El enojo de Walter Bento y la confesión de Cúneo Libarona que volvió a complicarlo

Este miércoles, el exjuez federal Walter Bento cargó duramente contra el Tribunal Oral Federal N°2 por haber rechazado el pedido de prórroga de la prisión domiciliaria que le habían concedido por el plazo de 15 días. Para Bento, la decisión fue "perversa" y "diabólica" por no contemplar la situación especial de su hijo Facundo Bento y los problemas de salud de su esposa, Marta Boiza. Pero además, intentó contrarrestar los dichos de otro imputado, el abogado Jaime Alba, que minutos antes de su declaración reconoció que empezó a darle entidad a la supuesta relación entre Bento y el fallecido Diego Aliaga luego de que Mariano Cúneo Libarona reconociera en una entrevista en MDZ que existían cientos de llamadas entre ambos.
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Durante todo el juicio oral la defensa de Walter Bento ha intentado explicar cuál era sur relación con Diego Aliaga. El despachante de aduana se jactaba de tener llegada al juez y afirmaba públicamente que arreglaba causas con él. Por eso llama tanto la atención la cantidad de llamados que se detectaron del teléfono de Aliaga al del exjuez federal. La defensa de Bento intenta impugnar esa prueba afirmando que los llamados no existieron y que el registro que existe son capturas de pantalla que afirman no están legitimadas. En ese sentido, subrayan que Bento solo intercambió mensajes con Diego Aliaga para vender una camioneta. Justamente, la camioneta que está confirmado conducía el hijo de Aliaga y pertenecía a Bento.
Pero este miércoles en la mañana, el abogado Jaime Alba, imputado como coordinador de la supuesta asociación ilícita que habría liderado Bento, trajo a colación una entrevista en la que el actual ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona, reconoció que existían más de 100 llamados entre Aliaga y Bento.
"Aliaga siempre se jactaba de que trataba con Bento, pero una cosa es lo que se dice y otra es la realidad. En el expediente vi que el hijo de Aliaga figuraba en un ingreso al Dalvian en la camioneta de Walter Bento. Cuando su abogado Mariano Cúneo Libarona reconoce la existencia de los llamados me pregunté que excusa iba a poner Bento", subrayó Alba.
Alba afirmó que él nunca formó parte de ninguna banda y aseguró que en todo caso Aliaga trabajaba con los "nefastos mentirosos" Martín Ríos y Matías Aramayo. Ambos abogados declararon como arrepentidos para no ir a prisión y reconocieron la existencia de una asociación ilícita, pero a lo largo del debate se desmintieron afirmando que fueron forzados a inculpar a Bento.
"Ríos y Aramayo, no tengo dudas de que desplumaron a Javier Ortega (dijo haber pagado 722 mil dólares en coimas). No tengo dudas, porque Aliaga me dijo que unos departamentos se los quedó Ríos y no se los daba. Incluso, Ríos como arrepentido habló de boletos de compraventa. Yo no trabajaba con Aliaga porque era un quemo. Yo no le robaba a la gente. Yo no opero así. Yo me he agarrado a trompadas con abogados que le robaban plata a la gente. No tengo dudas de la sociedad Ríos-Aramayo-Aliaga en el caso de Ortega. El tema de Bento no lo puedo afirmar", esgrimió.
El vínculo de Walter Bento y Diego Aliaga es uno de los puntos clave de la causa. La fiscalía presentó como evidencia más de 200 llamados entre ambos como prueba de que lo que Aliaga presumía era cierto: tenía trato directo con el juez. Para la defensa de Bento esa prueba es inválida porque son capturas de pantalla sin respaldo pero el anterior abogado defensor, Mariano Cúneo Libarona, reconoció en una entrevista que los llamados existieron.
En concreto, en julio del 2021 los periodistas Facundo García y Jorge Caloiro le preguntaron concretamente por los llamados y Cúneo Libarona confirmó que fueron más de un centenar.
- ¿Qué relación tenía con Bento y por qué se comunicaron tantas veces por teléfono?
-Llegado este punto de la conversación, Libarona pide un papel y anota febrilmente. Saca la cuenta de las llamadas. Se supone que hay 265 comunicaciones por Telegram entre Aliaga y Bento durante 7 meses. “Si le quitás las reiteraciones, te da 165, menos llamadas incontestadas, terminás en 110”, dice.
-¿Y?
-Que esas llamadas son todas sin contenido. Yo esto lo tengo escrito. El día en que yo la aporte esa explicación en el tribunal, salgo y te la doy en la mano. Ahora bien: imaginemos a Aliaga en una plaza con un megáfono, gritando “soy amigo de Bento y soluciono cosas”, con una remera que dice también “soy amigo de Bento” y una gorra igual. Y un montón más que hacían lo mismo que Aliaga: Ortego, Ríos, Aramayo. Los otros imputados. Okey. Probame dos cosas: que eso era verdad y no una venta de humo y que Walter Bento actuaba con conocimiento y voluntad de esto. ¿Con qué me lo vas a probar, con estos llamados? Obvio que no.
El enojo de Bento por la ausencia de una jueza
Si bien estaba previsto que Walter Bento declarara respecto a su participación en uno de los casos de cohecho que se le imputan, afirmó que no estaba emocionalmente en condiciones para hacerlo. En concreto, afirmó que la decisión "diabólica" del tribunal de rechazarle el pedido de prórroga de la prisión domiciliaria para asistir en su vivienda a su hijo discapacitado y su esposa lesionada lo han alterado mentalmente.
Pero además de ello, se mostró ofuscado por la ausencia de una de las juezas del tribunal que lo juzga. En concreto, la presidenta del Tribunal Oral Federal N°2, Gretel Diamante, está participando de las audiencias de forma remota por problemas personales.
"Requiero que esté presente la presidenta Gretel Diamante. Desconozco los motivos de su ausencia. La verdad es que con mensajitos de texto se complica el debate. La virtualidad fue para un momento especial como la pandemia. Necesito que esté presente la persona que va a firmar la sentencia", argumentó Walter Bento sin tener en cuenta que sus abogados también participan en las audiencias de forma remota.