Dijeron que nunca caminaría, pero un sueño la convirtió en la primera piloto con discapacidad de Latinoamérica
Belén Ameijenda fue diagnosticada con espina bífida, la cual afecta a sus miembros inferiores. A pesar de que los pronósticos eran poco alentadores, hoy camina y busca competir en automovilismo.
“Cuando nací los médicos dijeron que jamás iba a poder caminar”, comparte Belén Ameijenda (25). Sin embargo, su fortaleza y dedicación la ayudaron a superar todo diagnóstico y hoy es la primera piloto mujer con discapacidad de toda Latinoamérica del Automovilismo Deportivo.
Belén fue diagnosticada con una malformación congénita denominada espina bífida, la cual afecta a sus miembros inferiores. Los médicos le informaron a sus familiares que esto no permitiría que ella caminara. Pero contra todo los pronóstico y gracias a una excelente rehabilitación puede desplazarse sin dificultad con sus bastones canadienses; y no solo eso, también busca competir en automovilismo.
Pero llegar hasta donde está ahora no fue nada fácil, llevo mucho esfuerzo, tiempo y dedicación. “La rehabilitación fue bastante exigente, fueron muchos días a la semana junto a mi kinesióloga, y hoy mi madrina, Florencia Orzali. Ella me realizaba diferentes ejercicios y movimientos para que yo sesión tras sesión, pueda ganar un poco más de musculatura, y a la vez, fortalecer los músculos que ya tenía", detalla Belén y añade: "Fue una rehabilitación que duró 11 años".
Su amor por el automovilismo comenzó desde muy chica, a los cuatro años viendo las carreras de Fórmula Uno y TC. “El deseo de ser piloto estuvo siempre en mi vida. Sin embargo, no lo veía posible por mi discapacidad”, cuenta. Pero su visión cambió totalmente cuando vio competir a Juan María “Gatito” Nimo, el joven que a los 18 años sufrió un accidente en motocross que le provocó una lesión medular y le dejó las extremidades inferiores inmovilizadas; pero que superó la adversidad y ahora es automovilista. “Pude entender que no todo estaba perdido. Fue allí que me puse a ver si podía llegar al automovilismo”.
“Pude entender que no todo estaba perdido. Fue allí que me puse a ver si podía llegar al automovilismo”.
Comenzaron los trámites, los estudios médicos y las idas y venidas, pasaron varios meses y la paciencia se agotaba. “Cuando veía que los trámites médicos y administrativos tardaban, pensé en dar un volantazo y dedicarme a otro deporte. Pero entendí que toda espera vale la pena, y decidí no alejarme del automovilismo, ser paciente y esperar”, confiesa la joven.
Pasaron 6 meses, finalmente Belén lo logró: “Pude convertirme en la primera mujer piloto con discapacidad de América Latina con todas las habilitaciones correspondientes para poder competir”.
La piloto cuenta que pese a ser un deporte con un mayor número de hombres que de mujeres, todos la recibieron de una gran manera, “pude hacerme de mi lugar de una forma excelente, varios pilotos me incentivaron a seguir adelante”.
Belén Ameijenda ya cuenta con su auto para poder competir. Pero para poder participar el próximo año en la categoría zonal Fiat, precisa una butaca homologada que le permita adaptar el auto a su condición para poder manejarlo. Además, comparte que necesitan “de todos los sponsors que se quieran sumar”.
Quienes quieran colaborar con Belén y acompañarla a cumplir su sueño pueden contactarla a través de su cuenta de Instagram @belu.honda