Batán de Tejeda

Pasé y miré: deterioro y abandono de un patrimonio sanmartiniano

Si bien forma parte del circuito histórico sanmartiniano de la provincia, el sitio del Batán de Tejeda, ubicado en el límite entre Las Heras y Ciudad, presenta un estado avanzado de deterioro producto de la desidia y el abandono de las autoridades durante muchos años.

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MDZ Sociedad miércoles, 24 de febrero de 2021 · 19:26 hs
Pasé y miré: deterioro y abandono de un patrimonio sanmartiniano
Foto: Gentileza

Si bien forma parte del circuito histórico sanmartiniano de la provincia, el sitio del Batán de Tejeda, ubicado en el límite entre Las Heras y Ciudad, presenta un estado avanzado de deterioro producto de la desidia y el abandono de las autoridades durante muchos años.

El sitio considerado como el antiguo Batán de Tejeda se encuentra en la intersección de calles Coronel Díaz y Federico Moreno, sobre el canal Jarillal, donde en 1816 y por encargo del propio José de San Martín se abatanaron los uniformes del Ejército de los Andes poco antes del cruce hacia Chile. Dicha tarea estuvo a cargo de Andrés Tejeda, quien reacondicionó un molino propiedad del Gobierno provincial y diseñó los aparatos para engrosar las telas utilizadas en la confección de los uniformes.

Sin embargo, todavía hay debate entre los historiadores sobre el verdadero sitio donde estuvo emplazado este batán, ya que hasta mediados del siglo XX se creía que había estado en una antigua finca ubicada en calle Almirante Brown, del distrito lasherino de Panquehua, hasta que Juan Draghi Lucero planteó la hipótesis que en realidad se hallaba en Coronel Díaz y Mariano Moreno, al norte del viejo casco urbano de la capital provincial. De todos modos, ambos lugares fueron declarados como "sitios históricos" para su conservación.

En el pequeño solar frente al canal Jarillal solo se conservan los restos de un molino, una noria y una batanería donde se readaptaban las telas, además de cartelería y señalización de distintos años que demarcan el sitio. Sin embargo, la zona presenta un evidente estado de abandono.

Vecinos y transeúntes esperan que el sector sea debidamente refaccionado y conservado para resguardar el pasado sanmartiniano de Mendoza.

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