Trabajo digno

Apuesta a la inclusión y da trabajo a mujeres en situación de vulnerabilidad

Preocupada por la situación social, Andrea Gómez creó un proyecto que da trabajo a mujeres en situación de vulnerabilidad. Las cinco personas que hoy integran este taller redescubrieron su valor por acceder a un trabajo digno.

Giza Almirón lunes, 1 de noviembre de 2021 · 20:29 hs
Apuesta a la inclusión y da trabajo a mujeres en situación de vulnerabilidad

Andrea Gómez es una colombiana de 32 años que vive hace 12 en Argentina. Estudió Publicidad y trabajó en un estudio de diseño. Simultáneamente, en sus tiempos libres participaba de distintos voluntariados, con especial interés en aquellos en los que se acompañaba a mujeres en situaciones de vulnerabilidad. Luego de un proceso de que implicó mucho conocimiento interior, Andre fue descubriendo cómo integrar todo lo que era: su carrera, su pasión por el diseño y la belleza, su deseo de acompañar mujeres de contextos vulnerables. “Esto me llevó a desear lo mismo para todas, entendí que todas deberíamos tener la oportunidad de descubrirnos en profundidad para poder desplegarnos y así, desde eso que nos hace únicas, dejar huella”, afirma.

Así creó Ruah, un proyecto que busca promover la inclusión social y el desarrollo integral de mujeres que atraviesan situaciones de vulnerabilidad, por medio del desarrollo de espacios de capacitación en oficios artesanales.

Ruah comenzó con una capacitación en un hogar de madres en el barrio porteño de La Boca, en el que participaron Lourdes, Melania y Liliana. Andi aprendió a hacer carteras al tiempo que les enseñaba a esas madres. “Después de arruinar muchos retazos, de equivocarnos en la compra de materiales e insumos, de llenarnos las manos de pegante y no saber cómo quitárnoslo, de pasar horas aprendiendo a utilizar las máquinas... ¡Lo logramos, teníamos nuestros primeros prototipos listos para vender!”, declara la joven.

Milagros, Lourdes y Celeste son algunas de las mujeres que hoy forman parte de Ruah.

Desde que empezó Ruah, el proyecto buscar desarrollar una metodología de trabajo con foco en 3 pilares: propósito social, búsqueda espiritual y despliegue de una estética creadora de belleza. El primer eje tiene como base asumir una responsabilidad hacia las mujeres que forman parte del proyecto, incentivando el empoderamiento femenino a través del descubrimiento de la propia riqueza, promoviendo la cultura del trabajo, la perseverancia y el compromiso con sus compañeras. El eje de la búsqueda espiritual tiene el foco en un acompañamiento holístico de la persona –para que reconozca su verdad y dignidad–, así como la búsqueda de la trascendencia, el respeto al prójimo y el amor como motor que impulsa y sostiene todas nuestras acciones. El despliegue de una estética creadora de belleza habla del proceso interno de la marca en el contexto cultural, buscando comunicar “productos que brotan del alma y promueven la dignidad de la mujer”.

En Ruah trabajan bajo el concepto de Slow Fashion, con productos atemporales y de alta durabilidad como resultado, y elaborados a partir de materiales nobles y naturales (que contribuyen a reducir el ciclo de consumo). Buscan promover un consumo consciente, en donde el tiempo, el proceso, lo artesanal y naturalmente imperfecto son los protagonistas. Su fuente de inspiración es la naturaleza, lo misterioso y bello de nuestra humanidad con todos sus ciclos, así como los aprendizajes que provienen de ellos. Los productos son elaborados a partir de un proceso artesanal que se encuentra al servicio del desarrollo humano, promoviendo el comercio justo. Además, después de algunos años de trabajar en productos de cuero, próximamente lanzarán una línea de ropa.

Productos elaborados en Ruah.

Recientemente se mudaron a un nuevo taller que están refaccionando para poder seguir trabajando juntas desde ese espacio. Un lugar donde poder utilizar las máquinas, seguir elaborando productos de calidad y caminar hacia el mismo objetivo: desplegar juntas las alas de los grandes sueños.

El equipo de Ruah (formado además por Germán, Cami y otras personas que colaboran voluntariamente) sueña con ser un espacio donde mujeres de diferentes culturas latinoamericanas puedan descubrir y desplegar su identidad más auténtica por medio del trabajo, revalorizando las técnicas artesanales propias de cada región y dando prioridad a los procesos de producción, como espacio de descubrimiento y enriquecimiento cultural y humano.

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