Salud

Oímos colores y vemos música: con ustedes, la sinestesia

No es común, pero confunde. Te contamos el misterio de las personas que tienen sensaciones mezcladas.

Redacción MDZ
Redacción MDZ jueves, 26 de diciembre de 2019 · 08:54 hs
Oímos colores y vemos música: con ustedes, la sinestesia

Por Cecilia Ortíz*

A mí me enseñaron que los seres humanos tenemos cinco sentidos, cinco, que podemos contar con los cinco dedos de nuestra mano: la vista, para apreciar con nuestros ojos los paisajes y las caras; el gusto, para distinguir con nuestra cavidad bucal los diferentes sabores de las comidas; el oído, para recibir las vibraciones de los sonidos; el tacto para palpar a través de nuestra piel y el olfato, para captar el perfume de las flores.

Simple, sencillo, cada órgano con su tarea. Pero, ¿puede pasar que veamos con el oído y degustemos con la nariz?

Olivier Messiaen (1908 – 1992) fue uno de los músicos más importantes de la segunda mitad del siglo XX. De origen francés, fue compositor, organista y ornitólogo. Tratando de explicar su experiencia dijo: “uno de los grandes dramas de mi vida consiste en decirle a la gente que veo colores cuando escucho música, y ellos no ven nada, nada en absoluto”.

La palabra sinestesia deriva del griego “sin” (unión) y “aesthesis” (sensaciones) y designa algo así como una unión de sensaciones: ver colores mientras se escucha una melodía o apreciar un sabor cuando alguien habla. Es un fenómeno que por lo general se relaciona con artistas, de hecho, además de Messiaen, se sabe que Kandinsky, Scriabin, Nabokov, Rimbaud lo experimentaban.

Las estadísticas nos cuentan que hay mayor proporción de mujeres que de hombres. Esto puede deberse a que se transmite a través del cromosoma X. Lo interesante es que las sinestesias son consistentes a lo largo de la vida, y no desaparecen.

Las sinestesias más frecuentes son las que aúnan percepciones visuales y auditivas (melodías o palabras que hacen percibir colores) o las que se dan entre grafemas (letras escritas en negro que se perciben en colores). Ésta última fusión es la que mayor trabajo cognitivo implica, ya que, al leer, las personas deben concentrarse más para inhibir los colores.

Algunos otros tipos de sinestesia son:

Audio-Táctil: Ciertos sonidos son percibidos con sensaciones en la piel

Léxico-Gustativa: Algunas palabras causan un gusto específico

La psiquiatra Daphne Maurer, de la Universidad de Macmaster, Canadá, explica que los bebés recién nacidos confunden visión con audición, tacto y gusto, lo que podría indicar que, cuando nacemos, no habría diferenciación de las redes neuronales que soportan las percepciones. Esa especialidad iría lográndose con el desarrollo, a medida que vamos interactuando con nuestro contexto.

Maurer puntualiza que los sinestésicos podrían no lograr dicha división, por lo que las conexiones neuronales permanecerían indiferenciadas. Esto significa que el cerebro de estos pacientes se desarrollaría de manera diferente al del resto de los mortales.

Las explicaciones fisiológicas señalan una incompleta arborización en las dendritas de las neuronas, lo que altera las conexiones sinápticas y causan fallas en el feedback entre sensación-elaboración del estímulo.

Por otro lado, hay quienes sostienen que el origen está en el proceso de extracción de significado de los estímulos, y que las asociaciones sinestésicas tienen su origen en el proceso de aprendizaje, sobre todo, de conceptos abstractos. Así, la explicación no estaría tanto del lado de la percepción en sí, sino de la atribución de significado a ese percepto, es decir, sería más un error semántico.

Sea cual fuere la explicación, podemos afirmar que las personas sinestésicas poseen una capacidad acrecentada de captar información allí donde el resto sólo vemos un solo elemento. Esto las convierte en más creativas.

*La autora es neuropsicóloga

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