Renato della Santa: el máximo ejemplo del buen político
Tres veces elegido como intendente de Godoy Cruz, el dirigente socialista construyó un importante legado que aun perdura en nuestros días, gracias a un estilo de gestión basado en la eficacia del manejo de los recursos públicos y el impulso de políticas activas orientadas al bienestar social.
Paradigma del buen político, Renato della Santa (1901-1964) ejerció como intendente de Godoy Cruz durante tres períodos en los que construyó un importante legado que aun perdura en nuestros días, gracias a un estilo de gestión basado en la eficacia del manejo de los recursos públicos y el impulso de políticas activas orientadas principalmente al acceso universal a la salud pública, la cultura y el desarrollo urbano.
Della Santa representó el cenit del socialismo mendocino al frente de una gestión ejecutiva municipal, que en su momento no solo sirvió para colocar en la discusión política cuestiones como la educación, la salud y los servicios públicos, sino además supuso un cambio de paradigma en la relación institucional de la política con los vecinos, quienes depositaron su máxima confianza en una figura que nunca los defraudó.
Es importante mencionar que este artículo está basado mayoritariamente en el libro ‘Godoy Cruz, una historia. Del barrio de San Vicente a la ciudad de hoy’, de la historiadora Fabiana Mastrangelo, junto con algunos aportes extraídos del texto ‘El socialismo en Mendoza y la Argentina’, de Pablo Lacoste.
Comienzos en la política
Renato della Santa nació el 20 de agosto de 1901 en la ciudad de Lanús, provincia de Buenos Aires. Sus padres Bruno y Violeta, de origen italiano, habían llegado al país unos meses antes, y poco después del nacimiento de Renato se trasladaron a Godoy Cruz, donde instalaron una mimbrería en calle San Martín.
Ya en sus años de adolescencia, Renato decidió unirse a la política y se afilió al Partido Socialista (PS), que por aquel tiempo comenzaba a ganar presencia en el ámbito local, especialmente en los municipios, y que para la década de 1920 había logrado colocar varios concejales en Godoy Cruz como Julio Fernández y Julio Rousselle.
De hecho, aunque sus estudios primarios eran incompletos, el joven Renato asistió a uno de los centros de capacitación del PS que funcionaban en la provincia y estaban destinados a la formación y capacitación de obreros y trabajadores desde una óptica socialista humanista orientada a la solidaridad universal y la lucha contra el capitalismo internacional por medio de la democracia y la participación popular.
Gracias a sus habilidades políticas, su carisma y su transparencia, además de la buena imagen que cultivaba el socialismo entre amplios sectores urbanos, Renato della Santa asumió como concejal de Godoy Cruz en 1932 y dos años más tarde fue elegido como diputado provincial. En 1936 finalmente se convierte en intendente de Godoy Cruz, cargo que ocupó por dos mandatos consecutivos, hasta 1942, y nuevamente por un tercer periodo entre 1959 y 1962.
Cuando Della Santa accedió por primera vez a la intendencia godoycruceña, la provincia de Mendoza estaba gobernada por los conservadores representados en el Partido Demócrata, a la vez que el PS se asentaba como una oposición constructiva que desde la Legislatura promovía una agenda basada en la salud pública, la educación y las reformas impositivas. De hecho, esta dualidad se mantuvo durante buena parte de la gestión del jefe comunal socialista, y sirvió como ejemplo de convivencia política que privilegiaba el interés comunitario por sobre las pugnas personales y partidarias.
De todos modos, Godoy Cruz ya era administrado por el socialismo, dado que Julio Fernández ocupó la intendencia entre 1933 y 1936. Pese a una mayoría demócrata en el Concejo Deliberante y con la presión permanente de los opositores, esta gestión sentó las bases de lo que sería un verdadero programa socialista, posteriormente profundizado y ampliado por su sucesor Della Santa: la instauración de la primera farmacia municipal que vendía medicamentos a precios más accesibles; la creación de una radio municipal y de un comité de alfabetización orientado a reducir los altos índices de analfabetismo; y el desarrollo de una cooperativa de abastecimiento que comercializaba productos de primera necesidad a menor costo.
Los dos primeros periodos
A su llegada, Della Santa contaba con dos grandes ventajas: una gestión previa ordenada y con varios programas en ejecución, y una mayoría oficialista en el Concejo Deliberante que apoyaba todas sus iniciativas. Por ende, el flamante intendente aprovechó estas oportunidades al máximo y las tradujo en políticas activas que transformaron profundamente a Godoy Cruz en los años siguientes.
Los principales ejes de su gobierno fueron la salud pública, la educación y la cultura. En ese marco, se fomentaron los vínculos con organizaciones intermedias como uniones vecinales y clubes, lo que le permitió al Gobierno municipal llegar a amplios sectores populares. También se apuntaló la socialización de los servicios municipales y la organización de cooperativas, cuya máxima expresión fue la creación en 1939 de la Usina Eléctrica Municipal, actual Cooperativa Eléctrica de Godoy Cruz.
En cuanto a la salud, Della Santa se enfocó principalmente en el cuidado sanitario de los niños y sus madres. En ese sentido, contrató en 1939 al médico sanitarista Juan Maurín Navarro, uno de los referentes más importantes de la medicina social en la Argentina, quien atento al plan del intendente centró sus acciones en la disminución de la morbilidad y la mortalidad durante la infancia.
A través de la Ordenanza 317 del 29 de febrero de 1940, se creó la Caja Municipal de Asistencia Social a la Maternidad e Infancia, que brindaba un amplio programa de apoyo a las familias más vulnerables y tenía por objetivo, entre otras cuestiones, combatir la desnutrición infantil y el abandono.
También se creó en la década de 1940 el Centro de Defensa de la Madre y el Niño, un organismo de asistencia materno-infantil polivalente que abarcaba desde el embarazo de la mujer hasta la edad preescolar del menor, e incluía diferentes acciones como el examen prenupcial, la vigilancia prenatal, la asistencia en el parto, la protección a la madre soltera, el cuidado y estudio precoz del recién nacido, la atención y crianza del lactante y la atención y preservación preescolar.
Dichas políticas se tradujeron en datos concretos. Mastrangelo explica que “en 1941 no hay defunciones por difteria en Godoy Cruz, a diferencia de las producidas en Capital (13); Guaymallén (6); Luján (5); Las Heras (4); Lavalle, La Paz, Tupungato, Tunuyán, San Carlos y Junín (3); Maipú (1), San Rafael (32)”. Ello se debió principalmente a la “generalización, intensificación y racionalización de los métodos de vacunación” llevados a cabo en el municipio.
Por otra parte, en el gobierno de Della Santa se desplegó una amplia gestión educativa con la creación del Comité Municipal de Alfabetización y de varias escuelas municipales cuyos docentes eran subvencionados por el departamento. También se organizó en 1940 el Primer Congreso Departamental de lucha contra el analfabetismo, que permitió solidificar y diversificar las acciones en ese campo.
En lo referido a la cultura, se instituyó la Dirección de Cultura Popular que expandió por el departamento los denominados Democultorios, que se constituyeron como importantes centros populares de difusión y promoción de la cultura departamental.
Más allá de estos ejes principales, también se implementaron programas de construcción de viviendas y erradicación de villas, de pavimentación de calles, de creación de espacios públicos, de forestación y de construcción de postas sanitarias y escuelas.
El tercer mandato
Tras el golpe de estado de 1943 y la irrupción del peronismo en 1945, Della Santa se mantuvo alejado de la función pública, pero gracias a su honestidad, su carisma y una personalidad atrayente, se convirtió en una figura de respeto y admiración para la ciudadanía godoycruceña, que nunca olvidó su excelente gestión en la intendencia.
Ese reconocimiento se vio revalidado en las elecciones municipales de 1959, cuando Della Santa volvió a competir con el PS y ganó nuevamente la intendencia. Pese a sus problemas de salud que lo obligaban a usar una silla de ruedas, Don Renato nunca disminuyó el ritmo de trabajo y siempre estuvo al corriente de todo lo que sucedía en el departamento, además de que mantuvo inquebrantable el contacto fluido y directo con los vecinos.
De hecho, se comenta que apenas asumió como intendente ese año, Della Santa notó que las cuentas públicas del municipio estaban en problemas. Ante ello, hizo enviar una serie de cartas firmadas por él mismo a una determinada cantidad de vecinos para convocarlos a una reunión en la sede comunal. En el encuentro, el propio Renato les explicó a los asistentes que estaban atrasados en el pago de las tasas municipales, les hizo conocer el estado de las finanzas departamentales y les pidió que eligieran el método de pago más conveniente para saldar sus deudas.
También era frecuente que el intendente fiscalizara las tareas de pavimentación de calles e incluso se afirma que él mismo controlaba la calidad de los materiales y el trabajo de los obreros.
Poco tiempo después de haber finalizado su tercer mandato, Renato della Santa falleció el 3 de junio de 1964. Casi una semana después, los concejales del PS presentaron un proyecto en el Concejo Deliberante para rebautizar la calle Europa en homenaje al exintendente, propuesta que fue aceptada de inmediato. Con el paso de los años, su nombre también quedó inmortalizado en una escuela, una plaza e incluso en un barrio, todos en Godoy Cruz.
Con sus tres intendencias, Renato della Santa sentó las bases de un estilo de gestión que todavía sigue proponiéndose como un ejemplo de buenas prácticas políticas basadas en la atención primordial de las necesidades sociales.