Coronavirus en Mendoza

Testimonio de una docente: así se educa en cuarentena

"En muchos padres ha generado hábitos para cumplir con las tareas, esto es algo que ha sido casi imposible lograrlo en un ciclo normal", la pandemia ha modificado la enseñanza y así lo vive una maestra de grado.

Felicitas Oyhenart
Felicitas Oyhenart martes, 14 de abril de 2020 · 07:17 hs
Testimonio de una docente: así se educa en cuarentena

El distanciamiento social preventivo y obligatorio ha modificado la rutina de muchas persona en el país. Uno de los ámbitos más afectados es el educativo, que se ha visto en la obligación de reinventarse para continuar con la enseñanza en todos sus niveles.

MDZ dialogó con una docente de una escuela de Dorrego para conocer cómo es el día a día de los trabajadores que antes se encontraban en un aula frente a sus alumnos y hoy deben educar de manera virtual.

Con dos computadoras encendidas, un celular con whatsapp y rodeada de libros comienza la jornada Claudia, docente de Lengua, Ciencias Sociales y Sociedad Ambiente y Ciudadanía de 5to y 6to grado. “Lo primero que hago es responder las preguntas y dudas de los padres, leo mensajes e interactúo con los dos grupos de las escuelas donde trabajo” relata la docente.

Luego comenzará a armar las actividades para trabajar con sus alumnos, las cuales serán enviadas a través de los grupos de whatsapp. Su horario de trabajo es de 9: 30 horas a 14 horas y después de 16 horas a 22.30 horas incluido los  sábados, “solo descanso los domingos”, aclara la maestra.

Según la “Seño Claudia” hasta el momento la recepción por parte de los padres es muy buena. Hay compromiso en el envío de las tareas, salvo casos puntuales en los cuales la comunicación con los alumnos se dificulta por falta de recursos tecnológicos o falta de respuestas de los padres, por este motivo la docente tuvo que resolverlo con sus propios medios. “Con una de las alumnas de 5to grado fue imposible la comunicación, son 4 niños en esa casa y el único celular es del cuñado quien lo utiliza para trabajar”, “También está el caso de una de las mamás que se le averió el celular y no podía recibir las tareas” cuenta Claudia. En ambos casos ella decidió imprimir las consignas de todas las áreas y dejarlas en la escuela para que los padres pudieran retirarlas por el establecimiento.

Existe, en general, buena predisposición y cooperación de parte de los padres. Sin embargo, hay hechos aislados que demuestran lo contrario, “Hay otros dos alumnos de la comunidad gitana que costó ubicarlos y después de enviarles las actividades no hubo devoluciones” agrega la educadora.

Y agrega que “si no hay respuesta por parte de los alumnos se los llama insistentemente por teléfono”, la insistencia se debe a que desde la DGE (Dirección General de Escuelas) se les solicita un informe semanal de las actividades enviadas y los nombres de los niños que no han dado respuestas.

"Todavía está todo muy vidrioso o confuso" explica Claudia, quién se muestra aliviada al contar que esta semana desde la DGE se les brindará tutoriales para el manejo del Aula Virtual. Esta plataforma se está desarrollando paulatinamente y ya se encuentran registradas escuelas de nivel Inicial y Primarias. Esta semana se habilitarán las secundarias, en esta primera etapa serán 150 instituciones aproximadamente las incluídas.

El procedimiento que repite Claudia con sus alumnos todos los días es el siguiente: las actividades se envían vía whatsapp, donde también se abordan las dudas. Luego los alumnos junto con sus padres o algún mayor responsable deben realizar la tarea en un hoja, una vez finalizada los padres envían fotos para que la docente corrija desde su casa. Además, en ocasiones se les solicita que envíen videos para que la docente pueda evaluar el tiempo de lecturas de los niños.

A pesar de las dificultades que se presentan, y de pasar horas frente a una computadora para poder acompañar a los alumnos, corregir y armar las actividades, Claudia considera que esta situación en muchos padres ha generado hábitos para cumplir con las tareas, “esto es algo que ha sido casi imposible lograrlo en un ciclo normal ya que derivan en la escuela y en los docentes la responsabilidad total en lo que respecta la educación de sus hijos”.

“Es sorprendente el cambio”, concluye la docente.

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