Sorprendente: ¿a cuánto vende un alimento un productor y cuánto lo pago en el supermercado?

La Federación Agraria Argentina (FAA) realizó un informe para demostrar la marcada diferencia en los precios recibidos por los productores de los que se exhiben en supermercados. En el comunicado desde el campo dejaron en claro que “Los productores agropecuarios no somos formadores de precios, pese a que los funcionarios muchas veces intenten instalar ante la sociedad lo contrario”.

En el informe la FAA presentó un cuadro comparativo en el cual demostraba cuánto se podría comprar de diversos artículos de las economías regionales que forman parte de la canasta básica con $1.000 en tranquera y cuánto podría comprar el consumidor final en supermercados. "Esta es la diferencia del poder adquisitivo de un billete de $1.000 entre lo que recibe el productor por vender su producción y lo que paga el consumidor en la góndola de un hipermercado", expresan en el estudio.

El caso más llama la atención es el de la cebolla, el productor recibe $5 por kilo, mientras que los supermercados la venden a $89,90. Una gran diferencia que resulta aún más sorprendente si se considera que con $1.000 una persona puede comprar 200 kilos de cebolla al productor, mientras que con ese monto en el supermercado solo se adquiere 11 kilos. En el informe también se compara el precio de la manzana roja, al productor se le paga $25 por kilo y en una góndola se consigue a $200; es decir que con un billete de 1.000 se compra 40 kilos al productor o tan solo 5 kilos en un hiper.

En las frutas también hay gran diferencia de precios. La pera Williams el productor la vende por $20 por kilo, mientras que en las góndolas al público está a $159; es decir que con $1.000 pesos en el supermercado me llevo 14,50 kg, mientras que en el campo me llevaría 50 kg.

El arroz también forma parte de la lista de productos que reciben un importante incremento de su precio al llegar a las góndolas. Al agricultor se le paga $25 por kilo y en góndola el valor alcanza los $156,90. En la papa, el precio casi se triplica de los $20 en tranquera a los $69 al consumidor, lo mismo que en la leche, que pasa de $30 a $81,75 por litro.

“Claramente, las cifras son contundentes y demuestran que no sólo no somos formadores de precios, sino que los productores somos los más castigados por la inflación, en un contexto donde producimos especialmente para el mercado interno”, sentenciaron en el informe desde la FAA.

Además, aseguraron: “Somos junto a los consumidores los dos eslabones más afectados por el impacto de la inflación que nos golpea, sin que quienes nos gobiernan logren atenuarlo”.