".

Consultada sobre el funcionamiento de los corredores humanitarios que se habían acordado entre Volodimir Zelensky y Vladimir Putin, Khobta contó que "algunas personas pudieron ser evacuadas, otras huyeron. Lo que suele suceder en los corredores en Ucrania es que los soldados rusos no paran con los disparos. Estos veinte días fueron evacuados más de 130 mil personas gracias a los corredores pero siempre con el riesgo de los ataques".

La situación de los civiles en Ucrania es desprotección total. "Las personas que según las reglas de la guerra deberían estar al resguardo por parte de los soldados que no deberían tocar a los civiles y los están haciendo desaparecer. Estos últimos días en la comisaría decían que algún civil fue liberado y que habían sido torturados, les decían que iban a violar a sus mujeres y que serían tratados como traidores a la patria".

Por estos días, la comunicación entre Anna y su cuñada es frecuente. Consiguió trasladarse a una zona más campestre, pero le causa mucho temor informar las coordenadas en las que está. Su salida del país, es difícil ya que "donde ella está de Este a Oeste, es el centro de ucrania por eso para ella llegar a la frontera sería cruzar medio país y no tiene recursos. Ella está muy shockeada ya que el hijo más chico prácticamente no habla".

El Gobierno de Volodimir Zelensky decretó ayer por 36 horas el toque de queda en Kiev. "Vitali Klichkó, el alcalde de la capital ucraniana aseguró a través de sus medios oficiales que ayer continuaban bombardeando ciertos sectores civiles de la ciudad y que el toque de queda es para el resguardo de los civiles pero que los masculinos que se unan para luchar y que los que se fueron vuelvan".

La familia de Anna es una síntesis de cuánto une a ucranianos y a rusos. Su papá es de Rusia y su mamá es de Ucrania. En la casa se hablan los dos idiomas. "Siempre vivimos un patriotismo ucraniano pero con gran respeto por el pueblo los rusos. Nosotros a partir de esto no odiamos a los rusos, siempre fuimos pueblos hermanos".

Por otra parte, las divisiones existen. "Por supuesto que hay personas pro rusas pero también hay patriotas ucranianos. Cuando Zelensky se presenta como candidato para presidente dice que ucrania debe formar parte de la UE (Unión Europea) y de la OTAN. Cuando asume con el 73% de los votos realiza una consulta popular y el pueblo ucraniano le dice que sí. Eso es legitimidad".

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