Fallecimiento de Menem

Cierre de los ferrocarriles: el sello del menemismo que impactó directamente a Mendoza

Una decisión política que puede pasar desapercibida a la hora de hacer un balance sobre la gestión del exmandatario, pero que hizo un daño irreparable en el sistema de transporte de cargas y pasajeros a nivel nacional.

Diego Gubinelli martes, 16 de febrero de 2021 · 06:43 hs
Cierre de los ferrocarriles: el sello del menemismo que impactó directamente a Mendoza
Foto: LEONARDO CACCIOLA/HORIZONTE FERROVIARIO

El fallecimiento del expresidente Carlos Saúl Menem ha desatado discusiones de sobremesa acerca de si sus mandatos fueron buenos o no. Muchos deciden abordar el tema desde lo económico -por ejemplo mencionando el famoso 1 a 1 o los créditos para adquirir viviendas. Otros no olvidan los atentados de 1992 y 1994 o la explosión de la Fábrica Militar en Río Tercero, Córdoba, ocurrida en 1995.

Sin embargo, poco se habla sobre lo que fue una de las decisiones políticas más polémicas y perjudiciales para nuestro país: la privatización y cierre de ferrocarriles. Pues este "ferrocidio" -como dice la gente cercana a la industria ferroviaria- significó la perdida de trabajo para miles de familias, la desconexión de pequeños pueblos que dependían de los trenes para mantener su economía en funcionamiento y finalmente la desidia estatal por parte de los gobiernos de turno que nunca realizaron las inversiones correspondientes, dejando en abandono infraestructuras históricas.

En 1990, Argentina contaba con 34.000 km de vías, un número impensado para quienes sueñan con la reactivación del sector. Ya en 1991, Ferrocarriles Argentinos comenzó el proceso de privatización, el cual tuvo su etapa más crítica en 1993 y concluyó en 1999 con el cese de operaciones de cargas bajo la regulación del estado nacional. 

Tal cual fue mencionado, esto derivó en grandes problemas para pueblos del interior, especialmente en Mendoza, donde su desconexión con el área metropolitana provocó que muchos pueblos se transformasen en "lugares fantasmas". De esta manera, el impacto económico marcó un antes y un después y todavía quedan vestigios de esta polémica decisión política.

Desde MDZ nos comunicamos con un protagonista que vivió en carne propia el cierra de la industria. Dante Accornero, de 88 años de edad y con una larga trayectoria en el ferrocarril, fue lapidario al referirse al exmandatario y expresó: "Con la clausura de los ferrocarriles murieron pueblos y ciudades. Esto tiene nombre y apellido: Carlos Menem. Él mismo fue el que dijo "ramal que para, ramal que cierra'".

Dante se desempeñaba como jefe de Distrito de Vía y Obra en la línea Belgrano, particularmente en el Ferrocarril Trasandino y cuenta que el apego hacia los trenes viene de tradición familiar. Por su parte, al recordar el proceso de privatización, deja en claro que la estructura venía fallando hace tiempo y que "Menem dio el golpe final".

"Esto empezó con  Arturo Frondizi y lo terminó Menem con sus amigos. Las provincias no tenían nada que hacer. Las decisiones se tomaban en Buenos Aires".

“Yo tuve la renovación del Trasandino. En ese momento me querían hacer firmar mejoramientos de obras que nunca se hacían. Ahí te dabas cuenta de lo que se venía" agregó.

Accornero lamenta lo sucedido en la década de 1990 y remarca que luego de aproximadamente 30 años la gente está comenzando a notar que un país no puede desarrollarse sin una buena estructura ferroviaria. Además, comenta acerca de lo que fue la pérdida de fuentes de trabajo para numerosos empleados. “En el ferrocarril siempre vi cosas buenas y malas -como en todo-, pero era satisfactorio ver cómo la gente se acercaba al ferrocarril para trabajar o para darle vida a pueblos. En esa época teníamos más de 600 personas que trabajaban en vías y obras en nuestra región. Todas estas personas quedaron sin trabajo. Algunos acordaron indemnizaciones, pero finalmente no fue lo que se esperaba. Algunos no recibieron un mango".

A dos días de la muerte del reconocido político argentino y en tiempos donde parte de la ciudadanía reclama con nostalgia la reactivación del sector, es de vital importancia no olvidarse de esta maniobra política que terminó de destruir lo que fue el ferrocarril bajo una mirada federal.

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