Científicos encontraron la causa por la que las mujeres sienten más frío que los hombres

Las mujeres suelen ser las que más tiempo pasan cerca de las estufas, las que más se abrigan o las que más disfrutan de los días de calor. Luego de llevar adelante una investigación, científicos explicaron por qué las mujeres suelen sentir más frío que los hombres.

Según reveló un estudio publicado en la revista Global Ecology and Biogeography, esto sucede no solo en los seres humanos, sino también en el resto de los mamíferos. Todo indica que estaría relacionada con la reproducción.

Científicos de la Facultad de Zoología de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, hallaron una explicación evolutiva para justificar por qué mujer se abriga, y un hombre ante la misma temperatura puede permanecer con menos abrigo o en mangas cortas. Además, se concluyó que esto no solo sucede en los humanos, en muchas especies de endotermos (aves y mamíferos) los machos prefieren una temperatura más fresca que las hembras.

“Los machos y las hembras sienten la temperatura de forma diferente. Se trata de una diferencia evolutiva incorporada entre los sistemas de detección de calor de ambos sexos", explican los investigadores y agregan que esto "está relacionado, entre otras cosas, con el proceso de reproducción y el cuidado de las crías”.

La publicación de la revista Global Ecology and Biogeography explica que “esta diferencia en la sensación térmica no surgió para que pudiéramos discutir con nuestras parejas por el aire acondicionado, sino más bien lo contrario: está destinada a que la pareja tome cierta distancia entre sí para que cada individuo pueda disfrutar de algo de paz y tranquilidad”.

Además, comprenden que esto también puede relacionarse con fenómenos sociológicos observados en muchos animales e incluso en los humanos, en un entorno mixto de hembras y machos: las hembras tienden a tener mucho más contacto físico entre ellas, mientras que los machos mantienen más distancia y rehúyen el contacto entre sí".

El estudio fue dirigido por los doctores Eran Levin y Tali Magory Cohen, de la Facultad de Zoología y el Museo Steinhardt de Historia Natural de la Universidad de Tel Aviv, Yosef Kiat, de la Universidad de Haifa, y el doctor Haggai Sharon, especialista en dolor de la Facultad de Medicina Sackler de la Universidad de Tel Aviv y el Centro Médico Sourasky de Tel Aviv (Hospital Ichilov).

Lo que despertó la curiosidad de los científicos y disparó la presente investigación fue un estudio de la fisiología y el comportamiento de los murciélagos, llevado adelante por  Eran Levin, uno de los directores de la investigación. Levin había observado en estudios anteriores que durante la época de cría los machos y las hembras tienden a segregarse, habitando los machos zonas más frías.

Por ejemplo, colonias enteras en cuevas de las laderas del monte Hermón están compuestas sólo por machos durante la época de cría. Sin embargo, en la zona más cálida del mar de Galilea hay principalmente hembras, que dan a luz y crían allí a sus crías. 

“Nuestro estudio ha demostrado que el fenómeno no es exclusivo de los humanos; entre muchas especies de aves y mamíferos, las hembras prefieren un entorno más cálido que los machos, y en determinados momentos estas preferencias provocan la segregación entre las dos especies”, aclaró Levin.

El científico agregó que “a la luz de los hallazgos, y del hecho de que se trata de un fenómeno generalizado, hemos planteado la hipótesis de que se trata de una diferencia entre los mecanismos de detección del calor de las hembras y de los machos, que se ha desarrollado a lo largo de la evolución”.

Por su parte, la doctora Magory Cohen sostuvo que esta diferencia tiene varias explicaciones evolutivas. Por un lado, la separación entre machos y hembras reduce la competencia por los recursos del entorno y aleja a los machos que pueden ser agresivos y poner en peligro a las crías. Por el otro, muchas hembras de mamíferos deben proteger a sus crías en la etapa en la que aún no son capaces de regular su temperatura corporal por su cuenta; por ello, su preferencia por el clima cálido.