Patricia Bullrich-Carlos Melconian, una sociedad que busca atacar varios frentes a la vez

La decisión de Patricia Bullrich de anticipar qué Carlos Melconian será su ministro de Economía en caso de ser electa presidenta esconde una jugada que ataca a varios frentes al mismo tiempo. Acelerar esta definición es una señal de la debilidad en la que había quedado posicionada la candidata de Juntos por el Cambio, pero es también al mismo tiempo la clave que la puede volver a posicionar en un lugar expectante de cara a las elecciones del 22 de octubre.

Bullrich necesitaba dar un volantazo para evitar quedar en un lugar de tercera en discordia entre Javier Milei y Sergio Massa. Esa fue la estrategia que los otros dos candidatos presidenciales se habían dado desde la noche de las PASO del 13 de agosto. El conservador libertario porque entiende que le conviene posicionarse como el mayor opositor al kirchnerismo, lo que podría incluso hacerlo crecer para ganar en primera vuelta, y el ministro de Economía porque la polarización y un derrumbe JxC es lo único que lo podría meter en un eventual balotaje.

Con la presentación en sociedad de Melconian como su ministro de Economía, Bullrich logra concretar una jugada a varias bandas, cuya precisión en la ejecución definirá si fue exitosa o no. Hasta ahora, el acto de lanzamiento (que parecía de una fórmula presidencial) y la posterior visita conjunta a los estudios de LN+ dejaron satisfechos al equipo bullrichista. Es que no solo lograron mostrarse en sintonía y sin opacarse mutuamente, sino que los discursos pudieron ser propositivos a la vez de críticos de las opciones del kirchnerismo y de Milei.

La estrategia política, en sí, podría resumirse que beneficia a la exministra de Seguridad en, por lo menos, cuatro ejes:

1. Se corre del debate constante sobre la economía. Durante la campaña para las PASO, Bullrich dejó entrever falencias a la hora de dar explicaciones sobre sus planes económicos. El que más se viralizó fue el que terminó hablando de "blindar" las reservas del Banco Central, lo que le valió las críticas incluso de Horacio Rodríguez Larreta, quien recordó al "blindaje" de De la Rúa-Cavallo. Ahora, las precisiones económicas las podrá derivar sin titubear a Melconian o parte de su equipo económico, que también ganará protagonismo mediático. Así, Bullrich intentará sacar a relucirse otros ejes con los que, en su entorno, creen que saca ventaja: orden, seguridad, fortaleza y decisión.
2. Encuentra un eje para diferenciarse de Milei. Con Melconian al frente de la vocería económica, Bullrich consigue un especialista en explicar de manera llana y hasta risueña las dificultades económicas y las duras medidas que hay que aplicar. Hasta ahora, el candidato de La Libertad Avanza venía ganando esa disputa, ya que con propuestas como la dolarización lograba mostrarse como el único que tenía una idea concreta. El discurso en Córdoba del titular del Ieral fue directo a ese punto. "Lo único que esta prohibido acá es fantasear con teorías que son imposibles de poner en práctica", aseveró en un mensaje que todos entendieron a quien estaba apuntado. 
3. Manda una señal al establishment. La candidatura de Bullrich siempre estuvo acompañada de cierta desconfianza por parte de los círculos de empresarios más destacados del país. Sobre todo, las críticas apuntaban a su personalidad y a supuestas dificultades para armar equipos. En otras palabras, dudan si por la personalidad imponente que tiene iba a poder designar a funcionarios que tuvieran peso propio para tomar decisiones trascendentales. Con Melconian, el establishment respira aliviado al saber que, de ganar, asumiría un hombre con espalda político-económica como pocos tuvieron en ese cargo. Probablemente Domingo Cavallo, desde lo económico, y Sergio Massa, desde lo político, son dos casos de ministros con peso propio en la historia reciente. Quizás no sean los mejores antecedentes para mostrar.
4. Unifica criterios dentro de Juntos por el Cambio. Por más que Melconian no es el economista preferido de gran parte de los miembros de Juntos por el Cambio, tiene un perfil que lo vuelve aceptable para todos. Sobre todo considerando que sonaba como eventual ministro tanto si ganaba Bullrich como si lo hacía Rodríguez Larreta. Su discurso de este jueves, en Córdoba, fue un mensaje bien recibido en las filas radicales, ya que hizo hincapié en cuestiones vinculadas al federalismo y a la producción, dos ejes que desde el centenario partido siempre buscan levantar ante lo que ven como medidas enfocadas en lo monetario por parte del PRO. Tanto Luciano Laspina, por un lado, como Hernán Lacunza, por el otro, eran dos nombres que también sonaban como ministeriables y generaban respeto de sus pares, pero ninguno lograba un apoyo generalizado para avanzar con una gestión que deberá lidiar con un contexto económico muy difícil.