#8M

Por qué hay que hablar de menstruación

La mitad de la población mundial menstrua, cerca de 300 mil mujeres están menstruando en este momento. Sin embargo, en muchas sociedades se ve como algo sucio por eso se oculta o es un tema tabú. Esto es uno de los factores de desigualdad

Felicitas Oyhenart
Felicitas Oyhenart domingo, 8 de marzo de 2020 · 07:18 hs
Por qué hay que hablar de menstruación

Para visibilizar las problemáticas que traen estos tabúes y terminar con la desigualdad que genera la falta de información y el difícil acceso a los recursos es crucial naturalizar la menstruación.

La imposibilidad de acceder a productos (toallitas, tampones, copas menstruales, apósitos de tela o algodón)  que garantizan la óptima gestión menstrual lleva a un aumento de 70% de infecciones al utilizarse materiales inadecuados para el sangrado o no cambiarlos con frecuencia. Se suma la dificultad de muchos sectores de tener acceso a agua limpia, instalaciones sanitarias adecuadas, lugar para eliminación de los desechos.

Por otro lado, se encuentra el escaso conocimiento  y visibilización de la temática a nivel social. Muchas personas no cuentan con los saberes, apoyo y recursos para manejar la menstruación.

Desde Economía Femini(s)ta, organización que surgió en 2015 con el fin de visibilizar la desigualdad de género, informan que en 2019 el costo de menstruar fue de 1924 pesos argentinos para quienes utilizaron  toallitas y de 2136 para quienes utilizaron tampones. A eso se le suma el gasto de 1.200 pesos en antiespasmódicos para las mujeres que sufren dolores menstruales. Este gasto incluye a mujeres de 13 a 49 años. En el caso de las mujeres en situación de pobreza, el 10% de sus ingresos son destinados a adquirir los medios para gestionar la menstruación. 

2019 el costo de menstruar fue de 1924 pesos argentinos para quienes utilizaron  toallitas y de 2136 para quienes utilizaron tampones.

Por estos costos cada vez toman más protagonismo alternativas como los apósitos reutilizables de tela o las copas menstruales. En el caso de estas últimas el costo es de 1000 pesos aproximadamente pero tienen una vida útil de casi 10 años.

La desigualdad que genera esta pobreza menstrual también impacta en la vida social, laboral y educativa de muchas mujeres por este motivo ya no debe ser tratado como un tema íntimo sino de dominio público. Este tipo de pobreza es un factor ausentismo escolar y laboral. Las mujeres que no pueden adquirir productos que les garanticen no mancharse en clase o en su trabajo dejan de asistir durante los días de sangrado.  Aquellas que están en edad escolar pierden en promedio 5 días al mes de clases.

La pobreza menstrual es un factor de ausentismo escolar y laboral. Aquellas que están en edad escolar pierden en promedio 5 días al mes de clases.

Este es un problema que se replica en gran cantidad de países y ha sido tratado por Instituciones internacionales. El Banco Mundial estima que, a nivel global, se pierden entre el 10 y el 20% de los días de clase por esta razón. 

La Organización Mundial de la Salud también advirtió la necesidad de reconocer la gestión menstrual como un hecho de garantía sanitaria en su texto Patterns and perceptions of menstruation: a World Health Organization international collaborative study in Egypt, India, Indonesia, Jamaica, Mexico, Pakistan, Philippines, Republic of Korea, United Kingdom and Yugoslavia”. En este informe los especialistas destacan que la menstruación es una causa de vergüenza, estigma y exclusión social y que, junto a la falta de acción de los estados, pone en riesgo la salud de gran parte de la población. 

Según la OMS, la falta de información y recursos conlleva a infecciones, daños a la salud mental a largo plazo y embarazos no deseados. Además lleva a las mujeres a realizar prácticas menstruales antihigiénicas, que las expone también a problemas de salud reproductiva, infertilidad e inclusive la muerte.

Según la OMS, la falta de información y recursos conlleva a infecciones, daños a la salud mental a largo plazo y embarazos no deseados.

Para terminar con esta desigualdad y hacer visible la problemática en torno a la menstruación desde Economía Femini(s)ta impulsan #Menstruacción. Esta campaña se centró en 3 reclamos que llevó a presentar 12 proyectos de ley a nivel local (Provincia de Buenos Aires) y nacional.

  1. El primero de ellos es la quita del IVA para todos los productos de gestión menstrual.
  2. En segundo lugar la provisión gratuita en escuelas, cárceles, universidades, hospitales y otros espacios comunitarios e investigación.
  3. Y por último, la elaboración de datos que permitan tomar decisiones  públicas y privadas respecto a la gestión menstrual.

En Mendoza por iniciativa de la concejal Cecilia Páez de Luján de Cuyo se lanzó en ese departamento una campaña que busca recolectar elementos de gestión menstrual para ser entregado a alumnas de escuelas rurales. La temática se trabaja en las aulas desde los contenidos de  Educación Sexual Integral.

Esta campaña busca promover la igualdad de género. Es que es en la pubertad, la confianza de las niñas se desploma con el inicio de la menstruación marcando un momento crítico para muchas de ellas. Este factor es peor para aquellas jóvenes que tienen dificultades económicas y que debido al valor elevado de los productos de higiene personal, dejan de realizar importantes actividades que impacta directamente en su desarrollo, en la construcción de su confianza y su potencial", expresó la concejal. 

Este factor es peor para aquellas jóvenes que tienen dificultades económicas y que debido al valor elevado de los productos de higiene personal, dejan de realizar importantes actividades.

Además, Páez agregó que están trabajando en la exención del IVA a los productos de gestión menstrual y en implementar la entrega gratuita de estos en escuelas rurales y centros de salud. 

En el Día Internacional de la Mujer la invitación es a que dejemos atrás los tabúes y naturalicemos la menstruación. La pobreza menstrual y la desigualdad que muchas mujeres atraviesan sólo podrán revertirse con políticas públicas. El acceso a la información y a los insumos de gestión menstrual es un derecho de todas las mujeres.

Para que este derecho se cumpla es necesario que:

  • se hable de menstruación en ámbitos públicos, especialmente en las aula
  • se rompan estigmas y prejuicios familiares, sociales y religiosos
  • se garanticen los servicios de agua potable y saneamiento en los establecimientos a los cuales asisten
  • disminuir el costo menstrual: quita del IVA a productos de gestión menstrual y entrega gratuita a los sectores más vulnerables

 

Archivado en