Juan Grabois y Mayra Mendoza: una pelea de Navidad que expone tensiones en el kirchnerismo
Una licitación por diez años, aprobada fuera de la temporada normal de sesiones, hizo que Juan Grabois saliera a criticar con dureza a Mayra Mendoza. El cruce fue porque cincuenta "trapitos" fueron reprimidos.
“Es increíble que estos tipos empiecen a jugar con nafta y fuego en diciembre. ¿Qué quieren? ¿Qué explote el conurbano por una boludez como esta?” exclamaba hoy a la tarde un habitué de San José 1111 que no podía creer cómo dos representantes propios se peleaban en las calles y por los medios por una simple concesión municipal que, extrañamente, fue propuesta para ser debatida y votada en un período extraordinario, casi en Navidad, cuando la mayoría de la población está en otro tema.
Así ocurren las cosas. O a las 3 de la madrugada, como la aprobación de los miembros de la AGN, reelecciones indefinidas, o licitaciones en el Conurbano para beneficiar a algún tercero. Es inentendible que por más buena intención que tuviera la normativa hubiese sido debatido en estos días. ¿No podían esperar a marzo?
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El increíble cruce entre Juan Grabois y Mayra Mendoza desbordó todos los cauces imaginables y es la primera vez que dos personas con relación directa con Cristina Fernández de Kirchner, que la visitan y guardan para ella el mayor de los respetos y admiración, se cruzan y se agravian públicamente. Y a pesar de lo que se pueda suponer, no hubo ningún fomento político para que los dos se cruzaran como lo hicieron.
Grabois venía reclamándole a la jefa comunal quilmeña que el proyecto para ordenar el tránsito sea realizado con el personal de la economía informal, quienes hoy manejan el casco céntrico y la costanera de Quilmes. Los conocidos “trapitos”, que para el Movimiento de Trabajadores Excluidos son “cuidacoches” pretendían quedarse en esos puestos, pero con mucha más formalidad.
“Desde hace cinco meses le venimos pidiendo a Mayra que los incluya en el proyecto”, explicó una de las personas de mayor confianza del diputado nacional kirchnerista y jefe del movimiento de trabajadores de la economía informal. Las primeras protestas se realizaron el viernes, día en que fue aprobada la norma 4091-10690-A-2025, que además del estacionamiento medido autorizaba la instalación de radares de máxima velocidad en varias calles y avenidas y la instalación de grúas para remover los vehículos mal estacionados.
Pero este lunes la situación se desmadró. Ante una nueva movilización, lo que exacerbó los ánimos de Grabois y los suyos es que la intendenta, militante histórica de los derechos de los más desposeídos, haya pedido ayuda a la policía para reprimir cualquier protesta. “Lamentable la intendencia de Quilmes habilitando junto a la bonaerense la represión de militantes y trabajadores por una protesta social mientras tratan en el Concejo Deliberante la privatización amañada del estacionamiento medido”, dijo Grabois, quien además alertó, a modo de chicana, que esperaba que la represión “no se le haga costumbre”.
Mayra Mendoza no se quedó callada. También, de manera directa, le contestó: “Yo no se, Juan, desde qué lugar y desde qué posición te crees que estás vos sobre el resto para tratarnos así. A mi me eligieron mis vecinos de Quilmes para poder ordenar este municipio. Lo que ustedes están haciendo, hasta lastimar a una vecina que estaba realizando un trámite, no lo voy a permitir”.
Inmediatamente, surgió el nombre del multifacético Leandro Camani, representante de una de las empresas que más ha crecido en los últimos tiempos en este rubro y uno de los damnificados directos de las estafas que se están investigando en el área de Tránsito y transporte bonaerense ya que su empresa era una de las que más facturaba pero luego no cobraba por las excepciones realizadas por los juzgados de falta. Es el expediente que tiene a Jorge D´Onofrio como principal protagonista.
Con algunos contratos servicios caídos producto del fin de la concesión o problemas con tercerizaciones y la utilización de Universidades, los manifestantes decían que su empresa era la que traía el proyecto debajo del brazo, algo que fue negado, como no podía ser de otra manera, por las autoridades quilmeñas y por el propio Camani.
Los dirigentes del Movimiento de Trabajadores Excluidos comandaron la protesta, oficialmente, porque su salida de las calles se realizaría justo en Navidad y Año Nuevo, con lo que eso significa en los magros ingresos de sus respectivas familias. Si bien aceptan no tener ningún tipo de relación contractual con la comuna, los consultados confirman que desde hace cinco años hay un permiso político para trabajar, que incluye a varios participantes de la barra brava de Quilmes.
En contraste de esa postura, los comerciantes venían reclamando que se reimplantara el orden en la zona, máxime que, por las noches, todo era un caos, con tarifas que iban desde los cinco mil hasta los diez mil pesos para estacionar cerca de los lugares de la rivera quilmeña o el centro gastronómico. Quien cuida la calle, además, tiene acceso a todo tipo de intercambios, legales o ilegales, y estos suelen ser muchos más cuando no están amparados bajo ningún criterio legal.
A pesar de lo criterioso del proyecto para regular, tal cual existe en muchos municipios, capitales provinciales y en la Ciudad Autónoma, la sospecha surge por el momento elegido por Mayra Mendoza para ejecutar una decisión que venía masticando desde hace tiempo. ¿Era necesario discutir en sesión extraordinaria la concesión del estacionamiento vehicular, la remoción de vehículos y la instalación de cámaras foto multas? Por la fecha es que las reacciones se multiplican.
“Nos estamos preparando para las vacaciones, tenemos los bolsos listos y los autos cargados y nos tiran esta licitación”, dijeron quienes estaban protestando pacíficamente. Lamentablemente, los referentes del PRO, Martiniano Molina, y de La Libertad Avanza, Nahuel Sotelo, no contestaron a MDZ para saber su opinión. Los ex Juntos por el Cambio votaron en favor de la iniciativa y solo fue rechazada por la concejal de Grabois, María Mendoza, y los cinco concejales libertarios. Es decir, por amplia mayoría se aprobó la norma, que regirá hasta el año 2035, es decir, dos gestiones posteriores a la de la actual intendenta.


