"La Corte aceleró la tormenta": el terremoto político tras la condena a CFK

La confirmación de la condena a Cristina Fernández de Kirchner por la Corte Suprema de Justicia generó un terremoto político en Argentina, cuyas consecuencias aún son difíciles de predecir. Alejandro Katz, ensayista y profesor de la UBA, analizó en MDZ Radio 105.5 FM las múltiples aristas de este fallo, destacando la profunda crisis de credibilidad institucional que atraviesa el país.

Katz señaló que el problema central radica en la erosión de la confianza en los discursos que deberían ser percibidos como objetivos, como el jurídico: "Para que una sociedad más o menos funcione, todos tienen que creer que lo que dice la justicia, cuando dice culpable o inocente, es exactamente así. Y lo que ocurrió ayer prueba que nuestra sociedad no cree eso". Esta desconfianza, agregó, impide discernir si la decisión de la Corte fue jurídica o política, lo que agrava la fractura social.

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Aunque se declaró "profundamente crítico del kirchnerismo", Katz admitió sus dudas sobre la rigurosidad del proceso: "Yo mismo no estoy en condiciones de asegurar que el proceso judicial haya sido llevado a cabo con las exigencias con las que debería haberse cumplido". Esta incertidumbre, según él, alimenta la indignación de un sector importante de la sociedad que considera a Kirchner perseguida.

Timing, polarización y los efectos políticos

El ensayista cuestionó el momento elegido por la Corte para resolver una causa de 17 años en pleno periodo electoral: "Una decisión en marzo hubiera estado fuera de toda sospecha. [...] Esto me deja con la certeza de que la decisión jurídica es mucho más fuerte". En cambio, la intervención ahora "alimenta la polarización" en una sociedad ya "perturbadamente polarizada". Katz sostuvo que el máximo tribunal "debería haber introducido elementos de moderación, no de radicalización", pero optó por "acelerar la tormenta", en un acto que calificó de "irresponsable" y "sesgado".

Katz advirtió que el fallo transforma a una "dirigente desprestigiada, envejecida y en decadencia" en una "heroína", revitalizando narrativas épicas en el peronismo: "El peronismo no tenía ninguna razón para movilizarse y ahora la tiene. [...] No tenemos un proyecto político alternativo, sino una causa". Esto, según él, dificulta la renovación del espacio: "Con Cristina presa, cualquier dirigente que quiera levantar la cabeza va a ser un traidor".

Además, criticó el rol del gobierno de Javier Milei, al que describió como "psicológicamente desequilibrado" y "intelectualmente pobre", y lo vinculó con la degradación institucional: "El mileísmo es el emergente de una clase política disfuncional que se ha pasado 20 años produciendo fracasos".

Para Katz, la decisión judicial no sólo profundiza la grieta, sino que consolida un clima de confrontación donde "el diferente es objeto de odio". "La obligación de las dirigencias es sacar las cosas de la zona de sombras, no echar más sombras sobre las cosas", remarcó.