Advierten sobre el deterioro de rutas bonaerenses por el freno a la obra pública

El ministro de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires, Javier Rodríguez, alertó sobre las consecuencias concretas que ya se registran en el sector productivo debido a la paralización total de la obra pública impulsada por el Gobierno nacional.

“La falta de mantenimiento en rutas no se nota el primer día, pero con el correr de los meses aparecen los baches, el pasto crecido, la intransitabilidad, y eso ya se está viendo”, señaló el funcionario en diálogo con la radio Splendid AM 990.

Uno de los casos más preocupantes, según Rodríguez, es la interrupción del dragado de la Cuenca del Salado, una obra que calificó como “estratégica” por su impacto en la prevención de inundaciones sobre más de 17 millones de hectáreas, es decir, más de la mitad del territorio bonaerense. “Es una obra que se viene haciendo hace más de 20 años, que atravesó gobiernos de distintos signos políticos, y que en nuestra gestión avanzó como nunca. Pero desde el 10 de diciembre, el Gobierno nacional dejó de pagarle a las contratistas y hoy está completamente frenada”, denunció.

El ministro remarcó que la última gran lluvia ya evidenció las consecuencias: en las zonas donde la obra fue concluida, el agua escurrió sin mayores problemas, mientras que en los tramos paralizados se produjeron anegamientos y complicaciones.

Alerta en la pesca y las pymes agropecuarias

Rodríguez también se refirió a la difícil situación que atraviesa el sector pesquero, particularmente en Mar del Plata y en el resto de la costa atlántica. “Todavía hay una parálisis muy fuerte en la flota, apenas empezó a salir algo de langostino, pero muchos barcos siguen amarrados porque no les cierra la ecuación económica”, explicó. Señaló al atraso cambiario y al precio del combustible como principales causas, y advirtió que “esto implica miles de puestos de trabajo en riesgo”.

Consultado sobre la posibilidad de un trabajo conjunto con el Gobierno nacional, el funcionario fue contundente: “El problema es que el área de Agricultura no tiene capacidad de decisión. Todo pasa por el ministro Caputo, que es inaccesible para el diálogo, incluso con gobiernos provinciales. Se prioriza mirar el mercado financiero antes que atender las necesidades de los sectores productivos”, criticó. En ese sentido, sostuvo que “sin producción y sin trabajo no hay macroeconomía posible”, y cuestionó la falta de una política agroindustrial activa.

Por último, Rodríguez advirtió sobre el impacto de las medidas actuales en los pequeños y medianos productores. “Hay una caída de consumo, un dólar que no acompaña, y en especial los más chicos están muy complicados. Se han perdido más de 1.000 tambos en el último año en el país, y eso es gravísimo”, alertó. Según su análisis, mientras los grandes productores resisten, las pymes agropecuarias ya están siendo expulsadas del sistema. “Es una situación muy delicada”, concluyó.