Diego Santilli y el arte de domar la guardia pretoriana de las cuentas públicas
Diego Santilli asume este martes a las 15 como ministro de Interior de Javier Milei. Los desafíos de un funcionario que llega con nuevos aires a la gestión.
El todavía no asumido ministro del Interior, Diego Santilli, recibe a dos gobernadores en la Casa Rosada.
NA/Juan FogliaDiego Santilli asume como ministro del Interior del Gobierno de Javier Milei este martes a las 15. Sin embargo, el Colo hace por lo menos diez días que se mueve con ese trajín dentro y fuera de la Casa Rosada. Su mayor desafío, sin dudas, estará en el Congreso, donde deberá revalidar la confianza de Karina Milei y hacer uso de sus habilidades políticas para conseguir, primero, el Presupuesto 2026, y luego las reformas que quiere implementar el Gobierno.
Su mayor dificultad tal vez sea la misma que diluyó la palabra de Guillermo Francos y la que nunca le permitió a Lisandro Catalán ganar autoridad: la austeridad financiera de Luis "Toto" Caputo y su secretario de Hacienda Carlos Guberman, los dos funcionarios que custodian los recursos con la rigidez de una guardia pretoriana frente a los pedidos de las provincias.
Te Podría Interesar
Diego Santilli y los gobernadores
Los gobernadores con los que conversó desde que fue designado informalmente son clave para la aprobación del Presupuesto 2026. Todos estos destacaron como "una buena decisión" la incorporación de Santilli al gabinete, ya que es alguien a quien conocen hace muchos años, que tiene puentes con los distintos sectores de la política y que "entiende el juego", los mismos atributos que hace menos de dos años Milei pronunciaba para definir a la casta.
Sin embargo, estos gobernadores aclaran, después de cada encuentro con el flamante funcionario: "Hasta que no haya un acuerdo de fondos y recursos para las provincias, y se cumpla, no podremos avanzar demasiado".
Para los mandatarios provinciales, el Presupuesto 2026 es clave y debe ser prioritario para luego avanzar en las otras reformas que el Gobierno quiere aprobar con la nueva conformación del Congreso: la fiscal, laboral y del Código Penal. "Una vez que tengamos eso cerrado y acordado, nos ponemos a conversar de las otras reformas", deslizó a MDZ uno de los gobernadores que se reunió con el tándem Santilli-Adorni.
A partir de ese pedido de varios gobernadores, fue Santilli quien planteó la posibilidad de fragmentar la convocatoria a extraordinarias: primero el Presupuesto para tratar apenas asuman los nuevos legisladores, y luego, en enero, las reformas que quiere el Gobierno.
Diego Santilli y Karina Milei
En este contexto, Santilli también se mueve mirando hacia dentro de la Casa Rosada. Sabe que llegó con la venia de Karina Milei, luego de más de dos años de acercamiento político desde el "pacto de Olivos", y que fue uno de los pocos dirigentes del PRO que siempre fue visto con buenos ojos en el círculo presidencial. Pero también sabe que esa confianza que construyó durante el primer tramo del mandato del libertario puede irse al tacho de un momento para otro, como le pasó a tantos otros dirigentes que se acercaron a Milei.
Mientras tanto, el Jefe avanza con su propio triángulo de hierro en el Congreso. Allí cuenta con dos de sus alfiles más valiosos, los primos Martín y Lule Menem. En menos de un mes, Patricia Bullrich será parte de ese escuadrón que funcionará como una filial de poder en la Casa Rosada, con Gabriel Bornoroni, ratificado como jefe del bloque de La Libertad Avanza en Diputados.
En ese terreno, el Colo deberá jugar con sus excompañeros de bancada del PRO, con los radicales y también con los peronistas. Lo bueno de la larga trayectoria que exhibe su currículum es que sabe hablar en todos los idiomas. Y ese puede ser uno de los puntos donde se siembra la desconfianza de la hermana del presidente: la cercanía de Santilli con todos los sectores de la política.

