Una intendenta juega con fuego en el peor mes del año mientras visita al Papa
Mariel Fernández y su ex, Edgardo Castro, combinan una visita con el papa Francisco y una quema de gomas en reclamo de comida frente al Coto local, en el oeste bonaerense, donde en 2001 todo empezó.
La Unión de Trabajadores de la Economía Popular, UTEP, movilizó ayer ante el híper mercado Coto de la localidad de Moreno mientras que la intendenta de esa localidad, Mariel Fernández, estaba en plena audiencia con el papa Francisco.
La marcha a las puertas del híper, ubicado justo al lado del Bingo de ese distrito, no puede pasar desapercibida dentro de unas 500 movilizaciones programadas con el fin de reclamar alimentos y protestar contra la política económica de Javier Milei. Es que el instigador y promotor de ese piquete que duró un par de horas es Edgardo Castro, exesposo de Fernández y parte del Gobierno municipal de Moreno.
Extrañamente, cuando se consultó a autoridades distritales sobre si había alguna toma de conciencia sobre la gravedad del asunto, se sorprendieron. Para ellos, como pasó durante el gobierno de Alberto Fernández, a quien prometían proteger hasta las últimas consecuencias mientras era presidente, ser oficialismo y marchar no son actos contradictorios.
“Es una locura lo que pasa acá. Si el municipio observa que tiene una demanda adicional de comida, puede pedirla institucionalmente y no creo que nadie le niegue una canasta navideña o lo que necesite. Pero mandar a su propia gente a hacer un piquete frente al híper es increíble”, expresó Aníbal Asseff, exconcejal y referente político local.
Efectivamente, desde las primeras horas de ayer se fueron acercando pacífica pero intimidantemente un grupo de personas con banderas identificatorias de UTEP para solicitarle al híper, que supuestamente los conoce, un petitorio cuya respuesta no puede pasar de la próxima semana. Más precisamente, el 18 de diciembre.
Hay que recordar que el 20 y 21 de diciembre de 2001 ese distrito junto con La Matanza fueron los epicentros de los primeros saqueos que luego se propagaron a lo largo y ancho del conurbano, afectando fundamentalmente a los pequeños mercados de barrio a cargo de la colectividad taiwanesa y a la cadena Día Discount.
Durante la primera parte de la gestión de Mauricio Macri en la presidencia, fue el exintendente de esa localidad Mariano West, luego reconvertido en casi aliado de María Eugenia Vidal, quien lo ayudó a pagar los sueldos de todo su mandato, también había advertido sobre la precariedad social que sumergía a Moreno y que si no hacían algo podía estallar. Eso, como se ha visto, nunca sucedió.
Mariel Fernández fue la anfitriona el lunes pasado del encuentro en el que participaron Máximo y Cristina Kirchner, Sergio Massa y Axel Kicillof con el fin de fijar un criterio político electoral para el próximo año entre los actores hoy disociados de Unión por la Patria. La reunión fue un absoluto fracaso, aunque no fue por ese motivo que la intendenta tuvo que salir raudamente del lugar. Es que más tarde debía abordar el vuelo que la llevó a ella y a una comitiva de media docena de personas hasta el Vaticano para entrevistarse con el siempre presto papa Francisco.
Mientras ella y sus allegados eran recibidos en audiencia especial por Francisco, en su distrito, su exesposo, con el que sigue compartiendo el poder local, se movilizó hasta el COTO mientras que la policía cerraba las calles pero no evitaba el piquete y vehículos municipales llegaban con neumáticos para luego ser quemados en forma de protesta.
La jefa comunal es una de las referentes preferidas de la familia Kirchner, con quien siempre mantuvo una estrecha relación, más allá de los conflictos que tenían los jefes políticos del Movimiento Evita, organización que conduce Emilio Pérsico.
La situación en el Conurbano bonaerense no cambió su fisonomía tras la llegada del nuevo Gobierno. Los problemas de empleo, ingresos y “changas” siguieron el declive iniciado en medio de la pandemia jamás pudo revertirse. Para peor, la falta de dinero hace que hechos violentos recrudezcan. Los robos a casas y vehículos se incrementaron considerablemente como así también los tiroteos graves, con fusiles y armas de guerra para asegurar el ilícito.
Sin embargo, a pesar del reclamo de la UTEP, los beneficiarios de los planes sociales, a los que organizaban hasta el año pasado, entre otros, Castro, Pérsico y Eduardo Beliboni, están recibiendo en la actualidad casi un 400% más de ingresos directos con un adicional. Para conseguirlo no deben rendirle cuenta a ninguna organización o cooperativa.