Sudáfrica: el coronavirus divide más a los ricos y a los pobres

Sudáfrica es un país esquizofrénico. Andando por sus calles surgen rincones que parecen salidos de una ciudad europea, pero al lado puede haber una "villa miseria" de 10 kilómetros. Sobre ese contexto aterrizó la pandemia del Covid-19 y, de acuerdo con las noticias de la prensa internacional, el primer efecto del virus sobre el paisaje fue revelar las grietas de una sociedad partida al medio.

Con más de 1300 infectados y un sistema sanitario que solo funciona para el sector más favorecido de la población, muchos sudafricanos naturalizan que la gente más negra sufra más y la más blanca menos. Así de brutal. Una de las medidas recientes ha sido habilitar un estadio para que vayan ahí todos los que no tienen casa: negros, desde luego.

Pasó en Pretoria, donde al menos 1000 personas fueron confinadas entre las gradas. Adentro del estadio hay algunas carpas. Según estima CNN, llegan a alojarse hasta 10 personas en cada una de las tiendas. Los mismos homeless admiten que se sentían más seguros en la calle a pesar de los maltratos de las Fuerzas de Seguridad.

También en los barrios de chapa el aislamiento suena a broma. Nadie puede aislarse cuando se comparte la canilla del agua, el techo y a veces hasta el trozo de gomaespuma que sirve como cama. Las iglesias, los estacionamientos y las escuelas están siendo adaptadas de acuerdo con la urgencia sanitaria. Nadie sabe si alcanzará.