Amnistía Internacional pidió que designen a una mujer en la Corte Suprema
A un mes de la renuncia de Elena Highton de Nolasco, ministra de la Corte Suprema por los últimos 17 años, Amnistía internacional exigió a Alberto Fernández que postule una mujer para ocupar el cargo. Aseguran que la experiencia muestra una mejoría en la incorporación de la perspectiva de género.
Hace exactamente un mes presentó la renuncia Elena Highton de Nolasco, ministra de la Corte Suprema de Justicia. El proceso está a cargo del jefe de Estado que debe nombrar el reemplazo con el acuerdo de dos tercios de los miembros presentes del Senado de la Nación. Ayer Amnistía Internacional Argentina, junto a otras organizaciones, enviaron una carta al presidente Alberto Fernández para solicitar que nomine a una mujer para el puesto ya que consideran que sino se estaría contradiciendo el principio de igualdad presente en la Constitución y varios tratados internacionales a los que Argentina suscribe.
En No cantes victoria indagamos junto a Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina, qué significa que las mujeres estén representadas en el Máximo Tribunal de Justicia. "Desde su creación en 1863, en estos casi 140 años estuvo compuesta exclusivamente por varones. Solamente desde el 2003 cuando Néstor Kirchner sanciona el decreto 222 se establece que debe haber mujeres en la composición de la Corte. A partir de ese momento se designa a Carmen Argibay y a Elena Highton de Nolasco". Son entonces las dos primeras mujeres ministras elegidas en un Gobierno democrático.
Ellas crean la OVD (Oficina de Violencia Doméstica) y la Oficina de la Mujer. Esto constituye "dos pasos fundamentales para documentar la discriminación estructural de las mujeres y las estrategias para revertirlo". A su vez, "el mapa de género de la Justicia argentina que es un relevamiento periódico que hace la Oficina de la Mujer muestra que pese a que la composición del Poder Judicial es mayoritariamente femenino, la presencia de mujeres en los cargos mas jerárquicos es inferior. Entonces lo que se configura es como una segregación horizontal, pero vertical. Esto contradice nuestra constitución en lo que se refiere al principio de igualdad y no discriminación, tratados internacionales de Derechos Humanos (DDHH) y el decreto de Néstor Kirchner".
Si nosotros queremos una igualdad sustantiva en la participación política de las mujeres tiene que estar reflejado en las conformaciones de los distintos ámbitos de gobierno y por supuesto en la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
"La presencia de mujeres con perspectiva de género en la Corte lo que hizo es promover un debate más plural y diverso dentro del órgano" aseguran desde Amnistía. Y también "es avanzar en materia de protección de DDHH de la mujer". Ahora bien, ¿cómo sabemos que la inclusión de mujeres en estos puestos mejora las instituciones en términos de incorporación de la perspectiva de género? "Lo afirmamos desde las organizaciones porque tanto desde la experiencia en la Corte Interamericana de DDHH, las cortes en América Latina e incluso en las cortes locales de nuestro país nos han mostrado que cuando las mujeres ocupan estos cargos de toma de decisiones, esto se refleja en la elaboración y desarrollo de los estándares dentro de las sentencias que garantizan y protegen los derechos de las mujeres de otra manera a como lo hacen los varones".
Cuando se debate sobre la incorporación de mujeres en espacios de poder, surge la inquietud sobre si se trata o no de personas idóneas para el cargo. Esto constituye al menos una falacia. "En Argentina hay numerosas juristas que satisfacen con creces los requisitos para ocupar el puesto. El presidente tiene un gran abanico de nombres de mujeres para el reemplazo de Elena Highton de Nolasco".
¿Cómo se eligen los ministros de la Corte Suprema de la Nación?
El procedimiento para la selección de los integrantes de la Corte Suprema de Justicia cambió sustancialmente con el decreto 222/2003. "El presidente envía la terna de quiénes cree que tienen que ocupar el cargo. Esto se aprueba con dos tercios del Senado en una audiencia pública a la que las personas pueden asistir y hacer preguntas o enviarlas y los legisladores también pueden hacerlo".
La directora de Amnistía Argentina destaca que las audiencias públicas son muy interesantes ya que "allí se puede conocer qué piensan los jueces, qué posiciones tienen" y después de todo se trata de "quienes deciden el destino de la vida de las personas de forma directa". Sin embargo en línea general se sabe muy poco de los jueces, de allí que esa instancia aporte cierta transparencia sobre figuras públicas tan relevantes como los ministros de la Corte.
Por otra parte la incorporación de mujeres en la Corte no necesariamente garantiza que haya perspectiva de género. Máxime teniendo en cuenta que la Ley Micaela que insta a todos los poderes del Estado a capacitarse en la materia tiene un bajo cumplimiento en el Poder Judicial. "No se capacitó con la ley Micaela en el Poder Judicial ya que la Corte no lo permitió", sentenció Belski. "Lo que estamos pidiendo es que se incluya a una mujer con antecedentes y conocimiento en la materia. Por ejemplo hay juezas de cortes provinciales que tienen sentencias muy conocidas e interesantes con perspectiva de género". De manera que "hay muchísimas mujeres en condiciones de ocupar el cargo".
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