La niebla multiplicó la pelea entre Javier Milei y los gobernadores
La cancelación del viaje de Javier Milei a Tucumán para la vigilia de la Independencia desnudó una crisis en la negociación por fondos con los gobernadores. Hasta ahora, los puentes no se habían cortado. La amenaza en el Congreso y el temor al impacto fiscal.

En medio de la confrontación con las provincias, Javier Milei no asistió al acto por el 9 de julio en Tucumán marcado por la ausencia de la gran mayoría de los gobernadores.
PresidenciaLa niebla que azotó a todo el AMBA durante todo el día, ayer terminó sirviéndole de excusa ideal a Javier Milei para bajarse del viaje que iba a iniciar anoche sólo por tres horas a Tucumán, donde, como celebración del 9 de julio, estaba previsto una vigilia del presidente con gobernadores y su gabinete. El protocolo era escueto y austero, y solo una foto justificaba ese periplo que tenía previsto un regreso a Buenos Aires hacia la madrugada para dar por terminados los festejos patrios. Como se sabe, nada de eso sucedió.
En realidad, las complicaciones de ese viaje de Javier Milei- que iba a replicar el que había hecho hace exactamente un año también para la vigilia frente a la casa de Tucumán, pero con la intención también de lanzar desde allí el Pacto de Mayo (que, por demorado, terminó firmándose en Julio)- aparecieron ya 48 horas antes, cuando casi la totalidad de los gobernadores, con excepción de un par, habían o desaparecido de sus teléfonos o directamente expresado públicamente que no iban a concurrir a acompañar al presidente en el acto.
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Los antecedentes, además, sumaban otro recuerdo amargo en medio de las negociaciones políticas que lleva delante la Libertad Avanza con el PRO: nadie olvida la foto que se había visto en Tucumán el 9 de julio de 2024, cuando había sido convocado e invitado Mauricio Macri al lanzamiento del Pacto de Mayo (para eso hizo un regreso forzado con un vuelo especial desde Europa) junto con el resto de los dirigentes y gobernadores que fueron convocados para ese evento. Hay que recordar que, finalmente, Macri no fue invitado a ingresar a la casa histórica para la firma, sino que debió soportar ver cómo se desarrollaban los hechos adentro de la casa histórica mientras él esperaba sentado en la intemperie (en una noche muy fría para Tucumán) que volvieran a salir el presidente junto con sus ministros y gobernadores para el mensaje por el Pacto y el 9 de julio.
La excusa de la niebla
Milei consiguió, con la excusa de la neblina- que en realidad a esas horas ya no lo era porque el Aeroparque metropolitano se encontraba plenamente operativo-, evitar una foto que iba a resultar extremadamente incómoda por la ausencia de gobernadores (sólo el propio Osvaldo Jaldo, Raúl Jalil y Carlos Sadir habían confirmado que estarían presentes), sino que también podría haber protagonizado algún momento incómodo, ya que casi la totalidad de los gobernadores- dialoguistas o no-, están en medio de una puja y encabezando la protesta mas dura que se haya visto hasta ahora contra el Gobierno nacional, por la distribución de fondos y la retención en el reparto de los ATN.
Esos mismos gobernadores son los que están esperando, y lo dicen públicamente, desde hace días que suene el teléfono para convocarlos a una reunión en la Casa Rosada para hablar sobre los problemas con la transferencia de fondos y la caída de coparticipación, en muchos casos, producto de la baja en la recaudación de algunos impuestos, sobre todo los que afectan al consumo, y que les impactan en la caja directa de cada una de las provincias.
La estrategia de los gobernadores
Esta semana, algunos de esos gobernadores habían dado el guiño a sus senadores para que se sentaran en el recinto a debatir proyectos incómodos para el Poder Ejecutivo, como la ley que impulsa una recomposición de haberes para jubilados, compensatoria- según alegan- de la diferencia que quedó pendiente de ocho puntos en el mes de enero; fondos para asistencia a discapacitados; y finalmente, un proyecto que fuerza modificaciones en la distribución de los ATN y de otros impuestos, como el que graba los combustibles.
La sesión del Senado está en tren de ser convocada y habrá que ver si, llegado el momento, mañana se conseguirá el quórum o no para avanzar en esa suerte de rebelión legislativa. No está tan claro si los jugadores, finalmente, o al menos una parte de ellos, los más razonables, terminarán dando el número para votar el proyecto que modifica impuestos a favor de las provincias y en contra de la Nación.
La duda comenzó a carcomer a muchos gobernadores, que entienden que en medio de la campaña electoral, el valor de la estabilidad fiscal como concepto, el superávit como logro y la baja de la inflación, priman en la conciencia general por encima de sus problemas de caja. Esa convicción viene acompañada del miedo a que el mercado- que mira muy de cerca tanto la evolución del dólar como de la actividad y la recuperación en algunos sectores o la marcha de la negociación con el FMI-, reciba una señal negativa al percibir que algunos gobernadores, hasta ahora confiables, estén dispuestos a apoyar una rebelión desde el Congreso desestabilizante para las cuentas públicas.
Quizás sea ese argumento más fuerte, y no la simpatía mayor o menor que pueda haber por estos tiempos entre las provincias y la Casa Rosada, la que frene finalmente la aprobación de los proyectos contra Javier Milei. Mientras no se negocie, quedará pendiente la posibilidad de una protesta por parte de los gobernadores, y por lo tanto nada mejor ayer que evitar encuentros molestos, y mucho menos cuando el único objeto de esa foto era un acto formal en Tucumán para celebrar el 9 de julio al que nadie quería ir.