Emergencias

La emotiva despedida a Ana que pasó más de 100 días internada tras contagiarse covid

Ana Camorano ingresó al Hospital Fernández hace más de tres meses. Permaneció cerca de 50 días en la terapia que funciona en la zona de Emergencias desde que comenzó la pandemia en 2020 y este viernes el personal del hospital la despidió con aplausos cuando le dieron el alta.

Florencia Rodríguez Petersen
Florencia Rodríguez Petersen sábado, 7 de agosto de 2021 · 06:52 hs
La emotiva despedida a Ana que pasó más de 100 días internada tras contagiarse covid
El personal del hospital se emocionó al despedir a Ana Camorano, que estuvo internada por más de 100 días.

"Esta es una historia de resiliencia", titula María José Colina, médica emergentóloga que trabaja en el Hospital Juan A. Fernández de la Ciudad de Buenos Aires. Habla de Ana Camorano, una paciente a la que recibió hace más de 100 días y que hoy conmovió a todos al recibir el alta e irse caminando del hospital. Pero también habla del servicio en el que trabaja desde hace 16 años y que debió reconvertirse en 2020. 

Habitualmente, los pacientes llegan a la guardia y reciben atención en emergencias. "Es un servicio que se armó hace muchos años. Es un área bastante picante y muchas veces no tenido en cuenta por las autoridades", dice. Y señala que emergencias es "el buffer del hospital, porque es un área bastante elástica". Acto seguido explica que luego de declarada la pandemia y ante la necesidad de contar con más espacios de atención para pacientes críticos de covid, cerraron el área -habituada a recibir trauma- y la transformaron en una terapia

"El año pasado, de un día para el otro nos dijeron que íbamos a ser terapia. No nos quedaba otra que aceptar y muy a la fuerza empezamos a trabajar. Fue un trabajo de equipo. Se sumaron los kinesiólogos de lo que se llama VNI (ventilación no invasiva), que es un sistema de ventilación diferente que se usó mucho en manejo del covid. Son especialistas en respiración mecánica y se sumaron a nuestro equipo. Venimos atendiendo pacientes como si fuéramos terapistas, que no somos. Mágicamente tenemos la misma mortalidad que tiene la terapia intensiva y eso habla de que no estamos haciendo las cosas tan mal", reflexiona.

Colina está orgullosa del equipo de emergentología del que forma parte. "Es un servicio chiquito, somos 15 médicos y unos 5 o 6 enfermeros en cada uno de los 4 turnos, además de los que cubren los turnos del fin de semana", dice. Y desarrolla su teoría de por qué logran realizar tan buen trabajo cuando, por decisión del director del Hospital, debieron convertirse en una terapia: "Una de las cosas que tiene nuestra especialidad es que trabajamos continuamente en un clima de incertidumbre. Mi día nunca es igual al siguiente. Nunca sé lo que voy a recibir. Eso es parte de ser emergentólogo. Creo que esa capacidad de moldearnos a la situación hizo que pudiéramos ponerle el hombro a la situación. lo vivimos como desafíos personal y de equipo". Colino destaca el esfuerzo extra que hicieron también los residentes del área. "Ellos también se cargaron al hombro la responsabilidad y se pusieron a nuestra par", sentencia

La internación más larga en emergentología

Y enseguida vuelve al detonante de la charla: el emotivo aplauso con el que el personal de salud despidió a Ana. "Ella estuvo con nosotros como 50 días, ventilada. Pobre mujer... Le pasó de todo. En varias ocasiones pensamos que se moría. Ana debe tener unos 70 años y llegó al hospital con covid hace más de 100 días", comenta Colina. "El video se gravó en la parte clínica. Ana había atravesado el periodo crítico de su enfermedad en emergencias, estuvo más de 50 días con nosotros, en nuestra 'terapia'. Pero una vez que superó eso, pasó a una sala común y de ahí se fue caminando". 

"Un kinesiólogo compartió el video y dijo: 'Miren a Ana irse caminando'. No lo podemos creer", cuenta y enfatiza: "Ella estuvo internada más de 100 días, de los cuáles la mitad permaneció en estado crítico. Ahora hay otros dos pacientes a los que vimos muy mal y hoy vemos que nos contestan: ¡es un milagro!". Esa es, justamente, una de las principales diferencias entre emergencias y terapia: los médicos nunca veo la evolución de los pacientes. "Y es gratificante verlos", reconoce Colina. "Por ejemplo, saludar a Rocío, que tiene 40 años, y que me conteste, me emociona. La ví en coma durante 30 días y hubo semanas en las que pensamos que se moría de lo mal que estaba", dice consciente del impacto que su trabajo tiene en el bienestar de los pacientes. Y feliz por el alta de Ana, la paciente que más días estuvo internada en emergencias, "nuestra terapia", como dice Colina.

 

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