Análisis

Snowpiercer: la distopía sobre rieles que promete y no cumple

Basada en la película homónima, la historia de una sociedad devastada que sobrevive en un tren tiene elementos de policial negro y buenos antecedentes, pero por ahora no atrapa. ¿Podrá mantener su premisa?

Francisco Pérez Osán
Francisco Pérez Osán miércoles, 27 de mayo de 2020 · 08:45 hs
Snowpiercer: la distopía sobre rieles que promete y no cumple

El 2013 vio llegar a la que fue una de las mejores películas de ciencia ficción de la década. Dirigida por el coreano Bong Joon-Ho -director de Parásitos-, Snowpiercer mostraba la lucha de clases en un tren kilométrico que albergaba toda la vida que quedaba en el planeta Tierra, después de una catástrofe que había hecho bajar la temperatura hasta cientos de grados bajo cero.

Siete años después, TNT estrenó una serie basada en el mismo concepto, aunque dándole un giro para intentar estirar el concepto de "muchas personas en un tren muy largo" durante varias horas más que la película.

Los primeros capítulos, que ya llegaron a Netflix, muestran que si bien se mantendrá la idea de pelea entre las diferentes "castas" que ocupan el tren -el famoso Snowpiercer-, la acción no será ni de cerca tan frenética como en la película. El disparador de la historia es un asesinato, que deberá resolver un ex detective que vive en los vagones de cola, junto con todos los relegados del tren.

Da la casualidad que este detective es también el líder de los "coleros", y quien está preparando una revolución para cambiar el estricto orden que rige dentro del Snowpiercer -dividido muy alegóricamente en quienes viven en tercera, segunda y primera-. Además se perfila desde el comienzo el misterio del "señor Wilford", ideólogo y dueño del tren, aparentemente desaparecido.

La serie consigue entretener más que nada por su originalidad, aunque mucho de lo que pasa puede sonar repetido para quienes vieron la película. Si bien es una continuación de lo que pasó en el film, está pensada también para quienes nunca lo vieron, por lo que hay varios elementos utilizados nuevamente que pierden mucha de su efectividad.

Será interesante ver cómo mantendrán una premisa tan limitante en el tiempo. Si bien no hay peligro de sentir el "encierro" (después de todo, el Snowpiercer tiene 1.001 vagones), la historia podría tornarse un poco claustrofóbica si de hecho nunca salen del tren.

La película del 2013 es un clásico de la ciencia ficción.

Las actuaciones son correctas en general, aunque ciertamente no son el fuerte de la serie. Jennifer Connelly le da vida a Melanie Cavill, la secretaria del señor Wilford que en realidad es la encargada de que el tren siga rodando, y consigue imponer un aire de entre desesperación y seguridad muy adecuado. Daveed Diggs es, por su parte, Andre Layton, el ex detective que logró colarse en el Snowpiercer y ahora intenta desentrañar sus misterios. Su actuación es bastante acartonada, pero no está mal para el tono sombrío y opresivo de la producción, aunque por ahora no dio un solo momento memorable.

Con sólo dos capítulos, Snowpiercer promete más de lo que viene entregando, pero con su brillante currículum no será difícil darle una oportunidad, aunque sea por algunos capítulos más.

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