Cuáles son las estimaciones sobre los abortos clandestinos en nuestro país y de dónde surgen

Luego de que el Gobierno nacional enviará al Congreso un proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo, los datos sobre esta práctica volvieron a aparecer en el debate público.

La secretaria de Legal y Técnica de la Nación, Vilma Ibarra, mencionó un dato que aparece siempre que el aborto es tema. “En muchos casos no es una opción la maternidad forzada, y muchas mujeres acuden a un aborto clandestino, que en la Argentina se estima que son entre 370 mil y 520 mil por año”, señaló la funcionaria.

¿De dónde sale este dato?

Como se explicó en esta nota, el aborto en la Argentina es ilegal, salvo en 2 excepciones previstas desde 1921 en el artículo 86 del Código Penal de la Nación: en los casos de violación (luego del caso F.A.L. de la Corte) o de riesgo para la vida o salud de la mujer. Al ser ilegal, es muy difícil saber cuántos abortos se realizan año tras año, ya que la gran mayoría se hacen de manera clandestina; esto es, por fuera del sistema de salud. Por eso, existen únicamente estimaciones.

La que más se utiliza en la Argentina tiene ya 15 años. Es el resultado de un trabajo realizado en 2005 por 2 demógrafas (especialistas que estudian la evolución de la población), Edith Pantelides y Silvia Mario, a pedido del Ministerio de Salud de la Nación, entonces también liderado por Ginés González García.

Si bien hay críticas a los métodos utilizados por Pantelides y Mario son, a su vez, las únicas estimaciones disponibles. Aquel informe realizó 2 posibles cálculos para estimar la cifra total de abortos anuales practicados en el país por fuera de los abortos no punibles del Código Penal: una metodología basada en estadísticas de egresos hospitalarios y un método teórico de cruces de datos (residual).

El método basado en egresos hospitalarios

La primera analiza la cantidad de mujeres que son internadas en los hospitales públicos a raíz de complicaciones médicas derivadas de un aborto. Como esta cifra deja afuera a muchos abortos (los abortos inducidos del sector privado, los que no requirieron hospitalización y los que se trataron de forma ambulatoria, entre otros), la estadística se multiplica para estimar la cantidad de abortos totales.

Para llegar al número multiplicador, se aplica una encuesta de percepción a proveedores de servicios de salud reproductiva y otro tipo de actores que participen en las prácticas de abortos inducidos. Esta estimación determina que hay 6,8 abortos por cada egreso hospitalario derivado de un aborto inducido en un hospital público.

Y aquí llega otra subclasificación. El informe elabora 2 hipótesis: 1) que los datos de egresos hospitalarios son confiables y no hace falta reajustarlos; 2) que los egresos hospitalarios están mal clasificados y, por eso, corresponde realizar un recálculo.

Con estas 2 cifras, multiplicados por la estimación de 6,8 abortos por cada egreso hospitalario, se estima que hay entre 372 mil y 447 mil abortos por año.

El método residual

Este método relaciona la fecundidad real con una fecundidad máxima teórica, la prevalencia de uniones, el uso de métodos anticonceptivos, la cantidad de abortos y el índice de infertilidad posparto. El método toma todos estos datos para determinar el número de abortos voluntarios a partir de la cifra faltante entre los nacimientos teóricos esperados y los nacimientos reales en un determinado territorio.

De acuerdo con este método, la cantidad de abortos sería de entre 486 mil y 522 mil, dependiendo de cuánto se estime que sea el período de lactancia.

Es por eso que, del uso de los 2 métodos del informe elaborado en 2005 a pedido del Ministerio de Salud de la Nación, se concluye que se realizan en nuestro país entre 370 mil y 520 mil abortos anuales.

“Los 2 métodos descriptos para la estimación del aborto inducido no arriban a datos exactos, pero ofrecían órdenes de magnitud para informar el debate sobre la práctica del aborto en 2005”, señala un informe de Aministía Internacional.

Sobre los métodos y sus problemas, el informe señala: “En el método residual la tasa de fecundidad potencial y la información sobre la efectividad de uso de anticonceptivos son datos desconocidos en la Argentina y deben reemplazarse por estadísticas de otros contextos, que generalmente no se condicen con la realidad del país”.

Sobre el otro método, agrega: “La complejidad del método por egresos hospitalarios reside fundamentalmente en el cálculo del multiplicador que emplea. Sin embargo, su principal fuente de información son los registros concretos de egresos hospitalarios y esto se percibe como un atributo positivo y robusto del método”.