Fuerte respuesta de China por la inspección de la Armada a un buque pesquero

Todo comenzó, según el relato oficial, el martes por la noche cuando buques de la Armada detectaron al pesquero Heng Xin 1 en una posición geográfica de 12 millas adentro del borde de la Zona Económica Exclusiva (ZEE). Se sumaron indicios que configuraban una situación de presunta pesca ilegal; AIS apagado (AIS, sigla en inglés de Sistema de Identificación Automática, es un equipo que transmite la ubicación de un buque en cada instante) y baja velocidad entre 3 y 4 nudos compatible con maniobras de pesca.

Luego los navíos de la Armada intentaron establecer comunicación radial con el capitán del Heng Xin 1, sin obtener respuesta, indicaron las fuentes navales. Los buques asignados a control oceánico, la corbeta ARA Espora y el patrullero marítimo ARA Contralmirante Cordero desplegaron botes tipo Zodiac con personal de inspección y un helicóptero Fennec,

Se abordó el pesquero y tras el registro efectuado por un inspector de la Subsecretaría de Pesca se constató que no había calamar fresco y el pesquero fue autorizado a continuar con la navegación.

La representación diplomática china salió al cruce y posteó en X: "De acuerdo con la información fehaciente que la embajada China maneja, el buque pesquero de nacionalidad china no da indicios de pesca ilegal, y ahora se encuentra en aguas internacionales realizando actividades normales". Coincidencia o no, la escalada mediática con ribetes de guerra por las rabas tuvo origen en la presencia del ministro de Defensa, Luis Petri, que sobrevoló la zona marítima a bordo del Hércules TC-66 de la Fuerza Aérea Argentina. Hizo una pasada por el área caliente para visualizar el despliegue aeronaval ya concluido además de una travesía más hacia el sur del litoral marítimo.

La diplomacia de Beijing en Buenos Aires explicó a MDZ que el pesquero iba en tránsito (paso inocente, según la Convención de los Derechos del Mar los barcos de todos los Estados pueden navegar por el mar territorial de otro, siempre que se trate de un paso rápido y sin detenciones) y también que hubo mala comunicación (por el idioma) entre el pesquero y los navíos de la Armada.

Más tarde, la embajada clausuró la escalada mediática con un nuevo posteo en X: "El Gobierno chino va a seguir trabajando como siempre con la comunidad internacional, con Argentina incluida, para luchar contra pesca ilegal, en fomento de la conservación científica y el uso sostenible de recursos pesqueros".

Una vez más el Poder Ejecutivo representado por un ministro comprueba en directo el número de pesqueros faenando en aguas adyacentes a la Zona Económica Exclusiva (ZEE).

La cuestión de fondo es el daño que produce la pesca desregulada en esa área del Atlántico Sur de alta mar adyacente a la milla 200 donde no es ilegal pescar. El problema es que no se conoce el volumen, el tipo de recurso capturado y mucho menos si las especies alcanzaron la madurez o son juveniles.    

Petri sostuvo a mediados de enero en la zarpada del patrullero ARA Contralmirante Cordero: "Más allá de la milla 200 tenemos la responsabilidad de empezar a cuantificar el daño ambiental por la depredación del recurso ictícola y exponerlo en los foros internacionales para garantizar mayores facultades a la hora de custodiar y preservar el medio ambiente y los recursos marítimos internacionales".

A la fecha se estima que habría algún proyecto en danza. El calamar no tiene tiempo. La depredación es una realidad.

Por calendario la apertura de la temporada de pesca de calamar illex es a partir de enero para la flota nacional en tanto los pesqueros extranjeros comienzan a faenar desde noviembre en aguas adyacentes a la milla 200. Especialistas del Inidep (Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero) afirman que capturan ejemplares antes de que alcancen la edad reproductiva, una práctica que impacta en la continuidad de la especie.

Los tironeos con China alejan la posibilidad para que la Cancillería negocie algún convenio bilateral para regular las capturas en la zona de alta mar adyacente a la ZEE donde año a año migran los calamares.

El conflicto con Gran Bretaña por Malvinas complica más el escenario del calamar. El país no puede integrar arreglos multilaterales de regulación pesquera en alta mar como las OROP (Organizaciones Regionales de Ordenamiento Pesquero) establecidas en el Acuerdo de Nueva York porque se reconocería a Malvinas (Reino Unido) como estado ribereño.