Dia de lucha

Cuando las vacunas no alcanzan: la hepatitis viral causa una muerte cada 30 segundos

Cerca de 300 millones de personas padecen esta enfermedad viral y por eso es necesario tomar conciencia de su impacto. En el Día Mundial contra la Hepatitis es fundamental conocer datos clave sobre una enfermedad que sigue siendo una amenaza.

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MDZ Sociedad miércoles, 28 de julio de 2021 · 07:00 hs
Cuando las vacunas no alcanzan: la hepatitis viral causa una muerte cada 30 segundos

Según datos de la Organización Mundial de la Salud cada año mueren por causas ligadas a hepatitis virales más de un millón de personas en todo el mundo. En América la cifra asciende de 23 mil muertes por Hepatitis B y 84 mil por Hepatitis C. Se estima que cada año hay 10 mil nuevos contagiados en la región y que el número de infectados en el mundo ronda los 300 millones de personas. 

Ante estas alarmantes cifras, la OMS enfatiza la "necesidad urgente de actuar para eliminar esta enfermedad como amenaza a la salud pública de aquí al 2030". La primera clave para enfrentarla es la información. La Dra. Alejandra Mabel Camino, Magister en Biología Molecular, Diabetóloga de DIM Centros de Salud explica que "hepatitis es un término que define un estado inflamatorio del hígado. Esto se produce como respuesta a un mecanismo de daño de las células hepáticas y sus tejidos circundantes. Él o los agentes productores de daño hepático que conllevan a una inflamación pueden ser tóxicos (alcohol, fármacos, solventes, etc.), infecciones virales, infecciones por otros agentes y enfermedades inmunológicas".

Existen cinco tipos de hepatitis a las que se identifica con letras: A, B, C, D y E. Si bien todas provocan enfermedad hepática, cada una impacta de forma particular. 

Hepatitis A: se transmite por agua o alimentos contaminados

Al igual que la hepatitis E "se transmite por consumo de agua o alimentos contaminados. Suele provocar una infección leve, con una recuperación completa al cabo de unas semanas. La mayoría de las personas infectadas pueden sufrir una amplia gama de síntomas (entre dos y siete semanas después de haberse infectado): fiebre, pérdida de apetito, calambres en el estómago, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos); orina oscura y fatiga", desarrolla la Dra. Camino, La buena noticia es que este virus e puede prevenir con una vacuna que, desde 2005 forma parte del calendario nacional de vacunación. 

Hepatitis B: con baja tasa de contagios en el país

"Se transmite cuando la sangre, la saliva, el semen u otros líquidos corporales de una persona infectada, incluso en cantidades microscópicas, entra en el cuerpo de una persona no infectada", explica la especialista y agrega: "Este tipo de virus puede provocar cirrosis y cáncer de hígado, aunque si se detecta a tiempo, se puede tratar y evitar que la enfermedad progrese". También hay una vacuna que previene esta enfermedad. La misma forma parte del calendario nacional de vacunación desde hace casi 30 años (fue incluida en 1992) y gracias a esa estrategia la tasa de contagios en Argentina disminuyó significativamente.

Hepatitis C: sin vacuna, pero con tratamiento efectivo

Se contagia de la misma forma que la variante B y suele derivar en cuadros agudos y crónicos. "No disponemos de vacuna para este virus y es habitual que permanezca en nuestro cuerpo dado que suele escapar y burlar a nuestro sistema inmune", detalla Camino y añade: "Los tratamientos actuales de la hepatitis C logran un éxito de erradicación del virus que permite tasas de curación entre un 90 a 100% con tratamientos más cortos y con menos efectos adversos. Como resultado, las consecuencias de su curso crónico (cirrosis, cáncer hepático y trasplante) disminuyen considerablemente".

Hepatitis D: ocasional, pero potencialmente peligrosa

"Se transmite sobre todo por vía sanguínea, a través de jeringas usadas por personas infectadas o por compartir objetos de higiene personal", afirma la doctora. Además, explica que este tipo sólo puede afectar a las personas infectadas con hepatitis B, ya que de otra forma la variante del virus no logra sobrevivir en el organismo. La simultaneidad de ambos virus puede derivar en cuadros graves.

Hepatitis E: aun sin vacuna ni tratamiento

Aunque se transmite igual que la hepatitis A, no cuenta con una vacuna. Su prevención pasa por extremar las medidas higiénicas y evitar el consumo de bebidas y alimentos contaminados. Tampoco causa enfermedad crónica.

El virus ataca al hígado

“La hepatitis afecta al hígado, conformando enfermedades agudas y enfermedades crónicas. En el caso que lleven a una enfermedad aguda, si el daño es extenso, pueden afectar severamente la funcionalidad hepática y ponernos en riesgo de vida", dice Camino al tiempo que desarrolla cuáles son las funciones de este órgano: "El hígado cumple diversas funciones vitales, como detoxificación y síntesis de proteínas fundamentales, entre otras. Los virus también pueden dar lugar a procesos inflamatorios crónicos, que derivan en daño y reparación permanentes, mientras el agente viral no logre ser erradicado de nuestro organismo. Esta circunstancia acarrea desarrollo de cicatrización progresiva denominada fibrosis hepática, con diversos grados progresivos, hasta llegar a la cirrosis”.

Los cuadros hepáticos podrían incrementar el riesgo de desarrollar cáncer hepático. "Un concepto muy importante respecto de la fibrosis hepática, aún en la etapa de cirrosis compensada, es notar que puede ser una situación reversible. Es decir, se puede retroceder a estadios menos avanzados con recuperación de su funcionalidad; siempre y cuando se logre eliminar el virus con los fármacos antivirales y la acción de nuestro propio sistema inmune", aclara la doctora.

Cada vez más, los especialistas recomiendan testeos periódicos que permitan detectar esta enfermedad tempranamente a fin de iniciar cuanto antes el tratamiento adecuado que permita minimizar el riesgo y mejorar mejorar los resultados. De hecho, según la información de la Organización Panamericana de Saludo sólo se diagnostica el 18% de los casos de hepatitis B y el 200% de quienes padecen hepatitis C. Entre los diagnosticados, sólo una minoría accede a tratamientos.

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