Entre Ríos

Caso Próvolo: una víctima del cura Ilarraz se solidarizó en una carta con los chicos abusados

En una misiva titulada "Animarse y lograr", Hernán Rausch consideró que "Mendoza vive uno de los juicios más escandalosos e indignantes", a la vez que cuestionó que  la Iglesia “condena al inocente y lo carga de culpa y traición”.

lunes, 26 de agosto de 2019 · 21:56 hs

Hernán Rausch, una de las víctimas y el primer denunciante del cura Justo José Ilarraz, condenado a 25 años de prisión por abuso de menores en Entre Ríos, afirmó hoy que "Mendoza vive uno de los juicios más escandalosos e indignantes", en una carta que escribió en apoyo a los niños abusados en el Instituto Próvolo.

"En estos días he revivido lo que es un juicio. La mezcla de ansiedad y miedo por transitar instancias que uno jamás imaginó, pero que sin dudas reafirma cada paso de la lucha que fuimos dando a través de las distintas apelaciones, planteos, en las trabas y desenlaces judiciales", comienza la misiva titulada "Animarse y lograr".

Mendoza está viviendo y transcurriendo estas semanas uno de los juicios más escandalosos e indignantes, perpetuados por aquellos que debían haber velado por la integridad de las personas y más aún en el caso de niños y jóvenes hipoacúsicos”.

La misiva cita además al papa Francisco, quien en varias ocasiones se dirigió a curas y obispos y les pidió “coraje” para luchar contra los abusos en el seno de la Iglesia.

"Esas son palabras que le caben en estos tiempos más a víctimas sobrevivientes que a los curas, porque con el silencio, algunos de ellos alimentan y se vuelven cómplices de esos hechos”, aseguró Rausch.

Por último, el texto señala que la Iglesia “condena al inocente” y “lo carga de culpa y traición”.

La Iglesia, muchas veces, señala, sentencia y condena al inocente, sin conocer su sufrimiento, sin extenderle una mano, siempre tratando de justificarse en su acción, disparando y cargando con culpa y traición". 

Rausch pide además que se invierta la frase que alude a "los tiempos de la Justicia" y se transforme en "Justicia, ya es tiempo".

"No se dejen amedrentar, adelante señores jueces, siempre se debe preferir la acción a la crítica", concluye.