La exorbitante cifra que gasta el INCAA en el mantenimiento de su página web

En medio de la motosierra que aplica el Gobierno nacional sobre la estructura del Estado, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) aprobó un gasto millonario para mantener su página web.

Según trascendió, el organismo contrató a la firma BIGTREE STUDIO S.R.L. para el desarrollo y mantenimiento de la plataforma digital INCAA EN LÍNEA, con un presupuesto de 252.000 dólares, cifra equivalente a más de 250 millones de pesos argentinos.

Así, bajo el expediente EX-2025-00225861-APN-GAYF#INCAA, se dio luz verde a una adjudicación sin competencia, permitiendo que una única empresa se haga cargo del servicio sin necesidad de licitación.

De acuerdo al documento oficial, la plataforma INCAA EN LÍNEA busca centralizar la gestión de trámites, digitalizar y mejorar la administración de subsidios y créditos, y renovar el sistema de declaraciones juradas de las salas de cine. Además, se prevé la integración con sistemas estatales como GDE y RENAPER para la validación de datos y gestión documental.

Los detalles de la adjudicación 

La adjudicación fue firmada el 26 de febrero de 2025 por el Director Ejecutivo  del INCAA, Carlos Pirovano, y avalada por la Gerencia de Administración y Finanzas, a cargo de Josefina Goggi, y la Subgerencia de Sistemas del INCAA. Dichas autoridades argumentaron la necesidad de continuar con el desarrollo de la plataforma y su interoperabilidad con otras áreas gubernamentales.

El proceso se amparó en el artículo 19 del Reglamento General de Contrataciones del INCAA, que permite la contratación directa cuando no existen sustitutos convenientes o el servicio es exclusivo de un proveedor. Sin embargo, este factor generó fuertes críticas en el sector, ya que no se abrió una licitación pública para evaluar otras ofertas.

En paralelo, desde la órbita cinematográfica salieron a advertir que el presupuesto asignado supera ampliamente el costo promedio de desarrollos similares en el sector privado, y pusieron en cuestionamiento la transparencia del proceso.

Mientras tanto, el sector cinematográfico denuncia una crisis de financiamiento, con reducciones en los subsidios y demoras en los pagos a productoras y festivales.