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Los innombrables: una declaración de guerra del Gobierno epistolar

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner es la titular del "gobierno epistolar". La carta es una declaración de guerra al Poder Judicial.
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Un juez y una jueza. El Poder Ejecutivo. Innombrables para Cristina Fernández de Kirchner, una mujer que con la omisión es lacerante. La Vicepresidenta inauguró un nuevo formato de ejercer el poder: el gobierno epistolar. En una nueva carta publicada justo antes del primer aniversario de la gestión de Alberto Fernández, Cristina declara una guerra institucional al Poder Judicial.

Es que acusó sin tapujos a la Corte Suprema de la Nación, apuntando en particular contra dos ministros que fueron nombrados por Néstor Kirchner y con quienes tuvo una omisión nominal maliciosa. Apunta particularmente contra Luis Lorenzetti y Elena Highton de Nolasco, a quienes ni siquiera menciona con nombre y apellido. Sí menciona directamente a los jueces que fueron nombrados durante la gestión anterior, en particular al actual presidente Carlos Rosenkrantz. Curiosidad: la vicepresidenta tampoco menciona con nombre y apellido a Alberto Fernández. Pone una barra de hielo en la relación y solo menciona al "Poder Ejecutivo". 

Lo curioso es que Cristina acusa a la Corte por cumplir el rol. Sí, el Poder Judicial tiene como función controlar lo que ocurre en otros poderes. "Sólo un Poder tiene la palabra final sobre las decisiones del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo", dice Cristina a modo de acusación. Pues sí, ese es el rol del Poder Judicial.

La embestida contra la Corte ocurre justo después de que el máximo tribunal confirmara la condena contra Amado Boudou a 5 años y 10 meses de cárcel. También luego de que la Cámara de Casación Penal no hiciera lugar al pedido del kirchnerismo para declarar inconstitucional la ley del arrepentido, herramienta clave en las causas donde se investigan hechos de corrupción ocurridos durante el gobierno de Cristina Fernández y donde ella está como acusada. 

"La actuación de ese poder no hizo más que confirmar que fue desde allí, desde donde se encabezó y dirigió el proceso de Lawfare. Esa articulación mediática-judicial para perseguir y encarcelar opositores, se desplegó en nuestro país con toda su intensidad desde la llegada de Mauricio Macri a la Presidencia de la Nación y, lo que es peor: aún continúa", inicia la vicepresidenta.  Con la misma construcción discursiva, Cristina trata de descalificar el futuro. "A nadie debería extrañarle entonces, no sólo que el Lawfare siga en su apogeo", dice.

La carta tiene además otra connotación. Nuevamente se anticipa a Alberto Fernández y marca la agenda. Ya lo había hecho antes del aniversario de la muerte de Néstor, vaciando de contenido cualquier acto, discurso y pronunciamiento de parte del Presidente. 

Sigue el "gobierno epistolar". La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió a publicar una carta en la que busca repasar la gestión en el Senado y pone bajo "evaluación" al gobierno de Alberto Fernández. Pero el punto más importante es el duro golpe que le da a la Justicia, particularmente e la Corte Suprema, a quien acusa de encabezar el supuesto "lawfare" del que dice ser víctima. 

La ex presidenta hace un ingenuo balance de la gestión del oficialismo y asegura que el Poder Ejecutivo y el Legislativo funcionan. Pero no el Poder Judicial; el lugar donde a ella le piden que rinda cuentas por las causas judiciales pendientes. 

Sin embargo, no se puede decir lo mismo del otro Poder del Estado: el Poder Judicial. Representado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la actuación de ese poder no hizo más que confirmar que fue desde allí, desde donde se encabezó y dirigió el proceso de Lawfare. Esa articulación mediática-judicial para perseguir y encarcelar opositores, se desplegó en nuestro país con toda su intensidad desde la llegada de Mauricio Macri a la Presidencia de la Nación y, lo que es peor: aún continúa", anticipa.

Mañana Alberto Fernández cumple un año de gestión. Pero el balance ya lo hizo la jefa del Gobierno epistolar.