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Milei y el mapa de la era pos Cornejo que comienza a diagramarse

El oficialismo local está condicionado por las dudas que genera Milei. Por qué las elecciones son claves para el futuro político de Mendoza.
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La hiperactividad comunicacional y las torpezas políticas explícitas del presidente Javier Milei incomodan a quienes se acercan por conveniencia y forman el oficialismo culposo. Ese grupo es el que integran Alfredo Cornejo y por obediencia automática todo el oficialismo mendocino. Milei insulta, construye discurso de odio, incluso usando datos falsos y, en paralelo, retornan los fantasmas bien tangibles de la compra de voluntades, como lo ocurrido en el Senado con la caída del proyecto de “ficha limpia”. En ese contexto, cada vez se hace más difícil maniobrar a quienes quieren capitalizar las bonanzas de adherir al Gobierno nacional sin mancharse con las trapisondas políticas y el peligroso camino del discurso. Salvo, claro, que adhieran plenamente a esa idea.

Ese contexto suma dudas al oficialismo conducido por Cornejo, que tiene en sus manos el futuro de Mendoza más allá de sí mismo. Es que este año comienza a trazarse la era pos Cornejo, pero es el propio gobernador el que tiene la potestad para armar el mapa de su herencia.

La falta del calendario electoral es una muestra de ello. El gobernador decidirá cuándo y cómo se vota una vez que tenga todos los elementos posibles en su mano y actuará en conveniencia al testamento que comenzará a redactar. Las elecciones provinciales de Salta, Jujuy y San Luis; la disputa en la Ciudad de Buenos Aires, el desempeño del Gobierno nacional y, sobre todo, la posibilidad real de armar una alianza con Milei. El argumento sobre el “desinterés” supuesto de la “gente” sobre las elecciones es un placebo discursivo que oculta el impacto institucional que tiene la falta de certezas.

El futuro gobernador comenzará su gestión con la Legislatura que comience a diagramarse en las próximas legislativas. En el mecano político es fundamental. Fue en una instancia similar, en 2013, cuando Cornejo comenzó a hacer sentir el rigor de su poder desde la Legislatura, haciéndole la vida imposible a Francisco Pérez. De todos los sitios en los que el cornejismo tiene capilaridad y goza de una fuerte influencia, la Legislatura es el único que tiene alternancia porque se vota cada dos años.

En Tribunales toda la estructura quedará renovada en el período Cornejo-Suarez-Cornejo; los organismos de control igual  y hasta en el sector privado que está vinculado con el Estado habrá una herencia que perdurará por décadas: se extendió la concesión de EDEMSA, se concesionaron espacios públicos por 50 años, se licitaron nuevos negocios y en la lista de ganadores hay marcas, nombres y empresas repetidas. Nada que escape a lo esperable con un sector político que mantiene el poder por 12 años. Por eso la relevancia de las elecciones próximas.

Incómodos

La presencia que más incomoda en oficialismo no viene del PJ, tampoco de La Libertad Avanza. Es Petri. La mini gira que hizo el ministro de Defensa molesta, más aún cuando pregona alianzas y hasta intentó decretar el cierre de la marca Cambia Mendoza. Sin Cornejo, Petri avanza con el camino allanado. El futuro candidato a gobernador de Mendoza comenzó a construir su campaña con los mismos temas que solía abordar cuando era legislador provincial, también nacional y que no es novedad para la agenda política del radicalismo en Mendoza: la seguridad abordada desde la represión y el endurecimiento de las penas. Juega contra Cornejo con armas similares. Tanto que no tiene pudor al hablar en primera persona de la “ley Petri”. También toma como bandera electoral la baja de la edad de imputabilidad, aún cuando es ministro de Defensa y no de desarrollo social.

Encuentros incómodos entre Petri y Cornejo.

Ese enfoque tiene más que ver con el efecto político y comunicacional que con la realidad. En Mendoza, donde hay un sistema de responsabilidad penal juvenil, la cantidad de niños y adolescentes en conflicto con la ley es irrelevante en comparación con el volumen de causas y detenidos por delitos. Según datos oficiales, el año pasado en toda la provincia se iniciaron 462 expedientes tutelares derivados de causas penales relacionados con menores de edad y en los que había involucrados 349 adolescentes. Contrariamente a lo que se presupone, el 61% de esas causas corresponden a delitos contra la propiedad, 5% a delitos contra las personas y 8% delitos contra la integridad sexual.

Hoy en el sistema de responsabilidad penal juvenil hay solo 29 adolescentes con libertad restringida en el “ex Cose” y otros 369 con alguna medida alternativa. En cambio, hay más de 600 niños y adolescentes que quedan bajo tutela del Estado en hogares por problemas familiares, donde son víctimas de vulneración de sus derechos. El problema de Mendoza no es tanto los jóvenes que complican la realidad, sino la realidad que condiciona a los jóvenes y su futuro: al menos  6 de cada 10 niños y adolescentes viven en hogares con escasos recursos económicos, la formación para el trabajo es pobre y ese mismo grupo es el más afectado por la desocupación. 

El eje de la pre campaña de Petri se parece al primer Cornejo y, por ahora, no da señales sobre qué podría hacer para el principal problema de la Provincia, que es el productivo. Es decir, la agenda que tomó el “segundo Cornejo”. Petri, al igual que el gobernador, fue de los que se embanderó para oponerse a algunas de las actividades que hoy impulsa el Gobierno, como la minería. 

Exploradores

Cornejo ha basado su segundo mandato en "recuperar" el tiempo en el que obvió esos temas durante su primera gestión. Por eso dio la vuelta al mundo para promover la minería y aceleró casi a fondo. Tanto, que en el camino hubo algunas desprolijidades en los planes, como lo ocurrido con la deshilachada segunda etapa del Distrito Minero Malargüe, que quedará reducida a una versión pequeña por las restricciones y carencias de los estudios ambientales previos. En Estados Unidos, el gobernador apuntaló la versión resiliente de la estrategia para reimpulsar la industria petrolera. Allí puso de relevancia que el Estado local será un facilitador: cero regalías y concesiones abiertas. 

Mendoza corre en desventaja frente a Neuquén, aún cuando comparte el sector norte de Vaca Muerta, el área que desde la Patagonia ven como el siguiente paso en el desarrollo de ese polo energético; en la "fábrica de dólares" que creen que puede ser. La provincia trata de subirse a ese tren mostrando que hay 9 mil kilómetros cuadrados de esa formación y una reservas estimadas en 8.000 millones de m3. De esa a estimación a la realidad hay un largo trecho en el que hay una clave: la inversión de las empresas para explorar y del Estado para facilitar. 

Hacia fin de año esa agenda tomará más relevancia cuando deben concretarse las inversiones previstas para ejecutar una nueva etapa de exploración en Vaca Muerta. YPF ejerce de pionero, pero detrás están otras empresas pequeñas que solas o asociadas podrían ejecutar planes a mediano plazo para buscar petróleo en la roca madre que está a 2 mil metros bajo la superficie.