Escándalo en Mendoza

¿Quién es y qué piensa el hombre que marchó defendiendo la dictadura?

Carlos Alberto Noriega (66) se manifestó el domingo contra el gobierno de Alberto Fernández junto a otros mendocinos. Lo que se volvió noticia nacional fue la remera que portaba: en ella figuraba la fecha del último golpe militar y la frase: "Día de gloria" ¿Quién es y qué piensa este sujeto?

Facundo García
Facundo García martes, 15 de septiembre de 2020 · 15:58 hs
¿Quién es y qué piensa el hombre que marchó defendiendo la dictadura?
Apología Noriega reivindica lo que pasó el 24 de marzo de 1976.

El domingo pasado, Carlos Alberto Noriega (66) se calzó una de sus remeras favoritas y salió a manifestarse contra el gobierno de Alberto Fernández. La prenda azul mostraba la fecha del último golpe cívico militar junto a la frase "Día de gloria". Esa  imagen y sus declaraciones por televisión trascendieron las fronteras mendocinas e indignaron a medio país. Por eso, a pesar de que conversar con Noriega obliga a respirar hondo, escucharlo es una oportunidad para entender qué pasa por la mente de una parte de la sociedad.

Nació en San Juan pero vive en Mendoza. Posee un título de técnico y se gana la vida fabricando pan. "No tengo ningún empleado porque es para quilombo", aclara. Luego cuenta que además de la del golpe usa otra remera que tiene unos 5 años y muestra un pañuelo de Madres de Plaza de Mayo en cuyo centro hay dibujado un signo "$" y la palabra "farsante".

Lejos están estas líneas de coincidir con la perspectiva de Carlos. Pero bucear por sus ideas -y enumerar sus motivaciones- no deja de ser un ejercicio político necesario. Un acto militante, incluso: es indispensable conocer cómo se ve el mundo desde otros horizontes ideológicos. Lo que sigue es, pues, un viaje a las profundidades de la extrema derecha cuyana.

—Qué guardarropas, Noriega. ¿Cuántas remeras así tiene?

—Esas dos y algunas otras que se me han percudido. El otro día yo sabía que me estaba exponiendo. Pero son mis opiniones y yo las defiendo, no tienen que ver con nadie más de mi familia. De hecho, si hoy usted puede estar debatiendo esto conmigo es porque ese 24 de marzo de 1976 se defendió la libertad.

Noriega danzando, con un drink en la mano. 

Años verde olivo

"El gobierno de facto no debe ni tiene capacidad para volver", se ataja Noriega al rato. Lo calcula en base a su experiencia: "a mediados de los 70´, durante mi conscripción, estuve 140 días en combate en Tucumán -asegura-. Entonces comencé a forjar mi pensamiento. Y sí, teníamos que buscar y encontrar gente...".

Fue "colimba" durante los días del Operativo Independencia. "Luego pasé a otro sector", cuenta. "Teníamos que perseguir gente, tipos que estaban con las ideas del Che Guevara y esa manada de insurrectos". Jura que participó de detenciones: "a un tal Nacif, que era sanjuanino, lo buscamos varios meses y lo detuvimos". (Nota: tal vez se refiere a Federico Guillermo Soria Nacif, un ex dirigente de izquierda que permanece desaparecido).

—¿Participó de torturas?

—No, yo era colimba. Nosotros no nos involucrábamos en eso. Tampoco niego que haya ocurrido. De lo que estoy seguro es que los subversivos (sic) también torturaban (...).

—¿Pero conoció a gente desaparecida?

—Sí. Teníamos prisioneros que después no veías más

Explica lo anterior y espeta: "y por favor, poné que los marxistas son súper cagones". 

"Lástima que no llegamos a los 30.000", escribe Noriega sobre los desaparecidos.

"Un libertario"

Noriega insiste en que si bien se rumoreó que era macrista, él se reconoce más dentro del campo que algunos sectores definen como "libertario". Cree que José Luis Espert debería ser presidente y Javier Milei su ministro de economía. En ese sentido, sintoniza con la tradición liberal conservadora de la Argentina, que propugna la libertad de capitales mientras reivindica la violencia como modo de combatir a quienes se opongan al sistema.

En varios tramos de la charla apelará a autores, libros y una invitación repetida: "googlealo". "Ustedes han sido adoctrinados -se pone en guardia-. Lo que pasa es que los militares cometieron un error. A pesar de haber ganado la guerra (sic), no se preocuparon por escribir la Historia. Y la Historia la escriben los que ganan. Al no hacerlo, todos ustedes se han quedado con la mitad del libro".

El affaire Noriega suma, por otra parte, un toque posmo: si algo están aprendiendo las nuevas derechas es que el carácter rizomático de sus militancias les permite captar de manera informal pero intensa a sectores cuyas ideas no convendría expresar de forma directa en la tele. La salida, pues, es dejarles ese reclutamiento a referentes alternativos que proclaman lo que muchos otros no pueden sincerar cuando los invitan al almuerzo de Mirta. 

"La farsa sobre la pandemia", otro post de Carlos.

Para Noriega, una alianza perversa entre el peronismo y el marxismo viene vampirizando el país desde hace décadas, con "millonarios que viven de la pobreza popular". Este redactor le preguntó qué era para él el marxismo, y la respuesta fue más criminológica que teórica: "Son estafadores que engañan a la gente hablándoles de igualdad, para que los demás dependan de ellos".

Esa mujer

Repite que el aislamiento obligatorio es un fracaso y que hay que mantener abierta la economía, "aunque yo me cuido mucho la salud, eh". Subraya que lee y estudia mucho. Y sin mencionar a Ayn Rand ni a Milton Friedman, Noriega eslabona capítulos de su vida que parecen el revival levemente humorístico de lo que escribieron esos autores.

"En agosto de 1990 me vine a Mendoza para trabajar en Pescarmona, y una de las primeras cosas que hice fue desafiliarme del sindicato y empezar a negociar mi sueldo solo", se ufana.

—¿Pero eso no le quitó poder de negociación?

—¡Sin duda! Pero no les dejé mi plata a los sindicalistas corruptos.

Debido a que durante muchos años trabajó en negro, ahora no tiene los aportes suficientes para jubilarse. Por eso a sus 66 está esperando una moratoria, a la que él llama "una amnistía"

En ningún momento nombrará a los Kirchner. Se refiere a ellos como "esa tonta" y "el tuerto". "Lo que toda esta gente viene haciendo -cierra- ya lo dijeron Gramsci y Lenin, dos de sus teóricos. Si no me creés, googlealo". 

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