Día del maestro

Graciela Morales: la mejor maestra de Mendoza opina sobre la escuela virtual y la educación en pandemia

La Dirección General de Escuelas la eligió en diciembre pasado como "la educadora del año". Ejerce hace más de 16 años y vive en Uspallata. ¿Cómo ha vivido esta etapa como docente? ¿Qué es lo más difícil? ¿Qué ha aprendido?

Federico Croce
Federico Croce viernes, 11 de septiembre de 2020 · 07:02 hs
Graciela Morales: la mejor maestra de Mendoza opina sobre la escuela virtual y la educación en pandemia
Graciela Morales el año pasado, en la redacción de MDZ.

Ella está llena de energía, positividad y entusiasmo. A fines del año pasado la Dirección General de Escuelas (DGE) nombró a Graciela Morales la mejor docente del 2019 por su desempeño en las aulas y por los proyectos educativos que desarrolló con sus alumnos.

Graciela tiene 40 años y está casada con Mario -también maestro-. Viven en Uspallata hace ya más de 13 años y los une la pasión por educar. Ella dio sus primeros pasos como maestra de séptimo grado en el mismo establecimiento en el que hizo la primaria: la escuela Zuviria de El Plumerillo, lugar que, confiesa, siempre llevará en su corazón. "Cuando me vine a vivir a Uspallata en el año 2006 tomé una suplencia en la Escuela Combate de Potrerillos, y titularicé en la Escuela de La Fundición, también del lugar.  la zona. Hoy Uspallata es mi casa. Me encanta, me quedo aquí. Yo nací en Las Heras, y soy de Las Heras: este departamento es mi vida", confiesa.

En este día tan especial y tan diferente, porque los docentes no podrán celebrar junto a sus educandos la jornada, charlamos con Graciela sobre sus sentimientos y sus percepciones frente a esta época tan inusual.

Graciela, en el aula antes de la "enseñanza virtual".

- Graciela, ¿siempre quisiste ser docente?

- Desde chiquita quise ser maestra. Tengo hermanos varones, así que mi juego preferido era ser la maestra y ellos los alumnos. ¡Agarraba las tizas, un pizarrón pequeñito y les daba clases!

- ¿Cómo está la situación allí debido a la pandemia? Se siente la crisis económica? Hay muchos contagiados?

- La situación en el distrito hoy es muy difícil. Actualmente hay personas contagiadas aquí, como en todos lados, y esto genera mucha preocupación en los habitantes. La incertidumbre laboral es constante, pues es una zona turística: muchos habitantes de Uspallata viven del turismo, y si bien algunos han logrado reconvertirse, eso aporta para el sustento diario de los que son propietarios pero hay una gran cantidad de personas que han quedado sin empleo. Se trata de subsistir como en todos lados: hay algunos delivery y distintos tipo de venta que genere algún ingreso diario.

- ¿Has vivido el coronavirus de cerca?

- Yo me he estado cuidando mucho y gracias a Dios no me he contagiado, pero tengo vínculos cercanos que si se han infectado, lamentablemente. Lo ha padecido, y hemos estado muy tristes, muy preocupados. 

- ¿Cómo ha sido para vos la experiencia de la educación virtual, de usar WhatsApp y aplicaciones para dar clases?

- Cuando el 16 de marzo nos indican que debíamos comenzar con las clases no presenciales fue todo un desafío porque habían pasado escasas dos semanas desde que habíamos entrado en contacto con el grupo de alumnos nuevos y sus familias. Pensemos que recién comenzábamos a transitar el ciclo escolar. Inmediatamente me puse a trabajar por medio del Whatsapp y a contactarme con cada familia.

Debimos tomar un tiempo primeramente para explicarles la situación y la nueva metodología de trabajo. Allí nos dimos cuenta de que tenía chicos con realidades muy diferentes: chicos que tenían computadora y podían entregar las tareas en tiempo y forma, chicos que viven a distancias muy alejadas y no tienen buena señal, chicos que tal vez tienen un solo dispositivo para tres o cuatro hermanos y ese mismo dispositivo es el que se lleva la mamá o el papá cuando va a trabajar; entonces se encuentran con la posibilidad de hacer las tareas a las 18 o 20 horas. Había que ser consciente de que lo primero era respetar cada realidad, antes de exigir. También me encontré con la situación de que había chicos que directamente no contaban con ningún dispositivo y se le tenían que entregar las tareas impresas para que las puedan realizar. 

Yo a las 8:30 horas enviaba las actividades a través de un grupo de Whatsapp que funciona como un aula virtual. Los chicos recibían las tareas y a medida que las iban terminando las mandan para que sean corregidas. La recepción también era irregular, por el mismo motivo que te expliqué antes: algunos chicos podían responder todos los días, otros, cuando consiguieran Wifi o pudieran usar el teléfono de sus papás. Hay que ser muy empático, ante todo. Por sobre todas las cosas yo he valorado el esfuerzo y la dedicación de los chicos y de sus papás para poder seguir el proceso de aprendizaje. 

Lo que si me ha sorprendido de esta virtualidad es la practicidad y la facilidad con la que los chicos manejan las redes sociales y la tecnología: audios, videos, etc. Me sorprende y me alegra, porque en estos momentos es muy beneficioso.

- ¿Qué ha sido lo más difícil?

- Una de las dificultades más grandes es hacer las correcciones. Tengo 58 alumnos, y cada vez que realizan la devolución de una tarea recibo alrededor de 4 a 5 imágenes por alumno para corregir. Esto genera muchísimo cansancio visual y mental, que en la educación presencial no ocurría. 

El tema de los horarios también es difícil, pues se volvieron más difusos. Uno antes tenía horarios fijos, y ahora las realidades hicieron que los trabajos lleguen en cualquier momento. Me han llegado tareas a las 2 o 3 de la mañana porque justo en ese horario tuvieron buena señal en el lugar donde viven, por darte un ejemplo. Yo me pongo en el lugar del niño: el envía la tarea con esfuerzo y espera que su señorita la corrija. Hay que tener comprensión.

La verdad es que esta pandemia me ha enseñado de tolerancia, de empatía, y a cultivar la buena energía.  

- ¿Hay algún proyecto importante que hayan encarado en este tiempo tan peculiar?

- Si, hay un proyecto que se llama "Leer nos une" y me ha dado muy buenos resultados en sexto grado. El objetivo principal es justamente fortalecer la lectura de los chicos y promover el interés hacia la lectura en la comunidad. Consiste en que un alumno de sexto grado elige una lectura que le guste (cuento, poesía, fábula, etc), la practica y me envía un audio o video de esa lectura. Yo le hago una devolución cualitativa de su desempeño y si está bien la envío a la producción de la radio Estación del Valle. Los días lunes a las 11:30 de la mañana la producción de la radio se comunica conmigo por teléfono y salgo al aire presentando que alumno vamos a escuchar, qué va a leer, que tipo de lectura es, etc. y se transmite el audio. La repercusión ha sido enorme, y ha sido declarado de interés por la Honorable Cámara de Diputados de la provincia. ¡Estoy feliz! También los ponemos en Facebook, y ha aparecido gente que también quiere leer y compartir, así es que también tenemos "invitados".

- Muchos padres se quejan, y muchos niños han sentido nervios, amargura, o les ha costado entender porque no tienen papás que puedan ayudarlos por diferentes causas. ¿Como hace un docente para comprender la realidad de cada niño y como se actúa?

- El acto educativo requiere de la presencialidad del docente. El "cara a cara" es fundamental en el proceso de enseñanza, de aprendizaje. Yo al alumno tengo que observarlo, escucharlo, para saber si realmente ha comprendido lo que le quiero enseñar. Por más que haya avance tecnológico, no puedo dejar de pensar que hay dos actividades que sí o sí requieren de la presencialidad: la medicina y la educación. 

Yo tengo casos de alumnos que sé que por la realidad familiar realizan las tareas solitos, y estoy extremadamente atenta. Les pido que me avisen si tienen dudas, nos mandan un mensajito, y por videollamada los sigo y veo que no han entendido. Hacemos una explicación más personalizada cuando es necesario. Pero hay que reconocer que en esta zona la señal es tan pobre y la conectividad tan difícil, que es una batalla diaria.

- ¿Cómo te imaginás la vuelta al aula?

- ¡Ay, con muchísima felicidad, muchísima alegría! Habrá mucho entusiasmo. Los chicos lo están necesitando, y nosotros, los docentes, también. Estoy segura de que nos abrazaremos mucho entre colegas, y con los alumnos.

-  ¿Qué te ha enseñado toda esta situación que estamos viviendo a nivel mundial, sin precedentes?

- La importancia del cuidado de la salud y de los afectos. Lo material es efímero y atravesar esta situación nos ha modificado la escala de valores que teníamos. Como sociedad habíamos perdido la virtud de saber esperar, porque a lo largo de la historia la humanidad ha atravesado varias pandemias y ha salido adelante. Nosotros también lo lograremos, siendo responsables y cuidándonos unos a otros.

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