Guerra del vino: el empresario que rompe el silencio y promete inversiones millonarias
Juan José Retamero, dueño de Iberte y el grupo Aisa, afirma que fue estafado por los directivos de Fecovita y da detalles sobre el conflicto judicial y comercial.

Juan José Retamero, propietario de Iberte y del grupo Aisa, dio declaraciones por primera vez a la prensa.
Maru Mena / MDZEl conflicto judicial que enfrenta a Fecovita, la mayor cooperativa vitivinícola del mundo, y su ex socia española Iberte ha generado un fuerte cimbronazo en el mundo empresarial y en la industria del vino en Mendoza. Uno de sus protagonistas es el empresario español Juan José Retamero, propietario de la firma extranjera y del grupo Aisa, quien denunció por estafa a los directivos de la asociación de cooperativas por el incumplimiento de un acuerdo comercial cuyos orígenes se remontan al 2021. Si bien siempre cultivó un estricto perfil bajo, decidió romper el silencio y dar por primera vez declaraciones a la prensa.
En esta entrevista con MDZ reveló detalles de la “guerra del vino” que mantiene en sede judicial contra los directivos de Fecovita, a quienes acusa de “dar manotazos de ahogados” ante el avance de la causa en la Justicia.
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A su vez, Retamero hizo hincapié en las grandes inversiones que tiene proyectadas en el país el grupo Aisa en materia de minería, pesca, parques fotovoltaicos y adelantó que analizan inversiones en la provincia de Mendoza, particularmente en la zona de Vaca Muerta.
Semanas atrás, el Tribunal Penal Colegiado Nº 1 de la provincia confirmó las imputaciones por estafa contra Rubén Panella, Eduardo Sancho, Jorge Irañeta y Juan Ángel Rodríguez. Se trata de los directivos de Fecovita que fueron denunciados por Iberte.
La acusación apunta a que la cúpula de la asociación de cooperativas habría engañado a la firma española para que capitalice con 31,7 millones de dólares a la sociedad en común que formaron, Evisa, a cambio de productos vínicos que no recibió y que denunciaron que el objetivo de fondo era financiarse a tasa cero. Advierten que todas las actas de la sindicatura y asamblea y toda la documentación vinculada al acuerdo ratifican sus acusaciones.
Por su parte, desde Fecovita rechazaron esta denuncia y sostienen que son acreedores de Iberte, a quienes reclaman un deuda de la compañía extranjera, ya que sostienen que sí entregaron los productos vínicos antes de la capitalización de Evisa. Sin embargo, la última palabra la tendrá la Justicia provincial y también la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, que analiza también la disputa empresaria.
-¿Por qué toma la decisión de romper el silencio?
-De alguna manera estaba en deuda con los medios. Desde hace un año pudimos interactuar y compartir documentación. Y ya no era mi palabra, ya eran documentos lo que hablaban. Yo siempre entendí que no era la persona relevante para este tema. Entendí que esto siempre se debía de dirimir en la justicia. Pero, de alguna manera esto se mediatizó y, ante tanta falsedad que se estaba diciendo, tuvimos que salir y aportar documentos para validar la verdad y la realidad del caso. No salgo a contar yo mi historia, sino te doy la documentación para que tú puedas contrastar la historia. De alguna manera, con el equipo nuestro siempre nos negamos a que yo me expusiera, pero como nos habían expuesto de una manera tan fea, tan injusta, tan incorrecta la otra parte, decidimos por nosotros que debía de dar la cara.
-¿Por qué habían tomado esa decisión en su momento de no exponerse?
-Exclusivamente porque entendemos que esto no es un conflicto mediático. La justicia no se impone en los medios. La justicia se impone en sede judicial. La justicia no se impone en el Poder Legislativo o en el Poder Ejecutivo. La justicia se impone en sede judicial.
-¿Había una decisión personal de no tener una exposición o que en las búsquedas de internet el apellido Retamero no aparezca?
-La familia es una familia de perfil bajo. Y la verdad es que yo entiendo que nosotros estamos aquí para trabajar y para hacer y para desarrollar. Yo no creo que nadie tenga mucho interés en saber de mí, más que mi gente y tienen acceso a mí permanentemente sin ningún tipo de problema. Pero me pongo a pensar si fue una decisión equivocada o acertada, si me preguntaras hoy, te digo quizás fuera equivocada. Pero, insisto en que no era algo que se tenía que dirimir en los medios. Creo que es algo que se tiene que dirimir en la justicia y que deberían las partes de haber mantenido la privacidad del conflicto.
-¿Esa mediatización y falsedad que señala a quién la atribuye puntualmente?
-Cuando uno no tiene defensa, da manotazos de ahogado. Es más fácil, teniendo el poder social y la confianza de 5.000 familias por ser una autoridad. O sea, la manera que tengo de defenderme, es desacreditar a éste, me voy a inventar cualquier cosa y voy a intentar movilizar al Poder Legislativo, a la sociedad, al Poder Judicial, incluso al Poder Ejecutivo, voy a intentar movilizarlo para hacer una imagen de que este hombre es un gran en lo que sea y ver si así impongo mi razón. Pero aquí no se trata de imponer la razón, aquí se trata de que un juzgado determine quién tiene el derecho.
-¿Cómo tomó la ratificación de las imputaciones a los directivos de Fecovita?
-Para mí es un gran orgullo ver que el sistema judicial argentino funciona.
-¿Confía en la justicia argentina y en la justicia de Mendoza?
-Yo desde el primer día que aterricé aquí me dijeron que no se podía confiar en el sistema judicial argentino y tengo que decir que en mi experiencia personal es que sólo puedo confiar en el sistema judicial argentino. Nosotros tenemos sentencia a nuestro favor de Fraccionadora San Juan confirmada por la Cámara, tenemos sentencia a nuestro favor de Jugos Australes de 14 millones de dólares, tenemos embargos preventivos sobre la planta de mostos, la bodega, tenemos embargadas todas las cuentas. ¿Cómo que no funciona el sistema judicial? Tenemos una imputación por estafa que está siendo elevada a juicio, lo que pasa es que es lento, porque la otra parte cuando no tiene derecho utiliza todos los recursos que tiene para entorpecer todo el proceso, pero eso no es culpa del sistema judicial. El sistema judicial actúa, y actúa bien y en mi experiencia es impecable. Lo confirma también la última sentencia de la Cámara. Cuando nosotros denunciamos a Fecovita por estafa, el fiscal, después de hacer las informativas, archivó la causa. Luego recolectamos nuevos medios de prueba precisamente de los allanamientos que se habían hecho en esa causa y conseguimos aportar nuevos elementos para que se pudieran imputar. Y el fiscal desarchivó la causa por estafa e imputó. Y Fecovita recurrió la imputación y la jueza de garantías confirmó la imputación. Y Fecovita volvió a recurrir la imputación. Entonces una cámara compuesta por tres jueces independientes volvieron a confirmar la imputación. Era una sentencia en que prácticamente le dan una orden al fiscal de que continúe con la investigación porque ven delito de estafa.
-Fecovita plantea que la deuda es de Iberte con ellos, que sí entregó la bodega Resero y que no buscaban financiarse con un crédito a tasa cero, ¿cómo responden a esa réplica?
Dicen que nosotros somos deudores, pero hay un acuerdo final firmado el 13 de octubre del 2022 donde dice que Fecovita es deudora. Entonces, hay un acuerdo final firmado por el presidente, firmado por el secretario, firmado incluso por el gerente general, donde dice que Fecovita debe a Iberte. Cuando tú vas realmente a los documentos, a los que firman las partes, no hay ningún argumento que valide su opinión. Ellos dicen, por ejemplo, que el acuerdo final se firmó bajo extorsión, pero resulta que hay unas actas aprobadas por la sindicatura y por la asamblea, donde diez días antes, del acuerdo final, la asamblea aprueba la firma del contrato del acuerdo final. Creo que los argumentos que ellos están utilizando son argumentos realmente manotazos de ahogado.
-¿En qué momento empieza a sospechar de que se podía tratar de una estafa?
Nunca quisimos asociarnos con Fecovita porque ya tuvimos dos experiencias malas en el 2015 y el 2016. Nos incumplieron dos contratos, nosotros no pusimos ningún tipo de reclamación y a lo largo de todos estos años trabajamos con más de 40 bodegas en Argentina de forma impecable. Tuvimos problemas con Galán, con Fraccionadora San Juan, con Jugos Australes y con Fecovita, pero hay otras 40 que estuvieron exportando de forma impecable y continua. Y necesitábamos suministro de vino argentino porque teníamos contratos firmados con el exterior de vino de origen argentino. Llegamos a Fecovita y constituimos esa sociedad quizás porque en aquel momento teníamos que atender los contratos por una obligación de cumplir con las obligaciones que teníamos con nuestros clientes y con la ilusión de generar una empresa de máximo nivel en el exterior. Si Evisa hubiera seguido funcionando como se originó, era el sueño de la vitivinicultura en Argentina. ¿Cuándo nos damos cuenta que nos engañan? Cuando el fiscal D’ Amore ordena los allanamientos en la causa por estafa de Fecovita y leemos las actas de asamblea y las actas de la sindicatura donde la junta directiva para conseguir la unanimidad del consejo y poder asociarse con nosotros, mintió, estafó a los cooperativistas y les dijo que iban a obtener un préstamo a tasa cero, o sea que todo el capital que nosotros invirtiéramos en la sociedad se iba a quedar para ellos a tasa cero y que íbamos a llevarnos todos los años 20 millones de litros de vino y cinco o seis mil toneladas de mosto. No hay nadie en el mundo al que tú le ofrezcas ese negocio que te pueda decir que no. Pero sin embargo con nosotros firmaron algo muy contrario a lo que le había aprobado el Consejo. Con nosotros firmaron una sociedad, en la que ellos tenían el 51%, nosotros el 49%. Ellos tenían la administración, tenían que aportar Resero, tenían que aportar 2,5 millones de litros mensuales para que Evisa los exportara en régimen de consignación y tenían que otorgarnos un derecho irrevocable de venta de las acciones. No cumplieron ninguna de las tres cosas.
-¿Cómo califica el accionar de los directivos de Fecovita en esa sociedad?
-El secretario en aquel momento, Rubén Panela y Eduardo Sancho el presidente, fueron con sus señoras y estuvieron cenando en nuestra casa, en Madrid. Lo de Fecovita es una permanente secuencia de incumplimientos con nosotros. A nivel personal te sientes frustrado, porque a pesar de que en el 2015 o en el 2016 ellos nos fallaron y nosotros no tomamos ningún tipo de reacción, yo siempre mantuve una relación cordial con ellos. Hablábamos de mercados, hablábamos de expectativas, de precios de vino, de cosechas. Entonces había una relación personal. Yo me siento completamente estafado. Yo me siento estafado por las autoridades de Fecovita. No por Fecovita, creo que Fecovita también ha sido estafada.
-El Grupo AISA tiene inversiones en Argentina en minería, pesca y energía, ¿Mendoza puede entrar en ese plan de inversiones?
-Con muchísima ilusión de que salga un proyecto para abordar en Mendoza. De hecho, hoy en día estamos en conversaciones para empezar con algunas empresas tres due diligence en proyectos de gas & oil en Vaca Muerta.
-¿No lo inhibe la experiencia de Fecovita?
-Absolutamente para nada. Estoy muy orgulloso de la experiencia que hemos tenido en el sector vitivinícola. Hay 40 empresas que merecen todo mi respeto y que han trabajado de forma impecable y que se merecerían que nosotros siguiéramos trabajando en el mundo del vino. Incluso Fecovita también, pero no las autoridades que hoy en día dirigen Fecovita.
-Si la justicia termina resolviendo la causa a su favor, ¿Qué va a pasar con ese dinero que reclaman a Fecovita?
-En el caso de Fecovita yo creo que va por la dirección adecuada. Yo no tengo mucho miedo con el devenir de la causa. Absolutamente la totalidad de los recursos que se obtengan por todas las causas judiciales, que son las únicas que tenemos en el mundo, absolutamente el 100% de los recursos que se obtengan va a ser invertido. Seguramente el 100% de los recursos que sostengan por todas estas causas va a ser invertido. Seguramente en los proyectos fotovoltaicos que vamos a desarrollar, estamos ahora mismo trabajando en la presentación de un nuevo RIGI de casi 1000 millones de dólares para desarrollar más de 1000 megas en Gualcamayo. El 100% de lo que sostenga será reinvertido en los proyectos fotovoltaicos y el rendimiento durante los siguientes 30 años de esa inversión y el capital será invertido, donado, entregado a la sociedad mendocina, y el capital será invertido, donado, entregado a la sociedad mendocina o argentina para su desarrollo y crecimiento.
-¿Por qué un empresario español decide invertir en Argentina en este contexto? ¿Qué potencial cree que tiene el país?
-El potencial es máximo. Argentina es un gran jugador para el futuro y solamente hace falta que se den las condiciones de juego adecuadas. Yo creo que Argentina siempre ha abierto los brazos a la inversión extranjera con más limitaciones o con menos, dependiendo el ciclo económico y el ciclo social en el que se encuentre. Pero hoy en día creo que hay una evolución de la sociedad que está demandando unas reglas claras y hay seguridad jurídica, hay posibilidad de tener una libre disposición de divisas, que son los dos conceptos que yo valoro más del RIGI, entonces el inversor extranjero tiene la posibilidad de optar a unas reglas de juego claras que te garantizan inversiones a 30 años y entiendo que eso es un paso gigante para Argentina.
-¿Esos recursos que planea invertir vienen de otros emprendimientos en el exterior o se obtienen de los proyectos que ya están en Argentina?
-Nosotros somos una familia, no tenemos la obligación de repartir un dividendo, no tenemos deuda, no tenemos la obligación de cubrir préstamos, vamos hasta donde podemos con nuestros propios recursos. Evidentemente los recursos se generan en el mundo, si no es imposible, pero también en Argentina y los recursos de Argentina hay que reinvertirlos. Los puedes sacar fuera, los puedes reinvertir en Argentina, los recursos de fuera los puedes invertir en Argentina. Nosotros estamos en permanente desarrollo y en permanente inversión.